Susi Caramelo se estrena como presentadora: «Soy pícara, pero no maleducada»

Helena Cortés

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30/06/2020
Actualizado a las 07:03h.

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Cumplir los sueños deseos «infinitos, locos y distintos» de Susi Caramelo, la nueva reportera estrella de Movistar+. Ese será el hilo conductor de «Caramelo», el nuevo programa que estrenará mañana en #0 (22.00 horas) la cómica que ha conquistado internet con su estilo irreverente y deslenguado. «Mucha gente me pregunta si he sido así siempre o si finjo un papel. Ya me gustaría a mí poder decir lo contrario a veces, porque a veces soy un personajazo muy loco. Pero soy así las 24 horas, en caulquier lugar», bromea la humorista, que, aunque llevaba años dedicándose a los monólogos, saltó a la fama el año pasado gracias al extinto «Las que faltaban» . Y aterrizó en «Cero en Historia». Ahora, en «Caramelo», además de reportajes y entrevistas, los espectadores conocerán también cómo es su vida en busca del glamour y la comedia. La primera parada serán las fiestas del Orgullo, aunque en septiembre habrá más viajes.

Aunque Susi Caramelo se ha hecho popular gracias a su estilo desenfadado, reconoce que hay mucho trabajo detrás. «Yo diría que es un 50% guión y un 50% improvisación. Llevamos las cosas muy preparadas, siempre hay un trabajo muy serio detrás, pero nunca sabes por dónde te van a salir los entrevistados. Y como yo no tengo filtro...», admite Caramelo, que ha hecho «topless» en un photocall y ha confesado más de un actor sus picantes deseos y proposiciones. «Intentamos que todo sea muy amable, pero me llevo también mis regañinas. Al principio, cuando no me conocían, era más divertido, porque la reacción era diferente. La verdad que pocas cosas me dejan sin palabras. Me he llevado bronca por alguna chorrada que no pretendía ofender y alguien se la ha tomado a mal, pero han sido un par de casos y entiendo que no todo el mundo tiene el mismo tipo de humor. Yo siempre voy de forma respetuosa, soy pícara pero no maleducada. Hay una actriz que me encanta y se enfadó porque le propuse un nombre distinto, ella tiene mucha presnecia y un nombre común. Le pregunté si no quería llamarse de otra manera y un mal rollo que de mueres. Pero enseguida se me olvida todo y a lo mío. De todas formas, cuando alguien no encaja bien las bromas, me voy a otro que me divierta y se tome las cosas con gracia, que a mí me gusta la gente “buenhumorada”», admite.

Como buena humorista, encaja con gracia las bromas sobre su búsqueda de vino en los photocalls –«No he necesitado nunca nada para ser yo misma, me emborracho en la intimidad», bromea– y reconoce que no se toma demasiado en serio ni las críticas ni los piropos. « Yo entiendo que no le puedo gustar a todo el mundo y tampoco voy a cambiar para hacerlo. Si no te gusta hay muchos canales dentro de Movistar+, hay un montón de gente que no habla como yo. Las críticas están bien, pero cuando te dicen cosas buenas tampoco hay que creérselo demasiado. No te puedes tomar ni lo bueno ni lo malo muy a la tremenda. Hay que estar siempre con los pies en la tierra», plantea.

A eso le ayuda, en parte, su familia. «Siempre me han apoyado y no se sorprenden de las barbaridades que suelto. Están más que acostumbrados», relata. La fama, cuenta, tampoco le ha traído muchos más ligues. «Se me acercan sobre todo por mi escultural cuerpo, pero es una putada porque con el coronavirus no te puedes enrollar con nadie. ¿Yo ahora qué hago? Solo se me acercan frikis por Instagram, gente que me dice cosas raras. Hay un tinder para famosos, creo que me voy a meter ahí. En general me da miedo quedar con desconocidos, soy muy pudorosa. Una vez en Tinder hubo una plaga de ladillas. Empecé el confinamiento con novio, ahora estoy sin él y a dos velas. Voy a pedir que cambien el rótulo de “Por fin presentadora” por “Soltera otra vez”».