Agustín Gómez Arcos, 'Un hombre libre' encadenado a su memoria
Laura Hojman hace documentales sobre personajes a los que ilumina, a María Lejárraga, a Antonio Machado, a Matilde Corral, a Esperanza Fernández… y ahora al dramaturgo, poeta y novelista

El documental es un género cinematográfico que invita al conocimiento, de un lugar, un colectivo, una persona, un personaje…, y un documental exige un contacto directo con lo que ocurre, con los hechos, los documentos, la imagen real y la voluntad de mostrar, señalar, Iluminar ... un lugar, persona o personaje. Laura Hojman hace documentales, a cual mejor, sobre personajes a los que ilumina, a la escritora María Lejárraga, a Antonio Machado, a la bailaora Matilde Corral, a la cantaora Esperanza Fernández… y ahora al dramaturgo, poeta y novelista Agustín Gómez Arcos, 'Un hombre libre' aunque maniatado por el estricto deber a su memoria de niño republicano, autor censurado, escritor de éxito francés y en francés y hombre que no encontró su 'tierra' (o su editor) ni con Franco ni después de Franco.
Hojman, su obra, relata los orígenes de Gómez Arcos, nacido en Almería poco antes de la Guerra Civil, sus dificultades en una familia republicana y sus primeros pasos para abrazar su talento literario; su vida dramaturgo transparente en Madrid, sus ambientes literarios y sus tropiezos (el de sus piezas teatrales) con la censura de la época, que ganó un par de veces el Premio Nacional Lope de Vega para que se lo arrebataran de inmediato y prohibieran el estreno de sus obras. No vio otra opción que largarse y, tras un breve tiempo en Londres, apareció en París cuando el Mayo del 68. Allí publicó su primera novela, 'El cordero carnívoro', y las dos siguientes, 'María República' y 'Ana no', su trilogía de la posguerra, y le siguieron una docena más. Un éxito en Francia, hombre respetadísimo, Caballero de la Orden de las Artes y las Letras y un enigma para los franceses (y para quien vea ahora este documental) que no hubiera en España interés por recuperarlo.
Los materiales que emplea la directora para atrapar a su personaje son variados, desde testimonios de los que lo conocían y lo trataron (Almodóvar, Marisa Paredes, la actriz Marisol Membrillo, los dramaturgos Paco Bezerra o Alberto Conejero, el actor Antonio Duque, Olivier Gabet, la escritora y traductora de su obra, Adoración Elvira…) y sobre todo imágenes de archivo, documentos visuales tanto de él como de la época y muchos testimonios suyos a la cámara. Es un trabajo pulcro, visualmente muy elaborado y que permite conocer y entender a Agustín Gómez Arcos, tanto su talento como escritor, como su pasión por vivir en los márgenes y por no ocultar su condición, prohibida entonces, de homosexual o por mantenerse impermeable a su memoria, regada por un resentimiento ideológico que no se calmó ni colmó con la Transición. Vivió lejos, escribió cerca, murió joven.
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