«La mayoría de los afectados por Covid persistente pasaron el virus de forma leve e incluso asintomática»
Las causas por las que la enfermedad afecta a algunas personas todavía se desconocen
Covid persistente: dos millones de españoles arrastran la enfermedad

Las causas por las que en algunos pacientes no desaparece la sintomatología que conlleva el Covid persistente se desconocen todavía. Sí se ha observado, explica Pilar Rodríguez Ledo, presidenta de la Red Española de Investigación en Covid persistente (Reicop), que no influye que el ... virus se manifestara con dureza. «No influye la gravedad, y si bien es verdad que hay algunas personas que tuvieron una infección respiratoria aguda grave con secuelas importantes, en la mayoría de casos no hablamos de esto», asegura. Aunque algunos de los enfermos sí llegaron a estar en la UCI, prosigue esta médico, el grueso de los afectados de 'long Covid' son personas que pasaron la enfermedad de forma leve o incluso sin síntomas. «Algunos solo supieron del contagio por una prueba positiva», constata.
Choca también que en muchos casos no había ninguna enfermedad previa. «La mayoría de estas personas no tenían patologías previas crónicas, sino que eran personas sanas en su mayoría, que no tenían ninguna otra enfermedad concomitante, incluso tenían buen nivel de actividad física y como mucho a lo mejor lo que tenían era un asma leve», prosigue.
Se ha constatado también que más del 70 por ciento de las afectadas son mujeres y de edad media. «El 50% tienen entre 36 y 55 años», puntualiza Rodríguez Ledo. Pero hay pacientes de Covid persistente de todas las edades, incluso niños, en los que por lo general diagnosticarlo es incluso más complicado. «En los niños la manifestación es mucho más difícil de identificar. Lo que vemos en los pequeños es que la mayor parte de las veces pasan la infección aguda asintomáticos y después expresan esos déficits de concentración, de memoria y astenia cuando, de repente, dejan de jugar en el patio, dejan de estar con sus amigos, etc.», describe la presidenta de la Reicop.
Los diferentes estudios internacionales que hay en marcha apuntan a diferentes hipótesis como la persistencia viral, la autoinmunidad, la inflamación y las alteraciones en la microbiota o en los vasos sanguíneos. Sobre la fisiopatología de la enfermedad se sabe poco aunque una de las evidencias más sólidas, según reconoce Lourdes Mateu, coordinadora de la Unidad de Covid Persistente del Hospital Germans Trias de Badalona (Barcelona), es que su aparición está vinculada a una disfunción de nuestro sistema inmunitario. «Los pacientes que tienen Covid persistente presentan una alteración en el sistema inmunitario, en particular una activación del complemento que favorece la inflamación de la pared interior de los vasos sanguíneos y que podría ser la responsable de algunos de los síntomas que tienen los pacientes», admite.
Sin tratamiento
«Todavía no hay un tratamiento que apunte a las causas, solo terapias dirigidas a combatir los síntomas, aunque hay muchos grupos a nivel internacional que están investigando y eso aporta mucha esperanza», expone Mateu. Su grupo lidera precisamente uno de los estudios en marcha, el ensayo 'Thalassa', con el que se pretende evaluar la «seguridad y tolerabilidad» de la plitidepsina, un antitumoral desarrollado por PharmaMar para el tratamiento de diversos virus, entre ellos el SARS-CoV-2.
La especialista subraya, además, la importancia de vacunarse para protegerse contra la patología. En la misma línea, Rodríguez Ledo insiste en que «el peligro no ha desaparecido», aunque la inmunidad y las vacunas han rebajado ya las cifras de la enfermedad: al principio de la pandemia hasta el 30% de los contagiados desarrollaban Covid persistente y más adelante ese porcentaje se estabilizó hasta el 10%. «Probablemente las cifras ahora estén en un 6%», señala. El Ministerio de Sanidad ya ha definido el 'long Covid' como enfermedad crónica en su última revisión.
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