Esta es la bebida que un neurólogo evita por riesgo de sufrir infartos cerebrales y que es habitual en España

María Albert

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19/03/2024 a las 13:47h.

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Mantener una dieta equilibrada y saludable no solo pasa por consumir alimentos con pocas calorías y muchos nutrientes, aunque muchos piensen que sí. De hecho, hay alimentos y bebidas que no afectan al proceso de pérdida de peso, pero que sí pueden influir en la salud física de las personas, provocando incluso alteraciones en algunos de nuestros órganos más importantes.

Es el caso del cerebro, para el que los hábitos diarios desempeñan un papel fundamental, especialmente a la hora de mantener una mente ágil y de reducir el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares. La dieta también entra dentro de estas costumbres y, aunque hay algunos caprichos que podemos permitirnos ocasionalmente, los expertos aseguran que hay ciertos productos que debemos evitar siempre que podamos.

Así lo reconoce Shaheen Lakhan, un reputado neurólogo afincado en Miami (Estados Unidos), que ha señalado que existen algunas bebidas especialmente populares ─también en España─ que pueden afectar a nuestra salud cerebral de forma casi irreversible.

Los productos de los que habla Lakhan no son otros que los refrescos gaseosos que, en su versión azucarada o edulcorada artificialmente, se han convertido en una opción para muchas personas que buscan endulzar sus comidas ─su consumo ha aumentado un 16% desde 1990─. Sin embargo, aunque es muy habitual ver a algunos ciudadanos recurrir a estas bebidas para hidratarse en su día a día al margen del agua, también se han asociado a algunos problemas.

Tal y como ha explicado este especialista en salud cerebrovascular, los refrescos son «uno de los peores alimentos para el cerebro debido a la alta concentración de azúcares simples». Lakhan ha señalado que el consumo habitual de estas bebidas pueden llegar a dañar los vasos sanguíneos que proveen al cerebro, pudiendo provocar varios problemas de salud a los usuarios que los toman.

Entre los efectos que pueden tener para nuestro cerebro, Lakhan ha recordado que estos dejan «al cerebro sin el combustible que necesita para funcionar», lo que a largo plazo puede conducir a sufrir «demencias prematuras y accidentes cerebrovasculares». Sin embargo, no es la única consecuencia que el consumo de refrescos puede provocar: a corto plazo, el azúcar inflama el cerebro y produce irritabilidad, bajo estado de ánimo y alteraciones del sueño.

Además, esta bebida puede afectar a nuestro cerebro más allá de los infartos cerebrales, causando adicción con antojos y abstinencia, también con aquellas edulcoradas artificialmente. «Incluso las versiones dietéticas o cero de los refrescos tienen efectos negativos, ya que los aditivos sin calorías estresan el cerebro y lo engañan para que consuma más calorías y desee azúcar real», ha desvelado este experto.

No es la primera vez que un experto se pronuncia en contra de estas bebidas por los problemas que ocasiona el consumo. Los azúcares que contienen se han asociado muy a menudo con trastornos como la obesidad, la diabetes o incluso el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. Por otra parte, los edulcorantes artificiales pueden afectar negativamente a la microbiota intestinal, ocasionando desde problemas en el sistema inmunitario hasta un mayor riesgo de padecer depresión.