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Consultorio

¿Cuál es el tipo de café más saludable?

Los expertos responden a las dudas sobre alimentación, fitness, psicología y pareja de los bienestarios y bienestarias

No existen diferencias nutricionales reseñables entre el café natural, el torrefacto y el mezcla

ABC Bienestar

En esta primera entrega del consultorio de ABC Bienestar respondemos a las preguntas que los bienestarios y bienestarias nos han enviado a bienestar@abc.es . La redacción ha consultado a los mejores expertos para saber cuál es el café más saludable , cómo lograr alejarse de las personas tóxicas , qué es más aconsejable para cumplir el objetivo de caminar 10.000 pasos diarios y cuál es la mejor manera de combatir el acné adulto. ¡Ya estamos deseando conocer tus dudas para darles respuesta! Escríbenos.

1. Cada vez que compro café en el supermercado suelo elegir el café tipo mezcla, pero he oído que es mejor para la salud el natural. ¿En qué se diferencian los tipos de café (natural, torrefacto y mezcla) y cuál es más aconsejable?

Paloma Álvarez

El café de tueste natural se logra a partir de los granos crudos (café verde) que se someten a un procesado térmico de tostado a altas temperaturas y corto periodo de tiempo en el que adquiere su aroma y su color, según explica Elena Aguilar, doctora en Nutrición, tecnóloga de alimentos y vocal del Colegio Profesional de Dietistas Nutricionistas de Madrid (Codinma). El contenido de cafeína cuando el tueste es natural es de al menos, el 0,7% (materia seca).

El café torrefacto , sin embargo, se consigue a partir de la adición de azúcar (máximo de 15 kg por 100 kg de café) durante el proceso de tostado. «Como consecuencia de la caramelización de los azúcares, el sabor es más intenso y amargo que el tostado, pierde algo de aroma y la tonalidad es más oscura, mientras que la cafeína en el producto final será de un mínimo del 0,6% (materia seca)», explica Elena Aguilar, quien añade además que ambos tipos de café pueden presentarse en grano o molturados para envasarse como café molido.

En cuando al de café tipo «mezcla» , es el resultado de combinar el café de tueste natural con el torrefacto, en proporciones y porcentajes variables que, según aclara Aguilar, «existe obligación de indicar en el etiquetado».

Por eso a la hora de elegir un tipo de café la experta aconseja primar las características organolépticas (notas aromáticas, amargor, cuerpo...) que prefiera el consumidor, pues la composición nutricional del café de tueste natural y el torrefacto son similares.

2. A menudo siento que tengo una especie de imán para las personas que al final me acaban haciendo daño. ¿A qué se debe y cómo puedo identificarlas para alejarme de ellas?

Sandra García

Las relaciones humanas son el pilar de nuestra vida, pero a veces nos vemos inmersos en emparejamientos tóxicos, ya sean amorosos, familiares o amistosos. Y estos no solo nos coartan como personas, sino que además no nos permite desarrollarnos ni ser felices.

Según explica Manuel Hernández Pacheco, licenciado en Biología y Psicología por la Universidad de Málaga en su libro «¿Por qué la gente a la que quiero me hace daño?» , la dependencia emocional funcional igual que un mecanismo de ludopatía: «En el momento que siento una recompensa con una persona, que en algún momento me trató bien o me hizo sentir querido, me voy a enganchar a esa sensación».

El problema nace, no obstante, cuando esa persona de la que «dependemos» comienza a hacernos daño. «Esto puede ser por dos razones; por un lado está un aprendizaje adquirido en la infancia y que se tiende a repetir; por otro, como había en algún momento un tipo de recompensa, las personas se hacen adictas a esa necesidad. Igual que el que fuma, o el que juega: si en algún momento se sintió bien con eso, ahora no puede dejar de hacerlo», expone Manuel Hernández.

Su consejo en este sentido es que, si una persona se encuentra inmersa en una relación tóxica, aquella en la que «la persona que quiere le hace daño», necesita regularse para conseguir superarlo. «Cuando hay una dependencia, sea de una persona o de una sustancia, lo que nos exige es pasar ese síndrome de abstinencia, pero eso no se hace en un día, se llega poco a poco», explica Hernández Pacheco. Para alcanzar esta regulación, lo más importante suele ser apoyarnos en otra persona, no solo profesionales. Un buen amigo, un profesor o un compañero pueden ser de gran ayuda para salir de ese lugar oscuro.

3. Tengo 61 años y empecé a caminar y trotar desde principios de año. Hago mas de 10.000 pasos y no tengo instructor. Me siento muy bien. Pero mi pregunta es, ¿hay algún tipo de restricción a mi edad? ¿Cómo puedo caminar correctamente?

Magaly Medina

Puede (y debe) caminarse a cualquier edad y si son 10.000 pasos diarios como mínimo, mucho mejor. El entrenador personal Martín Giacchetta lo tiene claro: «No hay disciplina mejor que caminar porque no genera lesiones. Si lo que buscamos es perder peso caminando, depende un poco de lo que comas, pero puedes quemar unas 300 kcal por hora de movimiento», dice el entrenador.

Y para hacerlo bien da los siguientes consejos:

La OMS recomienda caminar 10.000 pasos al día, lo que se traduce en una distancia de siete kilómetros. Para tenerlo en perspectiva, una persona sedentaria, que no se mueve nada, camina unos 3.000 o 4.000 pasos diarios. Lo aconsejable es triplicar estos pasos diarios.

El ritmo al que caminamos influye, pero eso no significa que andar a un ritmo tranquilo no haga nada. Es mejor si se hace rápido, apretando el abdomen, o con alguna carga, como unas pesas en la mano. Aun así, recalca el entrenador que lo importante es cumplir lo más básico, llegar a los 10.000 pasos.

Giacchetta también hace hincapié en la importancia de tener una mente activa lo largo de todo el día. «El hecho de no estar todo el día sentado, ir contando los pasos y tener siempre en mente el movimiento es esencial», aclara.

4. Tengo 42 años y hace unos meses comenzaron a salirme granos en la cara. ¿Es posible tener acné a esta edad? ¿Puede influir la alimentación y hacer que empeore mi caso?

Marta Quinta

«Si tenemos un problema de acné adulto , lo importante es consultar con un dermatólogo, un endocrino e incluso, en el caso de las mujeres, un ginecólogo, porque hay mucho acné en esta edad que puede derivar de enfermedades», explica la doctora Silvia Pérez Gala, de Gala Dermatología y jefa Servicio de Dermatología del Hospital La Luz.

Según asegura la dermatóloga, el acné en la edad adulta , especialmente en las mujeres, «tiene un predominio hormonal muy importante». Pero es cierto que, como sucede con el resto del cuerpo, los tres pilares básicos del bienestar también intervienen. Así, una alimentación equilibrada, un buen descanso y buena forma física ayudan a evitar la aparición de acné.

En el caso específico de la alimentación , Carolina González, dietista nutricionista y colaboradora de Doctoralia, explica que no hay evidencia científica que confirme la asociación directa de la mala alimentación y la aparición de acné. Aun así, explica que se ha observado que una comida rica en grasas, sal y harina refinada puede hacer que la piel sea más grasa y, si tenemos tendencia a tener acné, es posible que nos salgan más granos.

«Debe primar una buena alimentación y la hidratación. Tener un nivel de hidratación adecuado es fundamental para la piel, para que luzca más tensa. Es mejor que el agua sea de mineralización débil. Y también debemos tener en cuenta el líquido de frutas y verduras que tomamos», explica González.

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