Fácil 
40 min 
Por Alfonso López Alonso
Para 4
1.10€/pers.
440kcal/100g
Ingredientes
- 300 g. de pancita (o torreznos)
- 500 g. de pan del día anterior
- 150 g. de chorizo
- 3 dientes de ajo
- 150 ml. de agua
- Sal
- 1/2 cucharadita de pimentón
Las migas manchegas o migas ruleras son un plato referente de la cocina castellano-manchega, como es el gazpacho manchego, el asadillo manchego o el bacalao a la manchega. Las migas son un plato muy humilde cuya base son migas de pan seco y que se acompaña con chorizo y panceta. Por sencillo que parezca es una receta espectacular, que llena mucho y reconforta el cuerpo.
A las migas también se las conoce como “migas del pastor” ya que era el desayuno de los pastores durante la trashumancia y que resultaba un plato perfecto al ser ingredientes que no se estropeaban y podían transportar y cocinar durante semanas.
Así es como el plato más humilde y gracias al que muchas personas pudieron seguir adelante en épocas de extrema dureza ha sobrevivido hasta nuestros días y no solo se sigue preparando en todas las casas, sino que también es habitual ver las migas en las cartas de los restaurantes más selectos. Así como otros platos tradicionales, como las patatas revolconas en Ávila, las patatas a la riojana en La Rioja o el pulpo á feira en Galicia
Esta es la receta básica, la de antaño que sirvió de desayuno a tantos pastores, con el tiempo se ha ido modificando según la zona y añadiendo otros ingredientes. En cada casa tienen sus trucos para prepararlas y su versión favorita pero los ingredientes que no pueden faltar son los que presentamos.
Receta migas manchegas o ruleras
Preparación paso a paso
- Cortamos el pan del día anterior. En algunas zonas podemos comprar las migas ya preparadas en bolsas, también las podemos comprar on line. Si no solo tenemos que ir sacando pedacitos pequeños de pan.
- Pelamos los ajos y los picamos o los machacamos con un prensador.
- Con las manos vamos humedeciendo el pan dejando caer el agua sobre el poco a poco hasta acabarla.
- Añadimos los ajos picados y mezclamos bien con una cuchara.
- Cubrimos las migas con un paño limpio y las dejamos reposar a temperatura ambiente toda la noche para que absorban el agua y al cocinarlas no queden crujientes como pan tostado.
- El día siguiente troceamos la panceta y el chorizo.
- En una sartén honda o cazuela echamos la panceta. Irá soltando su propia grasa por lo que no será necesario añadir aceite. La doramos unos minutos y la retiramos de la cazuela.
- Añadimos ahora el chorizo que soltará su propia grasa rápidamente. Sofreímos unos minutos y lo retiramos de la cazuela dejando su jugo.
- Echamos las migas en la cazuela. Mezclamos muy bien con el aceite que habrán soltado la panceta y el chorizo.
- Añadimos sal y el pimentón. Mezclamos de nuevo y cocinamos unos 25 minutos a fuego bajo. Removemos bastante seguido para que no se tuesten las migas, por eso se llaman “ruleras” por todas las vueltas que hay que darles al cocinarlas.
- Añadimos la panceta y el chorizo que habíamos reservado. Mezclamos bien, cocinamos un par de minutos más y servimos.
Consejos para unas migas manchegas o ruleras perfectas
- La panceta ahumada cambia por completo el sabor tradicional del plato por lo que no es aconsejable para esta preparación.
- Como vamos a usar pocos ingredientes y tienen gran protagonismo es importante que sean de buena calidad.
Hemos trabajado 4 horas y 30 minutos para que disfrutes esta receta. ¿Cómo se calcula?
40 min. cocinando, 30 min. para hacer y editar las fotos, 120 min. para grabar y editar el vídeo, 45 min. para redactar y 35 min. para organizar y publicar todo en la web y en redes sociales.
😊 Sin contar lo que dedicamos a investigar cómo hacer la mejor receta, comprar los ingredientes, comerla (y repetirla si no ha salido de rechupete), leer vuestros comentarios y responder a las dudas.
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Buenos días. Tengo ochenta años y en mis recuerdos las migas ruleras se hacían con harina, los ingredientes citados y a veces se le añadían alguna sardina salada acompañado, todo en un recipiente aparte con lo que se llamaba un «caldo valiente» que ayuda a pasar las migas. Era una comida típica de segadores.