El doble de Santiago Abascal da calabazas a su cita de 'First Dates' por 'moderna': «Mi prototipo de mujer es la Reina Letizia»
Espe y Manuel buscan una relación estable, pero son polos opuestos en todo lo demás
Un famoso 'tiktoker' se indigna con 'First Dates' por quedarse 'esmayao' con la cena: «Hay más plato que comida»

Dice el refranero popular que «los polos opuestos se atraen», pero en cuestiones de amor ya se sabe que no hay nada escrito. Los caprichos de Cupido son imprevisibles, y ni siquiera el Cupido Carlos Sobera logró que saltara la chispa entre Espe (42) y Manuel (42) en su cita de este viernes 26 de mayo de 'First Dates'.
De hecho, la falta de 'feeling' se veía venir a leguas desde la primera toma de cotnacto. Ella es camarera, jienense y una mujer tan desafortunada en juego como en el amor. Pese a no tener problemas para ligar ,está harte de que los chicos de hoy día solo busquen relaciones de una noche. Cree que tiene mal fario con los hombres, algo que quiso remediar con la ayuda del programa de citas de Cuatro, donde pidió a alguien «con la cabeza bien amueblada, inteligente y cariñoso».
Un hombre muy tradicional
'First Dates' le presentó a Manuel, churrero y sevillano con un gran parecido a Santiago Abascal. Tal es así que tanto Sobera como la propia Espe lo resaltaron. Pero las semejanzas con el político de ultraderecha no acabaron en la fisionomía. El soltero declaró ser muy tradicional en las relaciones y estar en contra del «pitorreo de hoy en día». Tampoco le entran por los ojos las chicas «así de esa manera» como la andaluza. «Esas las veo yo todos los fines de semana cuando salgo a bailar y no es mi chica ideal. La veo muy moderna», dijo nada más conocer a Espe, dejando claro que no le había gustado nada el estilo propio de su cita.
Al contrario, su prototipo de mujer es la Reina Letizia, según él, una mujer «educada, elegante, inteligente, delgada, con saber estar y guapa».
Espe notó enseguida la falta de 'feeling' y lo poco predispuesto que su acompañante estaba a conocerla. Y es que ambos buscaban una relación estable, sin embargo, solo con verse se dieron cuenta de que querían estabilidades distintas. «Hay relaciones estables para todos los gustos y ellos son de gustos distintos», apuntó el presentador.
Tras varios silencios incómodos y conversaciones de ascensor consiguieron soltarse un poco y que la velada fuese un tanto más agradable. No obstante, tampoco dio para mucho más. En la decisión final fue la primera en toda la noche que Espe y Manuel coincidieron en algo: ninguno era el prototipo del otro ni se gustaban físicamente. Una invitación a comer churros fue todo el compromiso que salió de la cita.
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