Con la falda rota y hematomas en los genitales: la chica presuntamente violada en el tren de Durango «no recuerda nada»
La Ertzaintza investiga una posible agresión sexual en fiestas de Bilbao
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La joven no recuerda «nada» de lo que pasó. Lo último que se sabe es que llegó sola en la madrugada del martes a una céntrica estación de Bilbao, del Casco Viejo, cercana al recinto festivo, y que allí cogió el tren de Durango en dirección a su casa. Unos 40 minutos después los vigilantes de seguridad la encontraron en un vagón desorientada y en estado de shock. Se había pasado su parada y apenas podía hablar. Sin embargo, quienes la socorrieron advirtieron de inmediato que tenía la falda rota y hematomas en la zona genital.
Según han confirmado desde el Departamento de Seguridad, la joven fue trasladada de inmediato a un centro sanitario donde se sometió a un reconocimiento médico. «Efectivamente han detectado condiciones compatibles con una posible agresión sexual», confirmaba este jueves el consejero Josu Erkoreka en una entrevista radiofónica.
Sin embargo, la Ertzaintza tiene por delante una compleja investigación. No cuentan con el testimonio de la víctima porque «a partir de una hora determinada» tiene una laguna mental que le impide recordar. «Otras veces hay testimonios más o menos exactos, más o menos fiables, pero hay un relato por parte de la víctima», añadía Erkoreka. Sin embargo, en este caso la mujer no puede aportar ningún detalle sobre lo ocurrido.
A partir de una hora determinada de la madrugada tiene una laguna mental
A falta de testimonio, la Ertzaintza está revisando las cámaras de seguridad de la zona, bastante numerosas, para tratar de encontrar imágenes que le puedan aportar más detalles de lo sucedido. Tratan de averiguar si la presunta agresión se produjo cuando la joven se encontraba aún en el recinto festivo o ya en el tren. También resulta una incógnita por qué la víctima no recuerda nada de lo que pasó. No ha trascendido que en el reconocimiento médico realizado se haya detectado ninguna sustancia. Sin embargo, ante la falta de datos y de testimonios, los investigadores trabajan con todas las hipótesis posibles. «Hay que investigar con más profundidad», ha explicado Erkoreka en la citada entrevista.
Empañan las fiestas
A pesar de los pocos datos que existen, lo cierto es que la única agresión sexual denunciada hasta ahora durante la celebración de la Semana Grande bilbaína ha provocado una gran indignación social. Nada más conocer lo ocurrido, las comparsas de Bilbao, organizadoras de buena parte de los actos festivos, convocaban una concentración en repulsa. En la calle los bilbaínos lamentaban que hechos así terminaran por empañar el buen ambiente que reina después de dos años de pandemia. «Es muy difícil controlar todo lo que ocurre en el recinto festivo», se resignaban muchos de los que esta tarde se encontraban disfrutando de la fiesta.
También se ha mostrado muy crítico el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, durante la tradicional recepción que celebra cada año el consistorio durante las fiestas. «Aquí sobran los indeseables que agreden a las mujeres», ha advertido. También lanzaba un mensaje a quienes están perpetrando los pinchazos en el recinto festivo: «Los tontos no tienen sitio en Bilbao».
«Los tontos no tienen sitio en Bilbao»
Juan Mari Aburto
Alcalde de Bilbao
Porque si bien la agresión sexual es el hecho más grave denunciado hasta ahora, lo cierto es que las fiestas también se están viendo empañadas por un goteo incesante de mujeres que denuncian haber recibido un pinchazo. La Consejería de Seguridad había registrado 25 casos de este tipo hasta el miércoles.
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A pesar de las cifras, el consejero de Seguridad ha querido hacer un llamamiento a la tranquilidad. «Es un fenómeno extraño que no sabemos exactamente a qué responde, quién lo promueve y con qué finalidad», ha asegurado. Según ha explicado, en algunos de los casos ha habido una «falsa percepción» por parte de las mujeres y las exploraciones médicas han descartado la agresión. En el resto, sí se ha detectado la punzada pero los análisis posteriores han descartado la inoculación de ninguna sustancia. «Hoy por hoy el fenómeno que se está viviendo no tiene nada que ver con la sumisión clínica», ha concluido Erkoreka.
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