Suscribete a
ABC Premium

Llega la revolución energética ciudadana

Varias acciones ciudadanas buscan en las últimas semanas reducir la factura energética de los hogares españoles

Llega la revolución energética ciudadana marta jara

alejandro carra

Con la liberalización del mercado llegaba la competencia entre las empresas y la bajada de tarifas para los usuarios. Pero no parece esa la percepción que tienen los ciudadanos en sus bolsillos, que comienzan a unirse para hacer converger teoría de mercado y realidad presupuestaria familiar . Decir que estamos ante una revolución energética sería exagerado, pero es indudable que los consumidores parecen haber encontrado el interruptor y comienzan a encenderlo para obtener su cuota de ventajas del mercado libre o para poner el foco sobre situaciones que pasan desapercibidas, cuando no deberían.

El primer aviso lo dio hace un año un informe titulado « Pobreza energética en España », un estudio elaborado por la Asociación de Ciencias Ambientales y desarrollado en el marco del proyecto REPEX , cofinanciado por el Fondo Social Europeo . José Luis López, coordinador de proyectos de la Asociación , resume perfectamente un concepto del que no hemos oído hablar mucho en nuestro país, pese a que ya en 2010 un 10 % de los hogares españoles lo sufría. «La pobreza energética es la incapacidad de un hogar para satisfacer una cantidad mínima de servicios de la energía para sus necesidades básicas , como mantener la vivienda en unas condiciones de climatización adecuadas para la salud, de 18 a 20º C en invierno y 25º C en verano. Y no hacerlo tiene consecuencias para la salud que van más allá del confort». De hecho, una de las conclusiones del estudio es que «entre 2.300 y 9.300 muertes prematuras de personas de edad avanzada podrían evitarse si se erradicase la pobreza energética».

Protesta contra la «pobreza energética»La solución no es fácil sin embargo, puesto que la solución de la mejora en la eficiencia energética de las casas –que también podría dar un empujón al empleo– está fuera del alcance de los hogares más vulnerables, por evidentes razones económicas. Para llamar la atención sobre ese problema, este pasado 23 de octubre la Plataforma por un Nuevo Modelo Energético , que reúne a cerca de 200 asociaciones, convocaba a una concentración en el centro de 15 ciudades de España para protestar, iluminados por velas y tapados con mantas , en nombre de los dos millones de personas que, asegura Vicente Barcía, portavoz de la plataforma, «no tendrán otra cosa para calentarse en este invierno».

No ha sido este el único movimiento energético ciudadano. El pasado día 17, tuvo lugar en España una subasta de energía eléctrica muy especial, en la que una pequeña comercializadora, Holaluz.com, resultaba vencedora y ofrecía a los integrantes de la iniciativa QuieroPagarMenosLuz , promovida por la OCU , un ahorro de casi 50 euros anuales, o de 25 para aquellos que tuviesen contratada la Tarifa de Último Recurso. Puede que no mucho en euros, pero sí en términos –casi medio millón de personas se unieron para la puja – de movilización de usuarios.

Ahorrar bajando la potencia contratadaIgual que ellos, desde hace un par de días, y animados por Greenpeace, Facua y Oxfam-Intermon y su campaña bajatelapotencia.org , casi un millar de ciudadanos se han sumado, por el momento, a esta iniciativa para rebajar su factura. Con ella quieren hacer ver a los usuarios la importancia de saber interpretar el recibo de la luz , eso que el último informe de la OCDE dice en su apartado sobre comprensión lectora que es un arcano para el español medio. Entender correctamente ese recibo, nos dice Rubén Sánchez, portavoz de Facua , abriría los ojos a la mayoría de los españoles, de la exagerada potencia que tenemos contratada. «No es que la mayoría de los consumidores no sepan interpretar los gráficos del recibo de la luz, es que no saben que la potencia contratada es la potencia máxima que se puede consumir simultáneamente y por tanto la que te permite tener conectados a la vez varios aparatos eléctricos; y no es necesario que todos estén funcionando al mismo tiempo». De ahí, insiste Rubén, en la necesidad de calcular correctamente las necesidades de cada hogar, «porque en la factura por la luz se paga por dos conceptos: el consumo realizado y la potencia contratada ». Y de esta última, una gran mayoría se olvida a la hora de poner en práctica sus estrategias familiares de ahorro, que en estos tiempos, y hasta que en las economías domésticas se note la salida de la recesión, son vitales.

Llega la revolución energética ciudadana

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación