Robert de Niro, Al Pacino... Ser padre después de los 80 ni es fácil ni bueno para el bebé

Los últimos en apuntarse al club de los progenitores mayores famosos han sido Robert de Niro (79 años) y Al Pacino (83 años), que recientemente han anunciado sendas nuevas paternidades. El protagonista de 'Taxi driver' con su pareja, Tiffany Chen, de 45 años; y el segundo con Noor Alfallah, su novia de 29.

«El efecto de la edad paterna sobre la calidad del semen y por tanto en la fertilidad y capacidad reproductiva es controvertido porque no hay una definición global universal para el envejecimiento paterno avanzado«, explica a ABC el doctor Ferrán García, andrólogo especialista en Reproducción Asistida de Institut Marquès. Sin embargo, el experto advierte de que »en la mayoría de publicaciones se considera que esa edad se sitúa en los 45 años o más, aunque la literatura está llena de estudios que presentan resultados contradictorios«.

Lo que es innegable es que el envejecimiento afecta a todas las funciones y órganos del cuerpo y el sistema reproductor masculino no es una excepción. «Se afecta la función testicular, disminuye el número de células que producen espermatozoides y testosterona y aparecen alteraciones de las hormonas reproductivas, por lo que los parámetros espermáticos clásicos (número, movilidad y volumen de semen) van a disminuir», afirma el doctor Ferrán García.

La edad paterna avanzada también se ha relacionado con un incremento de la tasas de mutaciones en la descendencia, por lo que hay mayor riesgo de enfermedades genéticas; y con aneuploidias cromosómicas (los espermatozoides tienen más o menos de 23 cromosomas). Esto último provoca un mayor riesgo de que que los embriones formados por esos espermatozoides acaben en aborto.

Incluso utilizando técnicas de reproducción asistida, disminuye el porcentaje de éxito de la fecundación in vitro y se incrementan las tasas de nacimientos prematuros. «Hay trabajos que relacionan una mayor edad del padre con el incremento del riesgo de autismo o de trastornos del espectro autista en la descendencia, así como de esquizofrenia, acondroplasia, trastornos bipolares o leucemia infantil«, advierte el especialista del Institut Marquès.

En la misma línea, el doctor Pascual Sánchez, cofundador y director médico de Ginemed, afirma que, en el caso del síndrome de Down, la edad paterna, y no solo la materna, puede aumentar las probabilidades a partir de los 55-60 años.

El experto advierte de que los hombres también tiene reloj biológico, aunque no haya una edad concreta como en el caso de las mujeres. Aunque se ven varones muy mayores que tienen hijos, «la mayoría de ellos empieza a ser un poco menos fértil a edades tempranas. Desde los 30 años comienza el ligero descenso, pero hasta los 45 es imperceptible. A partir de los 45 años lo primero que vemos es que aumentan un poco las tasas de abortos y, a partir de los 60-65 años, es bastante complejo tener niños de modo natural«.

El experto de Ginemed recuerda que, a partir de esa edad, «puede costar conseguir una erección, la capacidad que tienen los testículos de producir y procesar los espermatozoides adecuadamente se deteriora bastante, la próstata no funciona igual de bien y se pierde fertilidad». En su opinión, los que consiguen tener un hijo a una edad muy avanzada son una excepción. «A más del 90% de los hombres con 80 años les es imposible dejar a una mujer embarazada«, asegura. Aunque no descarta que en algunos de estos casos se haya recurrido a técnicas de reproducción asistida.

Ambos expertos coinciden en que los óvulos de una mujer joven pueden arreglar algunas cosas en los espermatozoides mayores, pero otras no, y tiene sus riesgos.