The Mandalorian
Jon Favreau, el hombre que inventó Marvel y resucitó Star Wars
El director estrena la tercera entrega de ‘The Mandalorian’, el último éxito galáctico

Sabe tanto de resurrecciones como Lázaro pero, en lugar de volver a la vida, se ha hecho un máster en dársela al resto. A Marvel, por ejemplo. No es Kevin Feige, el ideólogo del universo cinematográfico de la franquicia, pero esta, sin Jon Favreau ... , no existiría. El cineasta recuperó a Robert Downey Jr. , un actor que, tras su papel en ‘Chaplin’, cultivó un perfil bajo en Hollywood, lastrado por las polémicas y su adicción a las drogas. Como si tuviera una varita, en 2008 se inventó que Iron Man podía ser divertido, explotó el carisma de su protagonista y levantó la primera piedra, la angular, en el imperio de Marvel en cines. No sería el único en recuperar fuerza en sus manos, grandes pero hábiles, ágiles por su afición a la cocina. Favreau dirigió la primera, y la tercera –‘Iron Man 2’–, de las 31 películas de superhéroes estrenadas en salas, pero, al contrario que su marioneta enlatada en tecnología millonaria, sobrevivió a Thanos para conservar un personaje comiquero –Happy, chófer de Tony Stark y niñera de Spiderman– en pantalla. Un recuerdo amable para el primer gran logro de su carrera.
«Hacemos cosas que creemos que le gustarán a la gente. La mitad funcionan y la mitad no, no sé cuál es el secreto, simplemente trabajo cada vez más duro en algo que me apasiona», reconoce a ABC durante su visita a Madrid. Aunque en el fondo sean lo mismo, su paso por la capital no tiene que ver con Marvel sino con Disney, que se encargó de confiar en su talento para dirigir las películas de acción real de dos de sus grandes clásicos, ‘El libro de la selva’ (2016) y ‘El rey león’ (2019). También para reinstaurar la Fuerza perdida en Star Wars, a cargo como está de su más reciente éxito, la serie ‘The Mandalorian’, que el miércoles estrena en la plataforma su tercera entrega con la mejor noticia para sus fans: el regreso de esa alianza entre un cazarrecompensas con casco y una versión aniñada del senil maestro Yoda. Resulta que Jon Favreau es muchas cosas, director, productor, actor, cómico... pero solo una es importante, clave en su trayectoria ascendente: «Soy padre. Y estas son las historias con las que me identifico».
Huyendo de los artificios de la nueva trilogía galáctica, apelando a la sencillez y a los recuerdos que inspiraron durante su infancia a George Lucas , Jon Favreau convierte ‘The Mandalorian’ en un clásico moderno, uno que, a pesar de su corta edad, no copia como las películas de J.J. Abrams sino que se inspira en la esencia y resucita el espíritu de Star Wars con una historia derivada, protagonizada por esos personajes secundarios que enriquecen desde los márgenes, nunca desde el primer plano. Eso y la entrañable dicotomía entre Mando, intepretado por Pedro Pascal (‘The Last of Us’) , y Grogu, que regresa después de reunirlos en la serie ‘El libro de Boba Fett’. «Es con lo que la gente conecta, una historia de familia siendo el núcleo de esta aventura de ciencia ficción», explica Jon Favreau.
Un wéstern moderno
‘The Mandalorian’ es más ‘Flash Gordon’ que Akira Kurosowa y, sin embargo, mantiene la influencia del wéstern, su resonancia mítica. Con las tablas de quien pisó terreno baldío con ‘Cowboys & Aliens’ en 2011, Jon Favreau resucita, en el espacio, un género «que cambió el mundo», recomponiendo a través de historietas independientes, en capítulos, arquetipos, dinámicas y un estilo que hicieron de un punto cardinal uno de los campos más fértiles, a pesar de sus icónicos desiertos. «La ciencia ficción nos ofrece una manera de ver, de mantener vivo, el Oeste, y también las influencias de John Ford, Sergio Leone o Sam Peckinpah», cuenta el creador de la serie de Disney+.
Si las tabernas y los pistoleros sobreviven a la distancia, cómo no iba a hacerlo la guerra, igual de cruda en la Tierra que en cualquier planeta del universo galáctico. «Me gustaría que el mundo se pareciera más a ‘Star Trek’, que siempre ha mostrado una versión más utópica de lo que podría deparar el futuro, pero, como en Star Wars, el mundo puede ser muy peligroso y necesita que la gente menos poderosa encuentre la Fuerza para luchar contra la tiranía y la opresión y que los que son fuertes, como en los viejos wésterns, ayuden a proteger a los inocentes», asegura Favreau.
A veces, incluso en clave de ficción, trasciende una moraleja de ese universo galáctico. Porque la caída del Imperio, lejos de expandir la paz, agitó el espacio, promovió la anarquía en ‘The Mandalorian’. «Se trata de mantener un equilibrio y hay que tener cuidado en tiempos de cambio y transición, porque incluso un gobierno opresivo a veces pone orden en el pueblo pequeño, que prefiere la tiranía. Siempre hay concesiones mutuas, y la democracia es muy frágil», reflexiona Favreau, para quien Star Wars, al final, «es una visión muy exagerada de dinámicas que históricamente se repiten». No en vano, cuenta, la saga «creo que se inspira en Julio César y en cómo se disuelve el Senado».
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