Por qué España se ha convertido en el paraíso de las estadounidenses que quieren retrasar su maternidad
Optan por cruzar el Atlántico y recorrer miles de kilómetros en busca de precios hasta cuatro veces más bajos para congelar sus óvulos
Los destinos preferidos son México por su proximidad y España por contar con una legislación más permisiva, sin restricciones de edad
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Milvia, una compañía con sede en San Francisco (Estados Unidos) ha abierto un nuevo mercado de negocio ligado a la fertilidad. La compañía ha calculado que millones de mujeres estadounidenses están dispuestas a congelar sus óvulos para retrasar sin riesgo su maternidad, ... pero solo unas pocas pueden permitírselo. O su empresa les paga el tratamiento, como hacen algunas tecnológicas, o buscan un destino seguro donde el proceso sea más económico.
Y ahí entra Milvia y otras agencias similares que están convirtiendo la congelación de óvulos en una experiencia más, casi como un retiro de fertilidad en el que además de pasar por el proceso médico se puede disfrutar de un viaje turístico placentero. La oferta incluye tratamientos en Canadá, Reino Unido, Grecia, República Checa, Noruega..., aunque el destino preferido para muchas estadounidenses es México por su proximidad y también España.
El dinero es el mejor reclamo para hacer las maletas y cruzar el océano atlántico: 3.900 euros por tratamiento en las clínicas españolas frente a los 16.600 euros de media (18.000 dólares) en Estados Unidos, según los datos que maneja 'Frezze Health', una herramienta con datos comparativos de precios con clínicas que preservan la fertilidad en todo el mundo. El coste de conservar los óvulos en los tanques de congelación también es más bajo que en otros países. Cuesta una cifra anual de entre 240 y 500 euros anuales frente a los 1.000 dólares (922 euros) de Estados Unidos.
En la elección de España, además del precio, pesa también la calidad de sus clínicas y una de las leyes de reproducción asistida más permisivas de Europa. No hay, por ejemplo, restricciones de edad para congelar los óvulos, como sucede en Francia, donde una mujer no puede conservarlos si ya ha cumplido 35 años. Tampoco existe un tiempo tasado para mantenerlos congelados o restricciones a parejas gay. La ley española también es más flexible cuando llega el momento de fecundar los óvulos y hacer un tratamiento de fecundación 'in vitro'. En caso de que fuera necesario esperma de donante, este sería siempre anónimo; nunca se desvelaría su identidad, al contrario de lo que sucede en Reino Unido.
Madrid, Barcelona, Alicante...
El único requisito de quien se decanta por España es tener dos semanas libres. La agencia se encarga de todo, desde organizar los vuelos, la reserva de hotel o el apartamento, además de buscar la mejor opción médica. Entre los destinos más populares están las clínicas de rerproducción asistida de Madrid, Barcelona, Alicante o Málaga.
Cuando llegan las pacientes se les somete a una batería de pruebas que incluyen análisis de sangre y una ecografía. Después se pauta un tratamiento con inyecciones para estimular la producción de óvulos y en el momento apropiado se realiza la extracción de óvulos. Este último paso se realiza en quirófano, bajo sedación y sin ingreso hospitalario. Tras unas horas de descanso se puede hacer una vida prácticamente normal. Todo el proceso se completa en dos semanas.
No solo Estados Unidos exporta pacientes a España, también Francia, Reino Unido o Italia. En este caso, «nos favorece tener una legislación menos restrictiva», opina Pascual Sánchez, director médico del grupo Ginemed. A partir de los 35 años se reducen las posibilidades de concebir y también de tener óvulos de buena calidad. La ley española no prohíbe congelar más allá de esa edad, pero hay recomendaciones de buenas prácticas de las sociedades científicas.
«Cuando una paciente viene a nuestros centros, le mostramos las posibilidades de que conciba un hijo con sus óvulos. Existen unas tablas que marcan el porcentaje de éxito en función del número de óvulos recogidos y de la edad. Por ejemplo, una donante de 38 años a la que se le extraigan diez óvulos tiene un 45% de posibilidades de ser madre. Con ocho óvulos y 26 años el porcentaje es superior al 75%».
para ser madre
¿Por qué congelar?
A partir de los 35 años, la fertilidad en la mujer declina. La congelación de óvulos es un 'seguro' cuando se necesita retrasar la maternidad.
¿Hay algún límite de edad para hacerlo?
Lo mejor es conservar los óvulos antes de cumplir los 35 años, pero en España no hay límite legal para hacerlo. Aunque las posibilidades de ser madre se reducen cuanto más se tarde en congelar.
¿Lo cubre la sanidad pública?
El deseo de retrasar la maternidad no tiene financiación pública. En una clínica privada el coste de la extracción más la medicación oscila entre los 3.000 y 4.000 euros. El mantenimiento es de 30 euros mensuales.
La ventaja de las europeas que acuden a los centros españoles es que cuando desean ser madres pueden reclamar su material biológico y hacerse el tratamiento en su propio país. «Más allá de las fronteras europeas, sería más complicado porque la legislación europea facilita la circulación del material biológico en su territorio; en el caso de las estadounidenses se complica más y sería más fácil hacerse el tratamiento de fertilidad en España», advierte.
Un boom aún por explotar
Los expertos en fertilidad creen que la preservación de fertilidad entre las españolas aún está despegando. Las estadounidenses aún nos llevan ventaja. Los últimos datos de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF) muestran que en 2020 se realizaron 4.7115 tratamientos para congelar óvulos, 1.735 fueron por causas médicas, como la preservación antes de un tratamiento oncológico, pero 3.745, el grupo más abultado, fueron por «otras causas». En este apartado se incluirían las mujeres que han tomado la decisión solo por retrasar su maternidad. El registro de la SEF no permite saber cuántas de ellas eran extranjeras.
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Las razones que argumentan para hacerlo es ganar tiempo en su carrera profesional, pero también por rupturas de parejas. «En mi experiencia, la mayoría son mujeres con más de 35 años que dejan a su pareja, desean ser madres y deben empezar de cero en busca de una nueva relación». La congelación de óvulos se ve como un seguro para algún día intentar ser madre.
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