Javier Cercas: «No soy independentista y no me gustan las aventuras»
El escritor recrea el mundo de los quinquis en «Las leyes de la frontera», su nuevo libro

Javier Cercas llegó con su familia a los cuatro años a una Gerona muy diferente de la actual. Cuenta que un día se aventuró con otros chavales y el utilero del equipo de balonmano más allá del Pont de la Barca, la frontera de la ciudad. Al otro lado del río descubrió otro mundo: chabolas y barracones donde se hacinaban miles de inmigrantes llegados de todos los rincones de España.
Cuenta también que al repasar los diarios de la Transición para su “Anatomía de un instante”, descubrió que los quinquis disputaban titulares a los políticos: capitaneados por Juan José Moreno Cuenca, alias El Vaquilla, inspiraron canciones de Los Chichos y las películas de Eloy de Laiglesia y José Antonio de la Loma: los “perros callejeros”, apunta, “se convirtieron en mitos en un país necesitado de mitos, ellos se lo creyeron y esa fue su catástrofe”. Aquella época quedó grabada en su retina, hasta revivir cuatro décadas en “Las leyes de la frontera” (Mondadori) .
En la Gerona de 1978, “te encontrabas con los personajes de mi novela, en los autochoques y futbolines y sentías más miedo que admiración…” Años después, el escritor constató en una exposición sobre los quinquis que todos acabaron muertos por acciones violentas o la heroína . Surgió la pregunta: ¿Por qué ellos sí y yo no?”.
La Transición, subraya Cercas, «es lo mejor que ha pasado en España»
De los frágiles límites entre la norma y el delito trata “Las leyes de la frontera”: es la historia de El Gafitas, un muchacho de clase media que se enrolla con El Zarco y se enamora locamente de Tere, la chica de ese delincuente inequívocamente deudor de El Vaquilla. Partiendo de hechos reales y de testimonios como el abogado Carlos Monguilod o el policía Paco Pamplona, Cercas califica “Las leyes de la frontera” de pura ficción… aunque “la ficción pura no existe y está felizmente contaminada de realidad”.
Territorios desconocidos
“Charnego privilegiado”, según sus propias palabras, el autor de “Soldados de Salamina” recuerda que Cataluña “se hizo con la inmigración”. Al esbozar “Las leyes de la frontera” reconstruyó literariamente el Barrio Chino, donde hoy abren sus puertas los establecimientos más selectos de Gerona.
Más allá de los quinquis como el Vaquilla -que acabó como el Boquilla, caricatura patética del mito- la Transición, subraya Cercas, “es lo mejor que ha pasado en España, después de siglos de matarnos”. Por eso no le gusta la Cataluña secesionista: “Yo no soy independentista. Las aventuras me apasionan en libros y películas, pero no en política: prefiero los países aburridos, no estropear lo que nos dejaron nuestros padres . Cuando el presidente Mas afirma que nos metemos en territorios desconocidos me estremezco. Un político no puede meterse en territorios desconocidos: si se estrella vamos todos detrás”.
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