Para 6 0.50€/pers. 120kcal/100g
Ingredientes
- 1 cebolla grande
- 1 cebolla grande
- 2 dientes de ajo
- 2 zanahorias medianas
- 1 rama de apio
- 1 vaso de caldo de ave (unos 250 ml.)
- 1 vaso de vino blanco (unos 250 ml.)
- 50 g. de mantequilla
- 2 cucharadas de harina
- 1 hoja de laurel
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal al gusto
- Pimienta negra al gusto
Pongámonos serios (pero no mucho, que esto es una receta y no un examen). La salsa para el pavo al horno es ese toque mágico que hace que una pechuga de pavo seca se convierta en algo digno de aplausos. Puede que el pavo se lleve las miradas en la mesa, pero todos sabemos que lo que realmente te hace repetir plato es la salsa. Así que hoy vamos a preparar una salsa que no solo será deliciosa, sino que también hará que tus comensales te miren como el chef de la familia.
Ahora que estamos en plena acción, es hora de hablar del origen y la versatilidad de esta salsa. Aunque el pavo al horno suele estar asociado a cenas navideñas (con esa mítica escena de todos mirando si el pavo está jugoso o no), la salsa que lo acompaña es más universal de lo que parece. En cada país, se prepara de forma distinta: en Estados Unidos, suelen añadir arándanos; en Francia, algo de nata; y en nuestra querida España, tiramos de ingredientes sencillos y un buen sofrito. Lo mejor de esta receta es que puedes adaptarla según lo que tengas en casa.
Y no olvidemos el truco del día: una buena salsa puede salvar cualquier plato que no haya salido perfecto. Si el pavo quedó algo seco, ¡la salsa es tu mejor aliada! Vamos a recomendarte tres recetas de acompañamiento para que completes tu menú festivo. Si te apetece ampliar tu repertorio de guarniciones, echa un vistazo a estas opciones. Los champiñones salteados al ajillo son una opción ligera y sabrosa para contrastar con el pavo. También puedes preparar una guarnición de puré de patatas casero y fácil, que es perfecto para absorber cada gota de salsa.
Receta salsa para el pavo al horno
Preparación paso a paso
- Empezamos picando la cebolla, los dientes de ajo, las zanahorias y el apio en trozos pequeños. No hace falta que sean perfectos porque luego los vamos a triturar, pero procura que sean de tamaño similar para que se cocinen de manera uniforme.
- Calentamos un chorrito de aceite de oliva virgen extra en una sartén grande a fuego medio. Cuando el aceite esté caliente, añadimos la cebolla y el ajo y los dejamos sofreír hasta que estén bien dorados. Este paso es fundamental porque aquí empieza a formarse el sabor de nuestra salsa.
- Incorporamos las zanahorias y el apio a la sartén y dejamos que se cocinen unos 5 minutos más. Removemos de vez en cuando para que no se pegue y añadimos una pizca de sal para ayudar a que las verduras suelten su jugo.
- Cuando las verduras estén bien pochadas, añadimos las dos cucharadas de harina y removemos rápidamente. Este paso es crucial para espesar la salsa, así que asegúrate de que la harina se integre bien y no queden grumos. Si ves que se pega un poco al fondo, no te preocupes, eso significa que vamos por buen camino.
- Vertemos el vaso de vino blanco y subimos un poco el fuego para que se evapore el alcohol. Dejamos que hierva unos minutos mientras removemos para que los sabores se mezclen.
- Ahora, vamos incorporando el caldo de ave poco a poco mientras seguimos removiendo. Añadimos también la hoja de laurel y ajustamos de sal y pimienta al gusto. Dejamos que la mezcla hierva a fuego lento durante unos 20 minutos para que los sabores se concentren.
- Cuando la salsa haya reducido y esté bien espesa, retiramos la hoja de laurel y pasamos todo por la batidora. Si prefieres una textura más fina, puedes pasar la salsa por un colador, pero eso depende de tus gustos.
- Para darle el toque final, añadimos la mantequilla a la salsa caliente y removemos hasta que se derrita por completo. Este truco le da una cremosidad extra que hará que todos se chupen los dedos.
Consejos para una salsa para el pavo al horno
- Te voy a confesar un secreto: si no tienes caldo de ave, puedes usar agua y una pastilla de caldo concentrado. No será lo mismo, pero también queda rico.
- Si quieres darle un toque más especial a la salsa, añade un chorrito de nata líquida justo al final. Eso sí, hazlo fuera del fuego para que no se corte.
- Otra idea es añadir un poco de ralladura de naranja o de limón a la salsa antes de servir. Este toque cítrico realza el sabor del pavo y sorprende a los comensales.
- Y si te sobra salsa, no la tires. Puedes congelarla o usarla al día siguiente para acompañar un plato de pasta o incluso unas albóndigas.
- Lo bonito de esta receta es que puedes adaptarla como quieras. Por ejemplo, si tienes restos de setas en la nevera, añádelas al sofrito para darle un toque más terroso y otoñal.
- Si eres vegetariano, puedes sustituir el caldo de ave por caldo de verduras y usar mantequilla vegana. El resultado será igual de delicioso.
- Por cierto, ¿sabías que el vino blanco ayuda a resaltar los sabores de las salsas sin añadir demasiadas calorías? Es como ese amigo que siempre sabe qué decir en el momento justo.
- Esta salsa también es perfecta para lucirse en otras ocasiones, no solo en Navidad. ¿Una cena especial? ¿Un domingo con amigos? ¡Cualquier excusa es buena para prepararla!
- Ahí tienes tu receta para triunfar. Ahora no hay excusa para no acompañar ese pavo con una salsa espectacular. Si sigues todos los pasos, te prometo que hasta el más crítico de la mesa pedirá repetir. ¡Que lo disfrutes y te salga para chuparse los dedos!
Hemos trabajado 2 horas y 35 minutos para que disfrutes esta receta. ¿Cómo se calcula?
45 min. cocinando, 30 min. para hacer y editar las fotos, 45 min. para redactar y 35 min. para organizar y publicar todo en la web y en redes sociales.
😊 Sin contar lo que dedicamos a investigar cómo hacer la mejor receta, comprar los ingredientes, comerla (y repetirla si no ha salido de rechupete), leer vuestros comentarios y responder a las dudas.
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