Crítica de 'El cuerpo en llamas': 'true crime', pero poco
En este tipo de series basadas en hechos reales cuando los cambios son tan numerosos el espectador no puede evitar perder cierta confianza en la parte 'true' del 'crime'
Lo que es verdad y lo que no en 'El cuerpo en llamas', la serie sobre el crimen de la Guardia Urbana

El pasado ocho de septiembre, Netflix estrenó 'El cuerpo en llamas', la serie basada en el caso de la Guardia Urbana de Barcelona en el que Rosa Peral fue condenada a veinticinco años de cárcel por el asesinato de su pareja Pedro Rodríguez. ... Antes del estreno Netflix había allanado el camino con el lanzamiento del documental 'Las cintas de Rosa Peral' en el que la propia acusada contaba desde la cárcel su versión de los hechos y sus opiniones sobre la polémica cobertura del caso en los medios de comunicación.
Lo cierto es que 'El cuerpo en llamas' es un producto entretenido, pero no carente de algunos aspectos bastante flojos. Sin duda el reparto protagonista de la serie es uno de sus mayores atractivos con Úrsula Corberó en el papel de Rosa Peral y Quim Gutiérrez en el de su cómplice en el crimen. Igualmente atractivo, es el uso de las localizaciones reales del crimen en el pantano de Foix y la Zona Franca de Barcelona en un ejercicio de veracidad.
El problema de 'El cuerpo en llamas' es que las licencias dramáticas que se permite, algo muy común en el género, son probablemente algo excesivas. Uno o dos cambios en la historia son más que habituales en este tipo de series basadas en hechos reales, pero cuando los cambios son tan numerosos el espectador no puede evitar perder cierta confianza en la parte 'true' del 'crime'. La producción, en un afán de crear un personaje interesante e intrigante, cae en algunas decisiones que pintan a Rosa Peral en una luz más cercana a la que le atribuyeron los magacines de sucesos que la realidad que se pudo conocer en el posterior juicio con jurado popular.
Estos ajustes del guión se hacen mucho más patentes si el espectador ha visto el documental previo antes de reproducir la serie, no tanto para quien haya obviado el documental. La atmósfera de traiciones, intrigas, acusaciones y relaciones tóxicas altamente sexuales está muy lograda y genera una sensación de suspense muy adecuada. Dada la importancia de los mensajes de texto en esta historia, la decisión de plasmarlos a través de un primer plano de cada personaje en su propia voz directamente a cámara en lugar de mediante sobreimpresiones, permite darles vida y sutiles aportaciones en forma de entonación. Aunque la verdad sea dicha, las dos o tres primeras veces que la serie usa este recurso, uno no tiene claro qué esta pasando y requiere algo de tiempo acostumbrarse a ello.
'El cuerpo en llamas' es un true crime correcto, pero que se acerca más a la ficción que a los hechos. La decisión creativa de centrarse más en el aspecto emocional y sentimental de la historia en lugar de en los hechos y pruebas clave que resultaron en la condena de Rosa Peral y Albert López, aporta un nuevo enfoque a costa de sacrificar veracidad y precisión. Cada espectador deberá decidir si es más importante la parte de 'true' o la parte de 'crime'. Sin duda en 'El cuerpo en llamas' manda la segunda en detrimento de la primera.
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