Hoy os voy a contar todo lo que necesitas saber sobre una de las bebidas más tradicionales y deliciosas del mundo: la sidra. Si nunca has oído hablar de ella o la has probado, pero no sabes mucho, prepárate para un viaje lleno de historia, anécdotas y, por supuesto, ¡mucho sabor! Tanto que puedes probarlo en recetas como el pollo a la sidra con manzana o la merluza con almejas a la sidra.
El Origen de la Sidra
¿Sabías que la sidra tiene raíces tan antiguas que casi podríamos decir que la bebía la abuela de la abuela de la abuela de tu abuela? Pues sí, así de antigua es. Se cree que ya en la prehistoria, nuestros antepasados más astutos se dieron cuenta de que las manzanas que caían de los árboles y se fermentaban al sol producían una bebida con un «toque especial».
La historia escrita de la sidra empieza con los romanos, que eran grandes fanáticos de cualquier cosa fermentada. Y claro, donde hay romanos, hay conquistas, y donde hay conquistas, hay manzanas. De hecho, Plinio el Viejo, un historiador romano con un nombre que suena a título de película de época, ya hablaba en sus escritos de una bebida fermentada a base de manzana que se bebía en la península ibérica. ¡Ahí es nada!
Con el tiempo, la sidra fue ganando popularidad en diferentes partes de Europa, especialmente en Francia y en el Reino Unido. Pero, sin duda, uno de los lugares más emblemáticos para la sidra es Asturias, en el norte de España. Allí, la sidra no es solo una bebida, es casi una religión. Y es que, según la leyenda, la primera manzana fue plantada por el mismísimo Adán en Asturias. No sé si será verdad, pero la verdad es que tiene su gracia, ¿no?
Durante la Edad Media, la sidra era la bebida predilecta en muchas regiones, sobre todo porque el agua no siempre era segura para beber y, bueno, porque la sidra tenía un «je ne sais quoi» que hacía la vida un poquito más alegre.
¿Cómo se hace la sidra?
Vamos a ponernos manos a la obra y descubrir cómo se transforma una humilde manzana en una bebida tan deliciosa. No te preocupes, no necesitas un doctorado en química, ¡esto es más sencillo que hacer un huevo frito!
- La cosecha de la manzana: Todo empieza con la recolección de las manzanas, que generalmente se realiza en otoño. Las variedades de manzanas utilizadas para la sidra son muy diversas y cada región tiene sus favoritas. En Asturias, por ejemplo, tienen más de 200 variedades, desde la Raxao hasta la De la Riega. ¡Casi nada!
- La selección y el lavado: Después de la cosecha, las manzanas se seleccionan y se lavan bien. Esto es importante porque nadie quiere un trozo de tierra en su sidra, ¿verdad? Se eliminan las manzanas podridas y se deja solo lo mejor de lo mejor.
- El prensado: Una vez seleccionadas, las manzanas se trituran y se prensan para extraer el jugo. Aquí es donde empieza la magia. El mosto, como se llama al jugo de manzana recién prensado, se recoge en grandes tanques de fermentación.
- La fermentación: El mosto se deja fermentar durante varias semanas, a veces incluso meses. En este proceso, los azúcares naturales de la manzana se transforman en alcohol gracias a la acción de unas pequeñas criaturas muy trabajadoras: las levaduras. ¡Un aplauso para ellas!
- La clarificación y el embotellado: Una vez fermentado, el líquido se filtra para eliminar las impurezas y se embotella. Pero espera, que aquí no acaba la cosa. En algunas regiones, como Asturias, la sidra se «escancia», un proceso que consiste en verter la sidra desde una altura considerable para oxigenarla y darle ese toque espumoso tan característico.
Curiosidades y anécdotas
La Sidra y la Leyenda de Adán y Eva
Como ya mencioné, hay una leyenda que dice que la primera manzana fue plantada en Asturias. Claro, lo de la serpiente no se sabe muy bien, pero lo cierto es que la región asturiana es famosa por sus manzanas y su sidra desde tiempos inmemoriales.
El escanciado
Si alguna vez has visto a alguien escanciar sidra, sabrás que parece más bien una actuación de circo. La idea es verter la sidra desde una altura considerable para que al caer en el vaso se oxigene y libere todo su aroma y sabor. Y claro, cuanto más alto la eches, más te arriesgas a acabar empapado. Pero oye, sarna con gusto no pica, ¿no?
Sidra y salud
Aunque no te va a hacer inmortal, la sidra tiene propiedades antioxidantes y, al estar hecha con manzana, ¡ya sabes lo que dicen! «Una manzana al día, mantiene al doctor en la lejanía». Así que, si te tomas una sidra, igual no es lo mismo, pero algo bueno seguro que tiene.
El Festival de la Sidra de Nava
Cada año, en el pueblo asturiano de Nava, se celebra un festival dedicado a la sidra que es toda una fiesta. Gente de todas partes acude para probar las mejores sidras y ver el campeonato de escanciado. Si te gusta la sidra y las fiestas, ¡este es tu sitio!
Recetas con sidra
Pollo a la sidra con manzana
Hoy he preparado una receta de carne con todo el sabor de Asturias, un pollo a la sidra con manzanas que os va a sorprender por lo sencillo de preparar y lo sabroso del resultado. Además podéis preparar la receta con un pollo de corral o bien con el famoso pitu caleya asturiano, el famoso pollo de aldea que se crían sin pienso, en libertad y comiendo maíz, cereales, insectos,… suelen ser más grandes que los de granja gracias a su crecimiento natural. Si tenéis la suerte de poder hacerlo con este tipo de pollo, recordad que la cocción será un poco más, yo le daría 30 minutos más al guiso.
Merluza con almejas a la sidra
Como es lógico, las recetas con sidra son muy tradicionales en Asturias, donde es uno de los principales productos de su gastronomía y su día a día. Uno de mis pescados de cabecera es la merluza, y si encuentro una buena pieza “del pincho” en la pescadería, no me resisto a llevármela para casa. Y volviendo a las recomendaciones, la merluza de Celeiro o la de Burela, son garantía de pescado fresco y de excelente calidad.
Chorizos a la sidra
Una de esas tapas tradicionales que nos gustan a todos, el chorizo a la sidra. Este aperitivo es tradicional de Asturias y, si lo servimos con un poco de pan, es una auténtica delicia. Es unareceta perfecta para cuando tenemos invitados en casa y queremos agasajarles con un plato sencillo pero delicioso. Además combina genial con unas patatas bravas, así que si servís las dos cosas juntas, es un éxito asegurado.
Rodaballo a la sidra
Me apasiona el rodaballo, se trata de un alimento ligero, suave y muy sabroso que nos permite un sinfín de formas de preparación que además de rico es muy sano. Desde un simple rodaballo al horno con patatas, un rodaballo en salsa o rodaballo acompañado de almejas, nos permiten disfrutar de este pez. La receta que hoy os traigo es un rodaballo a la sidra, una sencilla preparación de rodaballo en el horno aromatizada con una estupenda sidra natural, esta vez de procedencia gallega, que también la hay.
En resumen, la sidra es una bebida con una historia rica y fascinante, un proceso de elaboración que combina tradición y maestría, y un montón de curiosidades que la hacen aún más interesante. Así que la próxima vez que te encuentres con un vaso de sidra, recuerda todo lo que has aprendido y, sobre todo, ¡disfrútala! Si te ha picado la curiosidad y quieres probar algo nuevo, ¿por qué no te animas a probar una buena sidra asturiana? Quizás hasta te animes a hacer tu propia sidra en casa. Eso sí, ¡no te olvides de invitarme!
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