El Gobierno prohibirá los sabores en los cigarrillos electrónicos
El Consejo de Ministros aprobará previsiblemente el decreto por el que el tabaco calentado deberá llevar las mismas imágenes de advertencia que el convencional
¿Afecta a los 'vapers'? ¿Cuándo entrará en vigor? Respuestas a la nueva legislación los cigarrillos electrónicos
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Las excepciones con las que contaban los cigarrillos electrónicos de tabaco calentado para no tener que llevar en sus cajetillas imágenes de advertencia como las que presentan los paquetes de tabaco convencional o para seguir ofreciendo productos con sabores o aromas llegan a su ... fin. El Consejo de Ministros aprobará este martes, previsiblemente, un decreto sobre la regulación de la fabricación, presentación y comercialización del tabaco calentado, según ha podido saber ABC.
Se trata de un real decreto que modifica el anterior Real Decreto 579/2017, de 9 de junio, por el que se regulan determinados aspectos relativos a la fabricación, presentación y comercialización de los productos del tabaco y los productos relacionados. Lo que se hace mediante este cambio normativo es adaptar la legislación española a la europea, pues España aún tenía pendiente la transposición de la Directiva Europea 2022/2100 sobre tabaco calentado.
Al adaptar esta directiva, la legislación española incluirá la definición de tabaco calentado. Es, como constará en la norma, «un producto del tabaco novedoso que se calienta para producir una emisión que contiene nicotina y otras sustancias químicas, la cual es luego inhalada por los usuarios, y que, dependiendo de sus características, es un producto del tabaco sin combustión o un producto del tabaco para fumar», la misma definición que recoge la directiva europea que ahora se transpone. Por tanto, estos cambios no afectarán a los váper, aunque el Ministerio de Sanidad anunció recientemente que quiere regular el uso de todos estos dispositivos, incluidos los que no contienen nicotina, ya que las sociedades científicas y de prevención de adicciones llevan años avisando de que estos productos son la puerta de entrada de los jóvenes al tabaco.
Hasta ahora, la legislación española establecía que los productos del tabaco que se comercialicen en el país no pueden «tener un aroma característico» ni «contener aromatizantes en sus componentes, como filtros, papeles de fumar, envases, cápsulas, o cualquier otra característica técnica que permita modificar el olor o sabor de los productos del tabaco, o intensificar el humo. Los filtros, papeles y cápsulas no podrán contener tabaco ni nicotina». Pero de esto quedaban exentos, según establecía la norma, «los productos del tabaco distintos de los cigarrillos y de la picadura para liar». Sin embargo, en el decreto que se verá este martes en el Consejo de Ministros se añade la coletilla «y de los productos de tabaco calentado», por lo que esas prohibiciones afectarán ahora también a los cigarrillos electrónicos de tabaco calentado.
Con esta modificación legal, que aún puede sufrir algún cambio, el Gobierno también obligará a los productos de tabaco calentado a incorporar los mismos mensajes de advertencia sobre los peligros de fumar y las imágenes que en los paquetes de tabaco convencional. Actualmente, las cajetillas de estos productos llevan un mensaje en el que avisa de que es nocivo para la salud y crea adicción. Con este decreto, además de advertir de que «el humo del tabaco contiene más de 70 sustancias cancerígenas», como se hace en las cajetillas de cigarrillos, el tabaco calentado deberá llevar en sus envases las combinaciones de mensajes e imágenes a color que hay en los paquetes de tabaco convencional, tales como «fumar provoca 9 de cada 10 cánceres de pulmón», «fumar puede matar al hijo que espera» o «los hijos de fumadores tienen más probabilidades de empezar a fumar», entre otros.
Con medio año de retraso
España llega con medio año de retraso a esta normativa. La directiva europea establecía que los Estados miembros deberían adaptarla a sus legislaciones, como tarde, el 23 de julio de 2023, para aplicarlas a partir del 23 de octubre del mismo año. Sin embargo, no se hizo. El anterior ministro de Sanidad, José Miñones, informó el pasado noviembre a los consejeros de las comunidades autónomas en un Consejo Interterritorial de esta transposición, pero en ese momento ya estaba en funciones.
De hecho, la norma ya se sometió a los trámites de consulta pública y audiencia pública, pero según explican a ABC fuentes conocedoras del asunto, el anterior equipo de Sanidad se limitó a transponer la directiva en lugar de ir más allá y abordarlo en profundidad. Cuando salió a consulta pública, se abogaba por una actualización urgente del texto para abordar, entre otras cosas, la exposición de la población más joven a las nuevas formas de consumo de nicotina o las carencias en la regulación de los cigarrillos electrónicos sin nicotina, algo que finalmente queda fuera. El actual ministerio, con Mónica García al frente, quiere conseguir una mayor regulación de los productos derivados del tabaco, pero esta vez no ha contado con el tiempo necesario para aprovechar la ocasión.
La norma es la antesala del plan que prohibirá fumar en terrazas
Este decreto para acabar con los sabores en los cigarrillos electrónicos de tabaco calentado es solo la antesala de la legislación antitabaco que prepara el Gobierno para esta legislatura. El Ministerio de Sanidad ya anunció a finales del año pasado que iba a rescatar y actualizar el plan integral antitabaco para, entre otras cosas, ampliar los espacios donde fumar esté prohibido, como las terrazas de los bares y restaurantes.
Además de en los espacios de los locales de hostelería, Sanidad contempla incluir en la legislación española la prohibición de fumar en lugares donde se practique algún deporte, así como en estadios de fútbol o playas. El coche privado es otro de los espacios donde se podría implantar este veto, aunque todavía hay dudas cobre cómo hacerlo, tal como explicaron fuentes conocedoras del plan a este periódico.
Pero el ministerio tiene claro que no puede dejar fuera de la legislación a los productos derivados del tabaco, especialmente a los vapeadores. Estos dispositivos son consumidos especialmente por los más jóvenes, que empiezan así con el hábito tabáquico. Por ello, Sanidad se ha propuesto regular los váper, con especial énfasis en los que son desechables, pues el departamento que encabeza Mónica García considera que el impacto negativo de estos productos se da por partida doble: en la salud y en el medio ambiente. El objetivo, tal como explicaron fuentes del ministerio, es que las generaciones futuras vengan «libres de tabaco».
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