Crítica de Pororoca: «Elude el puñetazo y se ensimisma en sus efectos»
«El rumano Constantin Popescu aborda sin pisar el acelerador el proceso de destrucción de esa familia y de ese individuo cuando desaparece la hija pequeña»
El actor Bogdan Dumitrache ganó el premio de interpretación en el pasado Festival de San Sebastián por el insufrible viacrucis que atraviesa el personaje a lo larguísimo de dos horas y media, tras un comienzo alegre y familiar. El rumano Constantin Popescu aborda sin pisar el acelerador el proceso de destrucción de esa familia y de ese individuo cuando desaparece la hija pequeña, de cinco años, en un parque infantil mientras estaba al cuidado de su padre… Sin amontonarse llega la perplejidad, la angustia, el drama, la desnortada investigación y el sentimiento de culpa y autodestrucción, todo ello dosificado por Popescu entre repeticiones, sospechas vanas y una inquietud que nunca alcanza, ni busca, la intriga policial: no persigue causas, sino efectos. El trabajo muy rumano de planificación y puesta en escena exprime la tensión y abusa de la reverberación con planos largos e irrespirables y con momentos repetidos hasta lograr esa impresión de saciedad y vacío que tiene el propio personaje. Claro que la intriga atrapa y el drama se vive en primera persona, pero ciertas elecciones narrativas y un desenlace sacado de quicio le dejan al espectador la duda de si iba a por setas o iba a por rolex.
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