Carne de ternera picada y sal. Dos ingredientes. No se necesita nada más para preparar una deliciosa hamburguesa que haga que nuestras papilas gustativas bailen de placer. Pero algo tan sencillo de explicar tiene innumerables matices que pueden hacer que la elaboración sea un éxito o un fracaso rotundo. En el blog te damos unos consejos para hacer una hamburguesa de 10.
Es una elaboración antiquísima, cuyos orígenes datan del imperio romano, pero es a finales del siglo XIX y principios del XX cuando se empezó a elaborar tal y como la conocemos a día de hoy. Esta preparación tan sencilla se ideó para cubrir los aportes alimenticios de una comida, de la manera más rápida posible, ya que, en esa época, debido a los inicios de la industrialización, la sociedad tenía un ritmo de vida más elevado por lo que se disponía de poco tiempo para cocinar. Era imprescindible por tanto comer en el menor tiempo posible, pero aportando al cuerpo los nutrientes necesarios para afrontar un largo día.
Siempre hemos asociado las hamburguesas al término “fast food” o comida rápida y, debido a la expansión de cadenas tipo Mc Donalds se las ha llegado a considerar comida basura. Lógicamente, no es lo mismo una hamburguesa de una cadena de comida rápida, la cual está preparada con innumerables conservantes y saborizantes además de estar ultracongelada, que una elaboración preparada por nosotros mismos. De hecho, te dejamos algunas recetas que quedan de rechupete como la hamburguesa Big Mac casera, las tostas de Burger de cerdo con hummus o las mini hamburguesas con foie.

La mejor carne para una buena hamburguesa
La mejor hamburguesa que podemos comer por tanto es la hamburguesa casera, ya que así nos aseguramos de utilizar unos ingredientes naturales pero, ¿Qué tipo de carne debo usar? La carne picada de ternera es el ingrediente principal en una hamburguesa, pero existen innumerables cortes de ternera. ¿Cuál utilizo? Lo ideal son cortes de ternera magra, pero con algo de grasa infiltrada, ya que ésta aportará una jugosidad extra. Vayamos con los más recomendables:
- Aguja: es una de las partes de la ternera más jugosa y tierna, ya que tiene bastante infiltración de grasa.
- Aleta: es una pieza muy magra y con poca grasa.
- Espaldilla: pieza muy jugosa y de sabor intenso. También se la conoce como “solomillo del carnicero”.
- Oreja de solomillo: un corte tierno y jugoso, que proviene de la parte alta del solomillo, aunque se trata de un músculo diferente.

Cada corte tiene distintas cualidades, y también distintos precios, por lo que la elección final dependerá del consumidor, aunque con cualquiera de ellos se puede conseguir un sabroso resultado. Lo ideal es que cualquiera de los cortes elegidos finalmente tenga una proporción de 80/20: 80% carne magra / 20% grasa para así asegurarnos una carne muy sabrosa y a la vez jugosa.
Una vez tenemos elegida la carne que vamos a utilizar para la elaboración de nuestra hamburguesa, llega el momento de la preparación y nosotros te explicamos cómo hacerla casera casi perfecta. Cómo sazonarla, el prensado de la carne, la temperatura de la plancha o parrilla o si aderezamos la carne con algo más que sal, son algunas de las preguntas más frecuentes a la hora de cocinarla. Y aquí es donde entran esos innumerables matices que decía al principio, ya que en cuanto a gustos no hay nada escrito: algunas personas añaden pimienta negra (siempre recién molida será mucho mejor). También hay quien opta por mezclar la carne de ternera con carne de cerdo. Otros añaden una yema de huevo a la carne picada…

Preparación de la carne paso a paso
- Lo primero que debemos hacer es pedir al carnicero que nos pique la carne elegida. Cuanto más reciente sea el picado de la carne, más jugosa estará. Si tienes picadora en casa, mejor que mejor.
- A continuación, sazonamos nuestra carne y boleamos en porciones del peso que queramos dar a nuestra hamburguesa. Pongamos como ejemplo bolas de unos 150 gramos. En este paso es importante tener en cuenta el prensado que damos a nuestra carne. Hay que buscar la proporción perfecta para que la carne quede firme pero no apelmazada.
- Ahora vamos a dar la forma de disco característica. Bien con las manos o ayudándonos de algún molde circular, procedemos a aplastar la bola de carne hasta dejarla con el ancho y el grosor que más nos guste. Dejamos reposar.


Preparación de la hamburguesa
- Cogemos el pan y lo cortamos por la mitad. Opcionalmente se le puede untar mantequilla y tostarlo ligeramente. Eso queda a gusto del consumidor.
- A partir de aquí, se abre un abanico de tantas posibilidades como personas hay en el mundo: añadir lechuga, rodajas de tomate, beicon, queso, etc.
- Una vez tenemos preparado el pan y los ingredientes deseados, y habiendo pasado el tiempo suficiente de reposo de la carne, toca cocinarla.
- Calentamos a fuego medio-alto una sartén o plancha. Cogemos un disco de hamburguesa, untamos ligeramente con aceite ambas caras y cocinamos por un lado. Una vez esté a nuestro gusto, damos la vuelta y cocinamos por el otro lado.
- Uno de los debates más recurrentes en el mundo de la cocina es el punto de la carne. Y como en todo, esto varía según la persona. Algunos prefieren la carne muy hecha, otros casi cruda, están los de término medio… Cada uno tiene sus gustos, por lo que al final, lo interesante de hacer hamburguesas caseras es que le puedes dar el punto que a ti mas te apetezca.

Y por fin tenemos nuestra carne cocinada. Sólo queda poner la hamburguesa sobre el pan, añadir la salsa que más te guste (o no añadir ninguna), taparla con la otra parte del pan y ¡a disfrutar! El mundo de las hamburguesas es infinito, tanto por tipos de carne, como por el punto de la misma, siguiendo por los complementos y terminando con el pan. Y tú, ¿de qué tipo de hamburguesa eres?
Categorías: Aprende a cocinar: técnicas, trucos y consejos Recetas con ternera Recetas de carne picada Recetas de carnes y aves Recetas de hamburguesas