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Europa sí puede
Las declaraciones de Mark Rutte, el secretario general de la OTAN, son bochornosas e indignas en un dirigente europeo
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Proliferan estos días los análisis y los pronósticos pesimistas sobre el futuro de Europa. Hay dos argumentos que invocan los profetas del derrotismo: las carencias militares y la desunión de los gobiernos de la UE.
Podemos mirarnos el ombligo y azotarnos por lo mal ... que lo ha hecho Europa desde la caída del Muro de Berlín. Pero eso no sirve de nada. Ni tampoco lamentarse del histrionismo y la arrogancia de un Trump que asegura que la UE se creó para fastidiar a Estados Unidos.
El mundo ha cambiado en las seis semanas que lleva Trump en el poder, el orden internacional instaurado desde 1945 se ha derrumbado y lo que eran certezas se han convertido en incertidumbres. Ello obliga a Europa a reaccionar y a reinventarse en un escenario hostil, en el que Putin es una amenaza a la seguridad del continente.
Europa no ha perdido la batalla ni la guerra porque tienen muchas armas para responder a los desafíos del presente. Citaré tres activos que son obvios, pero que hay que recordar a quienes quieren rendirse sin luchar. El primero es la población: más de 450 millones de habitantes sin incluir a Gran Bretaña, lo que triplica la de Rusia. Por tanto, es una falacia hablar de la superioridad numérica militar de Putin.
La segunda ventaja es la diferencia en los niveles de renta de la UE, que son muy superiores a los de Rusia. La renta per capita de Alemania es de 53.000 dólares y la de Rusia, 14.000. Y no hablemos de la superioridad tecnológica de Europa, que sigue estando muy por delante de la de los rusos.
El tercer factor que juega a favor de Europa es que Francia y Gran Bretaña, que se ha alineado con la UE en esta crisis, tienen dos ejércitos poderosos, que incluyen cientos de misiles nucleares de largo alcance, lo que no deja de ser una importante baza disuasoria. Países como Alemania, Italia, Polonia y España podrían mejorar su capacidad militar si hay voluntad política e inversiones.
Resulta, por tanto, un error caer en el derrotismo. A este respecto, las declaraciones de Mark Rutte, el secretario general de la OTAN, son bochornosas e indignas en un dirigente europeo que debería velar por la seguridad de Europa frente a Putin y desmarcarse de las veleidades de Trump. Lo que indican los comentarios de Rutte es que la OTAN está muerta y que Europa debe apostar por un ejército que defienda sus intereses.
Hasta ahora sólo hemos escuchado buenas palabras de los dirigentes europeos, incluyendo a Sánchez, pero hace falta pasar a los hechos. El plan de paz que promueven Macron y Starmer es una iniciativa vacía para ganar tiempo. Putin no va a ceder sus conquistas territoriales ni va a permitir la militarización de Ucrania.
Este es el escenario en el que la UE tiene que moverse y que requiere decisiones audaces y no gestos retóricos vacíos. Europa puede y debe en esta hora.