Durante los meses más gélidos del año es fácil toparse con tramos de carretera nevados e incluso helados. ¿Qué hacer entonces? Pues en primer lugar, y como es lógico, reducir la velocidad como primera norma de pecaución: en carreteras deslizantes el coeficiente de adherencia se divide por 4. Así, si la velocidad está limitada a 90 km/h no se deben superar 25 km/h.
Además, y más que nunca, conducir con suavidad, evitando maniobras y volantazos bruscos. Pie flojo sobre freno y acelerador, y hacer freno motor todo lo posible, sobre todo en descensos, aunque de continuo evita que los discos se sobrecalienten. A la vez, mejora el consumo. Si notamos que las ruedas bloquean al frenar, aflojar freno para recuperar adherencia. Luego frenar poco a poco antes de iniciar curvas y virajes.
Imprescindible, neumáticos en condiciones: son el único punto de contacto con la calzada. A ser posible, por debajo de 7ºC usar cubiertas de invierno. Ojo, los todoterreno y SUV no las llevan de origen. Su sistema de tracción consagra mayor adherencia sobre firmes nevados, helados o embarrados al empujar desde 4 puntos, pero si la cosa se torna delicada serán necesarias cadenas (sin parar de cualquier manera para situarlas), como en cualquier otro vehículo: sobre nieve muy dura o hielo, sólo éstas nos sacarán del apuro. Y hay que ponerlas (véase vídeo del RACE sobre estas línéas acerca del uso de este dispositivo) en las 4 ruedas, aunque si sólo tenemos 2 las pondremos en las ruedas delanteras (tracción y dirección).
Obligatorio: respetar, más que nuca, la distancia de seguridad. Otra cosa: el control de estabilidad, que detecta patinajes y limita la fuerza impulsora llegando a frenar, según circunstancias, la rueda o ruedas afectadas, ayuda en casi todas las condiciones. Por ello, sólo se desactivará al comenzar la marcha sobre terrenos muy resbaladizos (nieve, hielo, aceite, barro...) si concluimos que es totalmente imposible iniciar el movimiento: lo normal es que ahí las ruedas patinen ligeramente, pero una vez cojamos inercia es recomendable conectarlo. Otra situación donde, a baja velocidad, puede ser adecuado apagarlo momentáneamente es al ir con cadenas, para evitar que su acción confunda la electrónica del sistema y nos limite el avance.
¿Hay un coche perfecto para ir sobre nieve? Sí y no, pues se trata de uno de los medios más hostiles para la circulación rodada. Con todo, uno ligero, pequeño y con tracción 4X4 permanente, calzado sobre neumáticos estrechos o invernales, al estilo del Fiat Panda 4X4 , es más capaz en esos entornos que un 4x4 grande, pesado y con neumáticos anchos.
A modo de conclusión, sobre suelos resbaladizos no olvides:
- Arrancar en 2ª y conducir en marchas largas
- Tomar curvas lo más abierto posible y ser progresivo con el volante
- Acelerar suavemente
- Freno motor y suavidad sobre el pedal de freno
- Cadenas sólo sobre la nieve, nunca en asfalto
- Evitar circular voluntariamente en condiciones adversas
- Depósito de combustible lleno, ropa y calzado de abrigo a mano (no está de más llevar una manta para afrontar un largo viaje por lo que pueda pasar), guantes, teléfono móvil cargado y mecánica general (atención al alumbrado) en perfecto estado antes de afrontar un trayecto
- Asesorarnos de las condiciones de tráfico y de la meteorología antes de iniciar la marcha