Sopa Minestrone con pasta mafalda corta. Un clásico de la cocina italiana

Sopa Minestrone con pasta mafalda corta. Un clásico de la cocina italiana

Icono personas Para 4Icono euro 1.37€/pers.Icono calorias 190kcal/100g

Ingredientes

  • 150 g. de mafalda corta Garofalo
  • 200 g. de alubias blancas cocidas
  • 100 g. de judías redondas bobby
  • 1 cebolla grande
  • 2 zanahorias
  • 1 rama de apio
  • 2 patatas
  • 1 calabacín
  • 2 tomates
  • 2 dientes de ajo
  • 1,5 l. de caldo de pollo casero (o agua en su defecto)
  • 3 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra (y un poco más para servir)
  • Sal al gusto
  • Pimienta negra molida
  • Queso parmesano rallado (para servir)
  • Hojas de albahaca (para servir)
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Hoy te traigo uno de esos platos que apetecen muchísimo los días de frío: la sopa minestrone. Esta receta, de origen italiano, es un clásico reconfortante y la verdad es que resulta muy fácil de preparar. Una de las principales características de esta sopa es que se elabora principalmente con una buena variedad de verduras y, durante todo el año, se se puede ir adaptando según la temporada de las mismas.

Y por si no fuera poco, cabe decir que existen muchas versiones de esta elaboración ya que, en función del lugar en el que nos encontremos, se prepara de una manera o de otra. Por ejemplo, la inclusión o no de alubias. Eso sí, los ingredientes que prácticamente todas sus variantes tienen en común son la cebolla, la zanahoria y el apio, la base indispensable para un buen sofrito a la italiana.

En esta ocasión, vamos usar la mafalda corta de Garofalo. Una opción con una forma divertida y, dada la calidad del producto, es perfecta para sopas de pasta pues, incluso dentro del caldo, mantiene muy bien su punto al dente. Y si estás buscando más recetas de sopas caseras y tradicionales no te pierdas nuestro recopilatorio del blog. ¿Qué más puedo decir? Pues que esta sopa te enganchará seguro. ¡Espero que tanto como a mí!

Receta de sopa Minestrone con mafalda corta

Sopa minestrone con mafalda corta. Un clásico de la cocina italiana

Preparar el sofrito para la sopa

  1. Comenzamos preparando las verduras del sofrito que será la base de nuestra sopa minestrone. Pelamos y picamos la cebolla en cuadraditos.
  2. Luego pelamos la zanahoria, la cortamos en bastones a lo largo de medio centímetro de grosor y luego en cuadraditos.
  3. Por último, tomamos el apio, lo lavamos, cortamos el tallo en tres o cuatro trozos y cada trozo en dos o tres tiras. Luego cada tira la cortamos también en dados pequeños.
  4. Una vez que tenemos las verduras cortadas, calentamos el aceite de oliva en una cazuela grande a fuego medio.
  5. Cuando esté caliente, añadimos la cebolla, la zanahoria y el apio, y los sofreímos durante unos 5 minutos. Sabremos que están listos cuando la cebolla se vuelva transparente. Removemos de vez en cuando para que no se queme.
  6. Mientras el sofrito se prepara tomamos un par de dientes de ajo, los pelamos y los picamos lo más fino que podamos. Aunque también valdría machacarlos o utilizar un exprimidor de ajos.
  7. Añadimos el ajo picado a la cazuela, removemos bien para que se integre con el resto de las verduras y dejamos que se sofría durante 1 minuto más, hasta que libere todo su aroma.
Sopa minestrone con mafalda corta. Un clásico de la cocina italiana

Cocción en el caldo del resto de verduras

  1. Ahora, cubrimos el sofrito con el caldo de pollo casero y lo ponemos al punto de sal. Es importante ajustar bien de sal en este momento para que así vayan tomando sabor las verduras que vamos a ir añadiendo. Subimos el fuego para que se vaya calentando.
  2. Mientras tanto, seguimos preparando el resto de las verduras. En este caso, como la que más tarda es la patata, pues pelamos y cortamos las patatas en cubos. Que sean más o menos regulares para que se cocinen de manera pareja.
  3. Una vez cortadas, las añadimos a la cazuela y removemos. Cuando rompa a hervir, dejamos que las patatas se cocinen durante unos 5 minutos, para que empiecen a ablandarse.
  4. Aprovechamos ahora y preparamos las judías verdes. Para ello, les daremos un enjuague, le quitamos las puntas y las cortamos en trocitos de medio centímetro de largo.
  5. A los 5 minutos de echar las patatas, añadimos las judías y removemos para que todo quede bien distribuido en el caldo.
  6. Cinco minutos después de añadir las judías verdes, es el momento de incorporar el calabacín que previamente lo habremos lavado o pelado y cortado en trocitos del mismo modo que las patatas.
  7. La última verdura que nos queda son los tomates que los lavamos, les quitamos el pedúnculo y los cortamos en cubos para luego añadirlos a la olla 5 minutos después que el calabacín.
  8. Cinco minutos más tarde, añadimos el tomate, que previamente habremos pelado y cortado en cubos. El tomate aporta acidez y frescura, elementos clave para equilibrar los sabores de esta sopa rica y contundente.

Incorporar la pasta y presentación final del plato

  1. Justo después del tomate, dejamos que recupere la ebullición y, sin esperas, incorporamos a la cazuela la pasta mafalda corta de Garófalo. Le damos unas vueltas para que no se pegue y dejamos que cueza durante el tiempo necesario para que quede al dente, como nos indican en el paquete
  2. Un par de minutos antes de que la pasta esté hecha, incorporamos las alubias blancas cocidas. Le damos un último meneo para que se integren sabores, corregimos de sal si fuera necesario y ponemos al punto de pimienta.
  3. Sin tardar, llevamos nuestra sopa minestrone a la mesa y la servimos en los cuencos.
  4. Terminamos con queso parmesano rallado por encima, un toque más de pimienta, un chorrito de aceite de oliva virgen extra y, como toque final, unas hojas de albahaca fresca. ¡Y ya está lista para disfrutar!
Sopa minestrone con mafalda corta. Un clásico de la cocina italiana

Consejos para una sopa Minestrone de rechupete

  • Un truco que realza el sabor del caldo es añadir la corteza del queso parmesano junto con las patatas. Este sencillo gesto enriquece el caldo con un sabor umami que hará que tu minestrone triunfe aún más.
  • Por ejemplo, cuando empieza a refrescar al final del verano, pero que aún tenemos buenos productos de la huerta estival, se puede poner calabacín o tomate. Luego, se puede añadir calabaza o, ya bien entrado el invierno, la coliflor o incluso el brócoli, se pueden volver las estrellas de este plato.
  • Si durante la cocción ves que se evapora mucho caldo, puedes completar hasta cubrir con más caldo o agua.
  • Esta sopa es muy versátil y se adapta a diferentes dietas. Si prefieres una opción vegetariana, puedes sustituir el caldo de pollo por caldo vegetal sin ningún problema. O incluso hacerla solo con agua. En este último caso te recomiendo que añadas algún aromático a la cazuela como laurel, tomillo y romero.
  • Para quienes buscan una versión más rica, puedes añadir trozos de jamón en taquitos o tiras de bacon doradito, que aportan un sabor delicioso.
  • Dado que usar alubias de bote es bastante práctico, así te lo he querido contar. No obstante, puedes cocer las alubias en casa. Primero, 100 g de alubias a remojo durante 8 horas para que se hidraten adecuadamente. Luego, cuécelas en agua durante una hora o hasta que estén tiernas, si prefieres ahorrar tiempo, utiliza una olla exprés. Una vez cocidas, escurrirlas y reservar el agua de cocción, ya que se puede utilizar para sustituir la mitad del caldo para darle sabor.
  • Si decides usar caldo comprado o preparado a partir de pastillas, ten en cuenta que ya puede contener una cantidad significativa de sal. Es importante probar el caldo antes de añadir más sal a la sopa, para evitar que quede demasiado salada.
  • Lo mejor es consumir la sopa minestrone al momento para disfrutar de la pasta en su punto perfecto. Si planeas prepararla con antelación, te recomiendo dejar la cocción de la pasta para justo antes de servirla. Así, evitarás que la pasta se pase o absorba demasiado caldo mientras la sopa reposa en la nevera.
  • Para terminar, cabe recalcar que la minestrone admite una gran variedad de verduras, como calabaza, boniato, guisantes, coliflor o brócoli. Recuerda ajustar los tiempos de cocción al añadir nuevos ingredientes. Por ejemplo, si decides incorporar coliflor, agrégala unos 15 minutos antes de terminar la cocción para que quede al dente y no se deshaga. De esta forma, todas las verduras mantendrán su textura ideal y todo el sabor.

Hemos trabajado 2 horas y 50 minutos para que disfrutes esta receta. ¿Cómo se calcula?

60 min. cocinando, 30 min. para hacer y editar las fotos, 45 min. para redactar y 35 min. para organizar y publicar todo en la web y en redes sociales.
😊 Sin contar lo que dedicamos a investigar cómo hacer la mejor receta, comprar los ingredientes, comerla (y repetirla si no ha salido de rechupete), leer vuestros comentarios y responder a las dudas.

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Sobre el autor

Cuéntame qué tal te ha salido la receta, anécdotas, trucos o preguntas. Leo todos los comentarios y respondo siempre a las dudas. Firmado: Alfonso.

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