Este pequeño cambio en tu dieta puede reducir el riesgo de muerte prematura
El tipo de bebida que eliges puede suponer un mayor o menor beneficio para tu salud, según un estudio
Beber diariamente refrescos con azúcar eleva el riesgo de enfermedad cardiovascular
Reemplazar las bebidas azucaradas por agua, café o té está relacionado con tasas más bajas de muerte prematura debido a enfermedades cardiovasculares
Moderar o evitar el consumo de bebidas azucaradas siempre es buena idea si queremos llevar una dieta saludable. Algunos estudios ya han relacionado el consumo de este tipo de refrescos con un mayor riesgo de muerte. Ahora, una nueva investigación apunta a que en adultos con diabetes tipo 2, reemplazar las bebidas azucaradas por agua, café o té está relacionado con tasas más bajas de muerte prematura debido a enfermedades cardiovasculares y otras causas, según una investigación publicada por 'The BMJ'.
Un mayor aumento en el consumo de café y té desde antes hasta después del diagnóstico de diabetes también se asoció con tasas de mortalidad más bajas. Estos hallazgos resaltan el papel potencial de las bebidas saludables en el manejo del riesgo en adultos con diabetes tipo 2, señalan los autores.
En 2021, más de 500 millones de adultos en todo el mundo tenían diabetes tipo 2, que conlleva un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular y muerte prematura, y se prevé que esta cifra aumente a 783 millones para 2045.
La dieta juega un papel clave en el control de la diabetes, pero se sabe poco sobre la ingesta de tipos específicos de bebidas en relación con la muerte y las enfermedades cardiovasculares entre los adultos con diabetes tipo 2.
Los investigadores se basaron en datos de 15.486 adultos (74 % mujeres; con una edad promedio de 61 años) diagnosticados de diabetes tipo 2 que formaron parte del Estudio de Salud de Enfermeras (1980-2018) y del Estudio Seguimiento de Profesionales de la Salud (1986-2018) en Estados Unidos.
El consumo de bebidas se evaluó mediante un cuestionario de alimentos validado y actualizado cada dos y cuatro años. Esto incluía bebidas endulzadas con azúcar, bebidas endulzadas artificialmente (bajas en calorías), zumo de frutas, café, té, leche baja en grasa y entera, y agua.
Durante un promedio de 18,5 años de seguimiento, los investigadores registraron 3.447 casos de enfermedad cardiovascular y 7.638 muertes.
Después de tener en cuenta otros factores de estilo de vida y el historial médico, encontraron que los participantes con la ingesta más alta de bebidas azucaradas (más de 1 ración al día) tenían un 20 % más de riesgo de muerte por cualquier causa en comparación con los participantes con la ingesta más baja (menos de 1 ración al mes).
Por el contrario, el alto consumo de otras bebidas (hasta 6 raciones al día) se asoció con una menor mortalidad: 26% más baja para el café, 21% para el té, 23% para el agua y 12% para la leche baja en grasa.
En comparación con aquellos que no cambiaron su consumo de café en el período posterior al diagnóstico de diabetes, se observó una mortalidad por todas las causas un 18% menor en aquellos que aumentaron el consumo de esta bebida. También se encontró un patrón similar para la mortalidad por todas las causas para el té y la leche baja en grasa.
Reemplazar las bebidas azucaradas por aquellas con edulcorantes también se asoció con una menor mortalidad. Del mismo modo, cambiar los refrescos azucarados o edulcorados, el zumo de frutas o la leche entera por café, té o agua se asoció con una menor mortalidad por todas las causas.
Al tratarse de un estudio observacional, no se puede establecer la causa, y los investigadores reconocen que el consumo individual de bebidas puede estar relacionado con otros factores de riesgo dietéticos y de estilo de vida para la enfermedad cardiovascular y mortalidad entre adultos con diabetes, y no pueden descartar la posibilidad de que los errores de medición o la clasificación errónea pueden haber influido en los resultados.
Sin embargo, defienden que se trata de un estudio grande, con un largo período de seguimiento, altas tasas de respuesta y evaluaciones detalladas y repetidas de las variables dietéticas y de estilo de vida antes y después de un diagnóstico de diabetes.
«En general, estos resultados brindan evidencia adicional que enfatiza la importancia de las opciones de bebidas para mantener la salud general entre los adultos con diabetes. Son necesarios más estudios para replicar y explorar más a fondo estas importantes asociaciones», concluyen.
«Este nuevo estudio amplía nuestra comprensión de las implicaciones para la salud de diferentes bebidas para adultos con diabetes tipo 2», apunta Nita Forouhi de la Unidad de Epidemiología MRC, Universidad de Cambridge, en un editorial vinculado. En el mismo, señala que quedan preguntas, como el efecto de añadir azúcar al café o al té, y el impacto de otras bebidas populares, como batidos, licuados de frutas y chocolate caliente. Tampoco está claro si los hallazgos se aplican a diferentes grupos de población, ya que el estudio se centró en profesionales de la salud estadounidenses predominantemente blancos.
Sin embargo, «la elección de la bebida claramente importa», asegura. «Evitar las bebidas azucaradas es convincente en la población general, y es razonable cambiar el enfoque a otras que tienen más probabilidades de tener efectos positivos para la salud: café, té, agua y leche baja en grasa», concluye.
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