Saúl Craviotto: «La pega de MasterChef es que acaba tarde»
El medallista se impuso a Silvia Abril en la edición VIP más exitosa del programa culinario
Después de perder siete kilos entre los fogones, Saúl Craviotto se convirtió en el ganador de la segunda edición de MasterChef Celebrity, un premio que reconoce los valores de su carrera deportiva, donde aprendió a ser « luchador y constante ». «Mi cara lo decía todo. Flipé», cuenta a ABC.
Pero ni las cuatro medallas olímpicas de su palmarés prepararon al también policía para asaltar las cocinas de TVE, donde perdió «mucho músculo y también grasa»: «Ha sido muy dura la grabación, mucho estrés» , asegura el oro de esta edición VIP del formato culinario.
Al lanzarse de cabeza a un «entorno al que no estaba acostumbrado» y «al sufrimiento físico» de las pruebas exteriores, Craviotto, además de un premio, ha ganado en soltura y en amigos: «Ha sido mágico», cuenta. El «buen rollo»entre los concursantes no es, sin embargo, el único aval del programa; los datos también acompañan: el éxito rotundo de MasterChef Celebrity no solo lo ha colocado a la cabeza de las audiencias en prime time, también de sus propias estadísticas, cerrando su final con un histórico 29,7% de cuota de pantalla . «La gente necesita sentido del humor; para polémicas ya está el día a día, que está todo muy crispado. Esta tropa de MasterChef es la receta del éxito » , reflexiona.
Hasta la madrugada
Aunque no todo son galones para el programa culinario, cuya duración, hasta la madrugada, ha suscitado alguna crítica: «La pega es que acaba un pelín tarde, sobre todo e s duro para quienes trabajan al día siguiente. Si se pudiese adelantar la hora sería un exitazo », explica.
El deportista, que se disputó el trofeo con Patricia Montero, José Corbacho y, en última instancia, en un duelo contra Silvia Abril , se puso el delantal para «desconectar de la piragua», pero ahora volverá a entrenar para cumplir su sueño, «ir a por esa quinta medalla olímpica»: «Es complicado compaginar ser deportista de élite con la farándula; el mundo de la televisión es muy duro».
Frente «al talismán» de sus besos con la presentadora, Eva González, el medallista no se libró de las valoraciones de un jurado que impone porque «se ponen la chaquetilla de chef». Sobre todo Jordi Cruz, «al que más miedo le tenía por otras ediciones, el más seco y tajante pero un pedazo de persona», cuenta. Y aunque algún exconcursante como Fernando Tejero dijese que no todo lo que pasa en MasterChef Celebrity es cierto , el actual ganador es claro: «Viví un realismo puro y duro. Pensaba que no iba a ser así porque no somos cocineros, que nos ayudarían o nos dirían recetas, que habría alguien detrás de la cámara diciendo: “¡Cuidado, se está quemando!”, pero qué va. Si se te quemaba, te fastidiabas», aclara.
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