Más mosquitos, garrapatas y enfermedades: el calor impacta en la salud
Varios casos de dengue y virus del Nilo reflejan que estas enfermedades serán cada vez más frecuentes en España
El cambio climático y la globalización atraen a insectos que encuentran las condiciones para asentarse
Cataluña detecta dos casos autóctonos de dengue en Malgrat de Mar

Son cada vez más los tipos de mosquitos, garrapatas y hasta chinches que han encontrado en España un lugar donde asentarse. Las temperaturas al alza son uno de los factores que provocan que estos insectos, que antes podían llegar hasta nuestro país pero no ... se topaban con las condiciones adecuadas para quedarse, se encuentren a gusto y permanezcan. Lo están sufriendo ganaderos por todo el país, pues hay un mosquito del género culicoides atacando a al ganado bovino y provocándole la enfermedad hemorrágica epizoótica (EHE), que en en algunos casos les lleva incluso a la muerte. Hasta el momento, y no parece que vaya a pasar, esta enfermedad no impacta en la salud humana, pero la mayor presencia de insectos aumenta también la de enfermedades que sí dañan a hombres y mujeres. Los ejemplos más recientes se encuentran en Cataluña y Extremadura. En la primera, esta semana se han detectado dos casos autóctonos de dengue, concretamente en la localidad barcelonesa de Malgrat de Mar. La segunda ha informado recientemente de dos casos asintomáticos del virus del Nilo en la provincia de Badajoz, que fueron detectados por el Banco de Sangre, con los que ascienden a 11 los casos confirmados en la región en lo que va de año. Y las previsiones indican que la tendencia no va a revertirse, sino que estas patologías, que hasta ahora destacaban por ser muy poco comunes, serán con el paso del tiempo más habituales.
Una de ellas es el dengue, que se transmite por mosquitos de la especie Aedes. Según los datos del Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés) en 2022 se registraron 71 casos autóctonos de dengue en los países de la Unión Europea, la misma cifra en un solo año que los notificados entre 2010 y 2021. En concreto son los mosquitos Aedes aegypti y Aedes albopictus los que lo transmiten y es el segundo tipo el que está instalado en España, tal como advierte un informe del Ministerio de Sanidad del pasado julio. «En España, Aedes albopictus está establecido en gran parte del territorio y se dan las condiciones climáticas adecuadas para que se produzca el ciclo biológico del virus una vez introducido«, señala el documento.
El mismo texto afirma que actualmente este mosquito está establecido a lo largo del litoral mediterráneo desde Gerona a Cádiz y en Baleares, Aragón, Castilla-La Mancha, Ceuta, Extremadura, Madrid, Navarra, País Vasco y La Rioja. Pero lo mismo ocurre con otras enfermedades como el virus del Nilo, transmitida por mosquitos del género Culex, o la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo, que transmiten garrapatas.
España ha aprobado recientemente un plan de vigilancia para controlar la presencia de estos vectores
Existen dos factores que explican la proliferación de estos insectos, explica Noemí Sevilla, directora del Centro de Investigación en Sanidad Animal (CISA-CSIC). «Uno es la globalización, que ha llevado a que especies que no existían en España lleguen en una maleta. Y antes llegaban en el avión y morían, pero ahora por el cambio climático tienen la climatología adecuada para anidar. Están abundando cada vez más especies de insectos en general en zonas donde antes no existían. Hay mosquitos que antes estaban en África y no llegaban aquí, y ahora con el clima cada vez más caliente llegan», afirma.
Es precisamente lo que ocurre con los mosquitos culicoides que están atacando al ganado. La EHE lleva aproximadamente un año circulando por España –antes nunca se había detectado– pero en las últimas semanas ha alcanzado ya las comunidades del norte del país, donde hasta hace poco no había logrado llegar. «Está teniendo un impacto muy importante en la ganadería de vacuno y en el sector cinegético, como el ciervo. Provoca en los animales lesiones a nivel oronasal y afecta a su capacidad de ingestión de alimentos, por lo que se empiezan a debilitar hasta el punto de que en ocasiones puede derivar en la muerte«, lamenta Nicolás Urbani, veterinario asesor de la Federación Española de Caza.
Falta de humedad
Este mosquito, afirma Urbani, está activo con temperaturas medias y con ausencia de humedad. «Los culicoides son especiales porque son extremadamente pequeños, practicamente de un par de milímetros de tamaño, y los arrastra el viento con muchísima facilidad. Y como cada vez tenemos más eventos con calimas africanas y enfermedades como la lengua azul o la EHE llevan muchos años circulando por el norte de África, era un poco cuestión de tiempo que soplase viento del sur, arrastrase mosquitos y nos trajera el problema», apunta por su parte Christian Gortázar, catedrático de Sanidad Animal en el Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC).
Y esto, dice Gortázar, se puede extrapolar a lo que está ocurriendo con las enfermedades que sí afectan a los humanos, como el dengue o el virus del Nilo. «La fiebre del Nilo está apareciendo cada véz más al norte y en temporadas más largas porque los mosquitos que la transmiten encuentran mejores condiciones, viven durante más tiempo y tienen más capacidad de transmitir el virus», expone. En el caso del dengue, prosigue, la globalización ha favorecido la expansión del mosquito, que antes no existía en España. «Ahora empiezan a estar presentes y si a eso le sumas que pueda venir una persona infectada de un país donde circula la enfermedad, si se juntan se puede originar el ciclo local de la infección, y esto está ocurriendo cada vez más», explica el investigador del IREC.
En España se ha aprobado recientemente un plan nacional de vigilancia de estos vectores, comenta Gortázar, que hasta el momento se centra en el género Culex, por el virus del Nilo, y en el Aedes, por el dengue. «Pero la idea es ir englobando otros vectores y ampliarlo también a las garrapatas, porque también está presente la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo», aclara Gortázar.
Los episodios de calima africana, cada vez más frecuentes, favorecen la llegada de mosquitos que antes no estaban presentes
Hasta la presencia de las chinches, que han desatado el pánico durante las últimas semanas tras haber sido detectadas en cada vez más hogares españoles, responde a las consecuencias de estos factores. «A la chinche le pasa lo mismo, que no le gusta el frío ni determinadas condiciones. Aunque no es el único factor para su expansión, hay otros como la falta de medidas», afirma Mar Faraco, presidenta de la Asociación de Médicos de Sanidad Exterior. Afortunadamente, estos no provocan enfermedades.
Respecto a los mosquitos que sí las provocan, Faraco destaca que los vectores están instaurándose «de forma definitiva», de manera que «es más fácil que de una enfermedad, en vez de un caso haya muchos». «Realmente hay un cambio en la ecología que favorece el crecimiento de esos vectores. Y ello conlleva más enfermedad», sentencia. Son necesarias, apunta, medidas para controlarlas, «porque estas enfermedades siguen siendo exóticas, pero con el tiempo pueden dejar de serlo». Medidas de vigilancia, tener el control de la situación y saber las especies que están presentes son solo algunas de las que se deben priorizar. «Lo que podemos conseguir es que no nos lleguen a tal velocidad que no podamos controlar y se nos colapse el sistema», dice.
En este contexto adquiere especial relevancia el enfoque 'One health', la estrategia de salud pública que reconoce las interacciones e interdependencias entre la salud ambiental, animal y humana. El pasado viernes, la Organización Mundial de la Salud (OMS), instó a los líderes mundiales a aumentar su compromiso político y a llevar a cabo acciones para invertir en este enfoque. «Es necesario tener un enfoque integrado en el control de estos vectores. Y es necesario especialmente en enfermedades como el Virus del Nilo Occidental, porque es un virus que se mantiene de forma natural entre mosquitos y aves y cuando hay muchos infectados puede pasar a las personas. Hay que ver lo que está sucediendo en salud animal porque si no, no se pueden predecir con anterioridad las infecciones humanas», expone Rubén Bueno, doctor en Entomología y Responsable del Centro de Excelencia Europeo en Control de Vectores de Rentokil Initial. Esa conciencia, asegura, predomina cada vez más en la administración pública, «pero todavía hay mucho por hacer».
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«Hoy en día, para reducir el impacto de estos virus la principal estrategia preventiva es desarrollar programas de control de los mosquitos, y eso es competencia de la administración. Y a nivel individual todos tenemos el deber de ponérselo difícil en nuestros entornos privados»,, sostiene.
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