El otro genoma humano
Numerosas enfermedades se acompañan de alteraciones del microbioma, desde diabetes, obesidad y trastornos metabólicos
El ser humano se dota desde el nacimiento de una población de células microbianas ( microbiota ) incorporadas a muchas localizaciones de nuestro organismo. Nuestros cromosomas albergan unos 20.000 genes , pero para vivir necesitamos muchos más. Los microbios que nos habitan aportan ... ese «otro genoma humano», el microbioma, que supone nada menos que 150 veces más genes. Se cumple una década de la primera publicación sobre el microbioma humano; hemos ido descubriendo qué funciones nos aportan esos genes microbianos, desde la digestión y el metabolismo de muchos nutrientes hasta la detoxificación . La variedad del microbioma humano es extraordinaria, depende de la dieta, el hábitat, la edad, etc. Todo ello hace más complejo su abordaje, pero la conclusión es clara, importa la funcionalidad del conjunto más que la composición.
Los avances en el conocimiento del microbioma demandan ya su aprovechamiento para la mejora de la salud . Numerosas enfermedades se acompañan de alteraciones del microbioma, desde diabetes, obesidad y trastornos metabólicos; también hay una conexión de la microbiota con el sistema nervioso. Incluso el progreso de metástasis tumorales se relaciona con varios elementos de la microbiota. Al igual que se constatan alteraciones de ésta por tratamientos antibióticos.
El reto es desarrollar intervenciones sobre la microbiota que aporten un beneficio clínico para tratar patologías diversas. Es aquí donde se precisa no sólo conocer bien los integrantes de la microbiota sino demostrar la utilidad y seguridad del tratamiento mediante experimentación clínica. El trasplante fecal de sanos a enfermos es la intervención más extendida, aunque no exenta de riesgos, su empleo ya es habitual para resolver algunas infecciones intestinales muy graves. Pero, las posibilidades son mucho más amplias, en los anaqueles de nuestras farmacias podemos encontrar productos con microbios vivos (probióticos) que son seguros. Pero, reclamar propiedades terapéuticas sólo será posible cuando estas se hayan demostrado. El camino por recorrer es fascinante, desde favorecer con nutrientes (prebióticos) determinadas especies de la microbiota, hasta administrar microbios modificados genéticamente para lograr el mejor efecto. Todo ello requiere esfuerzos que incluyen definir mejor la patentabilidad de células y organismos.
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