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Los 20 alimentos que no debes meter en la cesta de la compra

Los alimentos ultraprocesados son casi el 65% de la oferta de un supermercado. Estos, muy atractivos por su sabor y comodidad, son normalmente alimentos con muchos azúcares, grasas saturadas y harinas refinadas, elementos que no deberían formar parte de una alimentación saludable.

27/01/2020
Actualizado 01/09/2021 a las 15:09h.

Cereales. Los cereales integrales pueden ser una buena opción para desayunar, con un poco de yogur o la merienda. Pero, lo que debemos evitar son las opciones azucaradas, que nos aportan calorías vacías y más azúcares de los recomendados.

Bollería industrial. Al igual que las galletas, los bollos y dulces procesados están repletos de grasas saturadas, azúcares y harinas refinadas. Si los tomamos en el desayuno, siempre es mejor optar por unas tostadas con jamón, o aguacate por ejemplo, una opción repleta de energía, saludable e igual de rica. Unsplash

Galletas. Otro alimento por el que debemos optar siempre por su versión casera. Las galletas, cuya composición tiene como base el azúcar y harinas, siempre serán mejores si las hacemos en casa que si nos decantamos por la versión ultraprocesada. Unsplash

Lasaña procesada. Si preparas una lasaña casera, con todos los ingredientes naturales, puede ser un plato delicioso y, aunque no para comer todos los días, bueno. Si en cambio optamos por una lasaña precocinada, estamos de nuevo ante un alimento ultraprocesado que es mejor evitar. Unsplash

Azúcar. Los azúcares procesados, cuanto más lejos, mejor. Según la OMS, el consumo de azúcar no debe exceder del 5% de nuestras calorías diarias, y con los alimentos procesados es muy fácil sobrepasar el límite. Unsplash

Nuggets. Los nuggets son una «pasta» de pollo que ha pasado por un procesamiento. A parte, tendemos a freírlos, por lo que esta cocción le añade más calorías. Unsplash

Caramelos. Como todos los dulces ultraprocesados, los caramelos no son muy saludables. Aunque podemos optar por sus versiones sin azúcar, es un alimento que contiene gran cantidad de aditivos y es mejor tomar con moderación. Unsplash

Sopa instantánea. Otra opción rápida, fácil, y no muy saludable. Las sopas instantáneas son alimentos ultraprocesados en los que los nutrientes y vitaminas no tienen gran protagonismo y dan paso a gran cantidad de aditivos que, aun siendo seguros, no hay que tomar en exceso. Unsplash

Helados. Los helados están muy buenos, pero si los compramos ya congelados, estamos llevándonos a casa un alimento ultraprocesado lleno, de nuevo, de calorías y azúcar y con muy poco valor nutricional. Unsplash

Zumos envasados. Si un zumo natural, exprimido por nosotros mismos, sigue manteniendo muchos de los nutrientes y vitaminas de una pieza de fruta, no ocurre lo mismo con los envasados. Estos llevan una gran cantidad de azúcar, casi un 10%, un porcentaje similar al de los refrescos. Unsplash

Pastilla de caldo. Las pastillas de caldo tienen un altísimo contenido en sal, así como potenciadores de sabor y grasas. Por ello, es mejor evitar su consumo y optar por hacer caldo de manera casera.

Pan de molde. El pan de molde es un alimento complicado que eliminar de nuestra alimentación. Por ello, es mejor intentar optar por panes con harinas integrales o de masa madre y olvidarnos del pan blanco, mucho menos saludable. Adobe stock

Pizza. Aunque es una opción fácil para cenar algo rápido un día que no tengamos tiempo, las pizzas precocinadas son alimentos ultraprocesados llenos de calorías vacías que debemos desterrar de nuestra dieta.

Patatas fritas. Aunque las patatas, como materia prima, son un alimento versátil y saludable, al freírlas (y pasar por un procesamiento) se convierten en un alimento lleno de calorías y con muy poco aporte de nutrientes. Adobe Stock

Margarina. La margarina puede ser buena opción para las personas que no toman huevo y leche, dado que se hace solo con materiales vegetales, pero esta lleva muchos aditivos y conservantes para conseguir un sabor y textura similar a la de la mantequilla. Adobe Stock

Carne picada procesada. La carne picada que compramos y ya viene en una bandeja puede llevar aditivos para su conservación. Es mejor optar por ir a la carnicería y pedir directamente un trozo de carne para que la preparen en el momento.

Salsas. Las salsas son perfectas para darle un poco de vida a nuestros platos, pero siempre debemos optar por opciones caseras y no comprar salsas procesadas. Estas llevan un alto porcentaje de azúcares y grasas saturadas. Adobe Stock

Refrescos. Los refrescos son uno de los ultraprocesados que más consumimos. Repletos de azúcares saturados (por cada 100 gramos, un refresco puede llegar a tener 10) debemos desterrarlos de nuestra alimentación si queremos que sea equilibrada. Adobe Stock

Jamón york. Aunque nos lo vendan como jamón, hay quien dice que «el jamón york no existe». Este fiambre está formado por diversas partes del cerdo y muchas veces es menos saludable de lo que nos hacen creer.

Salchichas. Otro caso de carnes procesadas de las que es difícil entender con exactitud la composición y origen. Si nos apetece comer salchichas, será mejor decantarnos por las opciones «frescas».

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