China y el Vaticano acuerdan extender por cuatro años más el acuerdo sobre nombramientos de obispos
Vigente desde 2018, hasta ahora se renovaba sólo cada dos años, lo que impedía trabajar a largo plazo
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Aparentemente, Pekín se ha adelantado unas horas al anuncio oficial de que la Santa Sede y la República Popular China han renovado su acuerdo sobre nombramiento de obispos. No se trata de un acuerdo diplomático, pues oficialmente no mantienen relaciones, sino del reconocimiento de ... un mecanismo para poder nombrar obispos.
El Vaticano considera que los términos del acuerdo han sido mejorados, pues hasta ahora debía renovarse cada dos años, y ahora estará en vigor durante cuatro, lo que permitirá actuar a largo plazo. A la Santa Sede le hubiera gustado que Pekín permitiera la presencia de un representante «no residencial» de la Santa Sede en China, para resolver tempestivamente las diferencias y facilitar el mecanismo, pero la propuesta no ha salido adelante.
#China and the #Vatican have decided to extend their provisional agreement on the appointment of bishops for an additional four years, the Chinese Foreign Ministry announced on Tuesday. Signed in 2018, the agreement has been extended twice, in 2020 and 2022, with both sides… pic.twitter.com/dXo4dJxHbL
— Global Times (@globaltimesnews) October 22, 2024
«Tanto China como el Vaticano han valorado positivamente los resultados de la aplicación de este acuerdo», ha asegurado este martes el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Lin Jian. «A través de consultas amistosas, las dos partes han decidido extender el acuerdo por otros cuatro años», añadió. El ministerio de exteriores ha asegurado que «ambas partes mantendrán relaciones constructivas y diálogo para mejorar las relaciones entre China y el Vaticano».
También a mediodía, un comunicado del Vaticano confirmaba que «la Santa Sede y la República Popular China, en vista del consenso alcanzado para una fructífera aplicación del Acuerdo provisional sobre el nombramiento de obispos, tras las oportunas consultas y evaluaciones, han acordado prorrogar su validez por otros cuatro años, a partir de la fecha de hoy». «La parte vaticana mantiene su intención de continuar el diálogo respetuoso y constructivo con la parte china, para el desarrollo de las relaciones bilaterales en vista del bien de la Iglesia católica en el país y de todo el pueblo chino», ha añadido en el mismo tono que el ministerio de Exteriores de Pekín.
Términos secretos
Los términos del acuerdo, básicamente fijados en tiempos de Benedicto XVI, se mantienen secretos, pero el Vaticano los firmó tras años de negociaciones. El mecanismo entró en funcionamiento en octubre de 2018, y desde entonces ha sido confirmado por ambas partes en 2020 y en 2022. La clave es que Pekín reconoce que una institución extranjera, en este caso el papado, puede legítimamente intervenir en asuntos locales, en concreto, en el nombramiento de obispos.
El Papa Francisco se pronunció sobre el acuerdo el pasado 13 de septiembre, durante la rueda de prensa de regreso de su viaje al Sudeste Asiático. «Estoy contento del diálogo con China, el resultado es bueno, incluso para el nombramiento de obispos estamos trabajando con buena voluntad. Y por esto he escuchado a la Secretaría de Estado, sobre cómo van las cosas: estoy contento.
«En plena comunión jerárquica con el Papa»
Para Roma, el principal resultado del acuerdo es que «todos los obispos católicos de la República Popular China están en plena y pública comunión jerárquica con el Papa», como destacó hace unas semanas Gianni Valente, director de la agencia de noticias del Vaticano especializada en países de misión. Valente subrayó que desde que entró en vigor el nuevo mecanismo «no ha habido ordenaciones episcopales ilegítimas, es decir, celebradas sin el consentimiento papal», como ocurría hasta entonces. Además, han sido ordenados 9 obispos con el consentimiento del Papa y Pekín ha reconocido a ocho obispos que eran «no oficiales» o clandestinos. Por otra parte, han viajado obispos de la República Popular China a encuentros en el Vaticano, cuando por ejemplo hasta entonces no podían hacerlo, ni siquiera en el caso del Concilio Vaticano II.
Vistas estas ventajas, para que no se rompiera el acuerdo, en 2023 el Vaticano cordialmente atribuyó a problemas de coordinación la decisión del gobierno de nombrar obispo de Shanghái a Joseph Shen Bin, hasta entonces obispo de Haimen y Francisco confirmó ese nombramiento tres meses después.
El Vaticano no reconoce el «Consejo de obispos chinos»
Otra de las cuestiones que no se han resuelto es la distribución de las diócesis. La Santa Sede mantiene la distribución vigente antes de la llegada del Comunismo, que dividía el país en 143 diócesis, mientras que Pekín ha actualizado la distribución a 97. El Vaticano tampoco reconoce el «Consejo de obispos chinos», una especie de conferencia episcopal con la que no mantiene relaciones.
El acuerdo «provisional» cuenta con muchos detractores, entre los críticos del Papa Francisco. Éstos consideran que da legitimidad al régimen comunista y que no abre espacio a los 12 millones de católicos chinos. Efectivamente, se mantienen en vigor restricciones como la entrada de menores de edad en las iglesias y han sido retiradas cruces del tejado de algunas iglesias.
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