«Me hace feliz representar a las personas grandes o gordas y conseguir papeles no estereotipados»
Ólafur Darri Ólafsson protagoniza 'The Minister', en la que da vida a un líder político distinto, desde este lunes en AMC
La promesa que realiza Benedikt Rikhardsson en un debate televisado es de las más sorprendentes y descabelladas –tiene mérito– que se han visto nunca en la política real o en televisión. Ólafur Darri Ólafsson da vida a este candidato carismático y bondadoso, ... que aporta un aire fresco y a la vez el viejo tufo del populismo, a lo que añade cierta inestabilidad personal. Su personaje en 'The Minister' , miniserie que se estrena este lunes en AMC a las 22.10 , es primo lejano de la Birgitte Nyborg con la que Sidse Babett Knudsen sedujo una década antes, en 'Borgen' , a los daneses y a medio planeta. Los nórdicos, en todo caso, son únicos a la hora de hacer atractiva la política en televisión.
Ólafsson (Connecticut, 1973) nació en Estados Unidos pero ha crecido, y mucho (1,94), en Islandia, donde vive la mayor parte del año. Eso no le impide ser un asiduo en producciones internacionales, como 'Animales fantásticos: Los crímenes de Grindelwald', 'La vida secreta de Walter Mitty' y 'True Detective'.
Benedikt no es un político normal, confirma el actor en conversación telefónica con ABC. «No ha crecido en ese entorno, al contrario que su mujer, que pertenece al sistema y a la vieja escuela de los partidos. Él ha sido profesor universitario. Cuando lo conocemos, es líder de su partido y está en mitad de unas elecciones. Creo que, probablemente, como la mayoría de los políticos, tiene buenas intenciones , quiere cambiarlo todo y que las cosas sean mejor, pero como muchos políticos provoca que en muchos sentidos vayan a peor. En algunos aspectos trae una perspectiva fresca al discurso político. No me entusiasma su lado populista, sobre todo cuando empieza a enfermar y a tomar por su cuenta decisiones que deberían ser colectivas. Es realmente fascinante compararlo con Donald Trump , aunque creo que Benedikt es mejor persona».
Uno de los aspectos más delicados del personaje de Darri, como le gusta que le llamen, es su inestabilidad psíquica, aún más difícil de llevar en la hermética sociedad de Islandia. «Los islandeses de la vieja escuela no suelen decir nunca cómo se sienten ni admitirían nunca estar enfermos, sobre todo si es un problema mental. Por supuesto, las enfermedades mentales no son algo que hayamos inventado en este siglo. Las ha sufrido el ser humano siempre, pero va muy despacio admitirlas. Para la sociedad, sigue siendo una especie de tabú. Para mí, como actor que hace entrevistas, nunca he sentido la presión que sufre Benedikt en la política, pero sí he tenido ansiedad y la depresión alguna vez ».
Para componer su personaje, Ólafur Darri Ólafsson, que también es productor de la miniserie, asegura que no se fijó en ninguna persona real. «Creo que el papel está muy bien escrito. Fue una brillante colaboración entre los guionistas y los directores. Los primeros no habían escrito ninguna serie antes. Estuvieron juntos durante cinco o seis años y me encanta el fruto de esa colaboración. Yo también estuve muy involucrado en la última fase de la escritura y creo que funcionó muy bien. Para desarrollar a Benedikt, leí libros sobre bipolaridad. Un periodista islandés me ayudó con el material. Siempre es difícil interpretar algo que no has vivido. Es muy difícil imaginar cómo debe ser sufrir una enfermedad mental . Siempre puedes ver vídeos de gente que las padece, pero es mejor tener conversaciones con gente que las ha sufrido, porque es muy importante no frivolizar , luchar contra el estigma. Ser parte de la solución. Tener un episodio de bipolaridad es algo que le puede pasar casi a cualquiera y que muchos padecen alguna vez a lo largo de su vida».
Ólafsson ya hizo de político en la película 'XL', en 2013. En aquella ocasión era un diputado alcohólico que se resistía a ser internado y a abandonar sus adicciones. «Pese a sus problemas, prefiero a Benedikt», confirma el actor. «Leifur estaba muy loco, en el mal sentido. Pero me lo pasé muy bien con aquel papel. Una cosa fantástica de ser actor, un privilegio que tenemos, es meternos en cualquier personaje , que pueden ser buenos como Benedikt o justo lo contrario, con adicciones, ambiciones.... Es lo grande de ser actor, que incluso te aplauden por hacer esas cosas y te dan premios. Es bastante divertido».
Un mundo a la deriva
¿Es diferente la política en Islandia? «No lo sé. Creo que nuestros políticos son casi como los de cualquier otro lugar. Personalmente, estoy bastante preocupado por cómo va la política en el mundo . Espero que encontremos la manera de encontrar un camino mejor. Hemos sufrido el Brexit , una de las peores decisiones que ha tomado nunca un país, pero respeto la democracia y el derecho de los británicos a decidir. Espero que se arrepientan. Creo que veremos lo importante que es que vayamos todos juntos. Lo vemos con el coronavirus . Se combate mejor con una mentalidad unida. Espero que el mundo vaya hacia esa unidad y quizá lo haga, después de todo. Tenemos a Joe Biden como presidente en Estados Unidos e Islandia ahora es un sitio decente. No hay verdaderas controversias. A veces, me gustaría tener más confianza en mi Gobierno, pero también creo que los políticos intentan hacerlo lo mejor posible y que ellos también sufren lo dura que esta pandemia. Debemos ser optimistas. Quizá tengamos un antibrexit el año que viene, o algo así».
El protagonista de 'The Minister' también reflexiona sobre el oficio de actor y cómo encajaron sus padres que tomara este camino: «No creo que mi padre estuviera en contra de que fuera actor en mis comienzos, pero sí estaba un poco asustado por mí, porque mi tío fue actor y sufrió largos periodos sin trabajo . Es una vida dura. Es fácil convertirse en un artista hambriento, pero debo decir que mis padres han sido mi mayor apoyo. Eso me hace muy feliz y yo trato de hacerlo bien».
Última pregunta: ¿Qué pensó cuando 'The Guardian' lo describió como el actor más sexi de Islandia ?
«No sé qué había fumado el redactor ese día, pero lo que me encanta de eso, lo que me hace feliz, es que siento que represento a la gente gorda o grande, y me hace feliz ver que podemos conseguir papeles no estereotipados. Ya lo hice con mi personaje de detective en 'Atrapados', un 'scandic noir', y tengo mucha suerte de que a lo largo de los años los directores no me encasillen en estereotipos. Al mismo tiempo… vivimos en una sociedad a la que le gusta etiquetar a la gente por sus apariencias, pero ahora estamos experimentando y abriéndonos a todo tipo de posibilidades en cuestiones de raza, orientación sexual y sexo en general. La inclusividad de todo el mundo y permitir a la gente que sean ellos mismos sin importar su aspecto hará una sociedad más respetuosa y más fuerte , si nos damos cuenta de que el hecho de que todos seamos diferentes nos hace más grandes».
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