Cuando Jesucristo atacó a los frailes supuse que el tipo era español. Incluso antes de que lo detuvieran. No va a gritar un señor del Magreb o de Malí que es Jesucristo.
En la visita de Sánchez, Mazón y los Reyes a Paiporta parece que ... no estaba la ultraderecha, que empieza a ser el Arca de la Alianza perseguida por los nazis. Al menos no dando palos. Una sudadera de la División Azul no basta. La Guardia Civil, hay que recordar que se mandó a un equipo de élite en helicóptero, la Guardia Civil, digo, no ha encontrado a la ultraderecha entre los indignados que no se mostraron muy educados con la visita. No han encontrado la trama que señalaron Sánchez y Marlaska. Sánchez: «Si uno mira las imágenes… es muy fácil diferenciar a aquellos que manifiestan su ira de una manera legítima por su frustración, por la situación que están viviendo, de otros grupos ultras perfectamente organizados que iban a tratar de hacer el mayor daño posible a las autoridades…». Me llama más la atención lo de «es muy fácil diferenciar» que lo de la existencia de «grupos ultras perfectamente organizados». Sánchez es de esos que tienen más certezas que dudas. Cuando soltó esa certeza los del helicóptero ya habían detenido a un lugareño que golpeó un coche con la escoba que usaba para limpiar. El tren de la bruja.
Otros investigadores menos de élite han detenido a los saqueadores en las zonas de la riada. Escribían Cruz Morcillo y Adriana Cabezas que el perfil era «varón, de 25 a 45 años, origen magrebí y con antecedentes». Como ejemplo, decían que «el domingo en la zona del centro comercial Bonaire de Aldaya la Policía Nacional detuvo a 16 individuos, catorce eran argelinos y dos marroquíes». Y esto: «Entre los arrestados españoles aparecen algunos miembros de clanes». Clanes, que lugares.
Hace días, una chica rumana que vive en Alfafar colgó un vídeo donde contaba que estaban limpiando su gimnasio y fuera tenían los coches cargados. Y que unos chavales negros y moros («y digo negros y moros porque no eran noruegos») trataban de robarles a plena luz del día. Habiendo una catástrofe natural.
Luego habrá quien se ofenda por hablar de esos individuos no noruegos sin ser necesariamente Abascal ni votante de Abascal o sucedáneos. La que ahora parece que ya no es una generación de cristal (si acaso de Duralex) sigue siendo una generación de ofendidos, de licenciados vidrieras. Aunque es transversal. También la gente mayor se ofende. Hay demasiados Vidrieras como el Tomás Rodaja cervantino. Como la hermana del cardenal Richelieu, que padecía ese tipo de chifladura. No consentía sentarse «por decir que tenía las asentaderas de vidrio y no quebrarse». No sé cómo siguen sorprendiéndome las cosas por las que la gente se ofende. A los frailes, como es natural, les harían más daño los golpes del tipo que decir que era Jesucristo.
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