Editorial
Sánchez acera calca las excusas de García Ortiz
Como García Ortiz, también ella cambió, casualmente, de terminal y no guarda los mensajes del día de la filtración
La socialista Pilar Sánchez Acera no sabe cómo le llegó la filtración de los datos del novio de Ayuso. Eso al menos sostuvo en su declaración como testigo ante el juez que instruye el caso en el Tribunal Supremo. Recuerda todos los detalles de ... ese día (reconoció que le pasó los datos a Lobato), pero no quién le suministró la información, algo insólito pues supuestamente se trataba de un asunto tan relevante como para contactar con Lobato para que lo utilizase en la Asamblea de Madrid. Esta laguna en su memoria resulta sospechosa. Sabe, eso sí, que no recibió instrucciones de sus superiores en La Moncloa en ese momento (entre ellos el hoy ministro Óscar López), con lo que trata de cortar el hilo hacia arriba para salvar tanto al fiscal general como a sus exjefes en Presidencia. Como García Ortiz, también ella cambió, casualmente, de terminal y no guarda los mensajes del día de la filtración. Demasiadas coincidencias en lo que parece un patrón colectivo para sacudirse la responsabilidad de un delito.
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