Santiago Carrillo

Sergi Doria

Hablemos, mejor, de la Transición

Cuatro décadas después, donde Suárez sembró concordia, Pedro Sánchez siembra discordia: romería gubernamental de los cien sermones sobre la muerte de Franco (en la cama)

Ignacio Moreno Bustamante

Del mismo palo

Urge empezar a normalizar el día a día de esta España a la que por fuerza quieren dividir entre 'rojos' y fachas'

Adelanto editorial de 'Objetivo: democracia'

Juan Fernández-Miranda

«Es la hora de reivindicar y divulgar la Transición porque la democracia es como montar en bicicleta: si dejas de dar pedales, te caes al suelo. Hacia la izquierda o hacia la derecha»

Cuenca

El maquis revive 25 años después en unas jornadas en Santa Cruz de Moya

Mariano Cebrián

Organizadas por La Gavilla Verde durante este fin de semana, homenajean a los combatientes republicanos que se echaron al monte tras la victoria del franquismo en la guerra civil española que formaban parte de la Agrupación Guerrillera de Levante y Aragón (AGLA)

Jon Juaristi

Regresos

No es casual que la operación sanchista en Cataluña haya coincidido con el pucherazo de Maduro y con el caos ferroviario

Así negoció la República el final de la Guerra Civil

Israel Viana

Con el golpe de Estado que perpetraron contra el presidente comunista Juan Negrín, en marzo de 1939, los republicanos querían obtener la paz sin represalias, tiempo para marcharse al exilio y la libertad de algunos militares

Rosa Belmonte

Vender humo

Dice el marido de Gwyneth que va a hacer unas entrevistas únicas que se emitirán cuando el entrevistado muera

Carlos Príncipe

La bandera y España

Dejar la defensa de la patria y sus símbolos a los conservadores ha sido un grave error que explica a Vox y Alvise

Ignacio Miranda

Una absoluta desfachatez

El transfigurado Sánchez explica que va a seguir trabajando «por la regeneración pendiente de nuestra democracia», aunque a la vez enseña la patita sobre sus aviesas intenciones

Sergi Doria

Josep Pla y las lecciones portuguesas

«Pla criticaba la revolución que, ornada con claveles en los fusiles tras una larga dictadura, había degenerado en un proceso revolucionario comunista que podía convertir al mesurado país lusitano en la Cuba de Europa. La incierta gloria del 25 de abril portugués podía acabar tan mal como la incierta gloria del 14 de abril cuando la República española. Pla constataba que la ilusión lírica de los capitanes de abril había sido enterrada por el prosaico 'agitprop' del marxismo-leninismo»