Seguramente muchos de nosotros ya tengamos algún familiar, amigo o conocido cercano que sea vegano o vegetariano (si es que no lo somos nosotros mismos). Muchas veces encontrar comida para ellos se convierte en una odisea más allá de los productos frescos obviamente veganos como la fruta y la verdura. Más aún cuando no estamos acostumbrados a buscar alternativas. En la web te traemos algunas recetas como la crema de calabaza, la quinoa con verduras, la sopa de miso o los garbanzos fritos.
Puede que si nunca nos hemos preguntado acerca de este tipo de alimentación creamos que ciertos productos, como las galletas o bollos, son veganos porque evidente no llevan carne. Pero para que un producto sea vegano tiene que cumplir muchos más requisitos que ese. Exactamente no contener ningún ingrediente que sea de origen animal. Esto incluye lácteos como la mantequilla, el huevo que está prácticamente omnipresente en todos los procesados como aglutinante, y gelatinizantes que son una mezcla de cartílagos normalmente porcinos. Pero además te sorprenderías la cantidad de bebidas alcohólicas, como algunos vinos, que no son veganas porque en su proceso se utilizan ingredientes de origen animal, u otros productos que contienen colorantes, saborizantes o aromatizantes que tampoco son veganos.
Sin embargo, una vez que somos conscientes de que casi nada de lo que contienen de manera habitual las estanterías de los supermercados es vegano y que para conseguir procesados veganos normalmente hay que buscar “la estantería o la nevera vegana”, es decir los alimentos intencionadamente veganos, viene la segunda sorpresa: “¡Ups! ¿Eso es vegano?”. Y es que hay algunos procesados de toda la vida que no están en “la estantería de veganos” pero que se mantuvieron siempre al margen del uso de colorantes, gelatinizantes, conservantes, aglutinantes y un largo etcétera de ingredientes de origen animal y por tanto son veganos, lo que llamamos alimentos accidentalmente veganos.
¿Qué es el veganismo accidental?
Los alimentos accidentalmente veganos son alimentos a base de plantas que ya comemos, y que probablemente hemos estado comiendo la mayor parte de nuestra vida, como la mantequilla de cacahuete o las Oreo. Los alimentos intencionadamente veganos son aquellos que han sido desarrollados, en su mayor parte, para imitar a sus homólogos no veganos, como los nuggets de tofu, de carne vegetal o cremas de cacao y avellanas, que clásicamente tienen productos lácteos. Ahora, echemos un vistazo más de cerca a algunos de estos productos. Seguro que nos sorprenderemos.
No hay nada que pueda alegrar más a un vegano que descubrir que no tiene que dejar de comer alguno de sus alimentos favoritos porque es “accidentalmente vegano”. Muchas patatas y snacks que estamos comúnmente acostumbrados a comer entre amigos no lo son por contener algún saborizante o conservante, sin embargo, los Doritos con sabor a chile dulce picante sí lo son y a casi todos encantan. Casi todas las variedades de las galletas Oreo, que hemos nombrado anteriormente, también lo son. Sí, sí, esa deliciosa crema Oreo no lleva mantequilla ni leche.
Muchos alimentos son veganos y no lo sabemos
Volviendo a los snacks, algunas variedades de Lays, las famosas galletitas saladas Ritz, los clásicos Fritos o las Ruffles originales pero, lo que es más sorprendente, las Ruffles jamón y queso, son accidentalmente veganos. Pero ojo al siguiente fichaje, existe en el mercado aceitunas sabor a anchoa que no llevan nada de pescado. Se trata de las aceitunas sabor a anchoa de la marca Jolca y son accidentalmente veganas.
También encontramos algunos cereales como los Choca Flakes de Cuétara. Y siguiendo con Cuétara, las clásicas Campurrianas de toda la vida. En fin, que solamente tenemos que fijarnos más en la letra pequeña para darnos cuenta de todos los alimentos que hemos consumido toda nuestra vida sin ser conscientes de que eran veganos.
Por supuesto, todo el mundo sabe que la fruta, la verdura, los cereales y las legumbres son veganos porque son, literalmente, plantas. Pero ahí acaba la diversión. Si nos damos una vuelta por nuestra despensa seguro que encontraremos pastas, salsas, alubias, mantequilla de cacahuete o de otros frutos secos, duces, encurtidos, frutos secos, galletas, mermeladas, siropes, y condimentos en abundancia.
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