LA DEFENSORA DEL LECTOR
Cartas sobre la mesa
Se haría un mal ejercicio periodístico si en el afán por destacar lo bueno se minimizara el impacto de lo negativo
Este mes han sido muchas las noticias que han generado comentarios y mensajes, y me alegra comenzar con un logro que responde al empeño de los lectores. El señor Antonio Miquel Osorio me contaba hace unos días que echaba de menos, como suscriptor de ABC Premium ... , la sección de Cartas al Director, «una de las que siempre me interesó por mostrarme la opinión de otros lectores». Tras intentar obtener de manera infructuosa una explicación a esta ausencia, me instaba a «gestionar la posible solución». Su solicitud, junto con otras recibidas directamente en la Redacción, han llevado al periódico, según me cuenta Carlos Caneiro, director adjunto del periódico, «a adelantar una decisión que ya habíamos tomado, y a partir del martes 1 de abril los lectores de la versión digital podrán acceder a las cartas publicadas en el periódico. Estarán en abierto, accesibles para cualquiera, aunque solo los suscriptores podrán comentar». Caneiro explica que «no publicar las cartas en la web en su origen respondía a la intención de mantener para la versión impresa el contenido más valioso, pero ahora esto resta el valor a los suscriptores de la edición digital».
A mediados de febrero recibí una carta de Esteban Beltrán, director de Amnistía Internacional en España, con motivo de la columna de Salvador Sostres 'Claro que te torturamos'. Tras exponer los motivos por los que piensa que ABC no hace bien publicando contenidos que atentan contra «sus valores» y contra «la legalidad internacional», el señor Beltrán me ruega «encarecidamente» que me «haga eco en su sección de nuestra carta y promueva una reflexión pública de lo ocurrido». Como he manifestado en otras ocasiones, mi papel como Defensora del Lector se limita a los contenidos informativos y, salvo en dos ocasiones, en estos años nunca me he pronunciado sobre la opinión vertida por los colaboradores. En cualquier caso, los propios suscriptores de la versión digital, en sus comentarios, dejan claro que entienden el texto de Sostres como una opinión provocativa que recibe tantos aplausos como críticas. Por mi parte, trasladé al director la carta y mi preocupación, una vez más, por contenidos que claramente entran en tensión con la posición del diario, aunque no sean informativos.
No obstante, el tema que ha suscitado más quejas de los lectores estas semanas ha sido la cobertura sobre la imputación del sacerdote del colegio Highlands de Madrid en una investigación sobre posibles agresiones sexuales a un grupo de alumnas. La lectora María Fernández Blanco reaccionaba a las primeras noticias publicadas apuntando a titulares que «no esperaba de un periódico serio y riguroso» y que considera «sensacionalistas y tienen ánimo de crear escándalo». En la misma línea se manifiesta el lector Juan de Ortueta Monfort, quien piensa que «la noticia se ha tratado con un sensacionalismo, reiteración y amplitud más propias de un medio de izquierdas, interesado en destruir el prestigio de la Iglesia Católica». Algo similar señala la lectora M.T. Ortega que se declara «harta de los artículos seguidos sobre 'presuntos sacerdotes violadores' ¡Qué obsesión! ¿no tienen otros temas? Todo negativo, con la cantidad de cosas y acontecimientos buenos que hay». Por último, el señor Eduardo responde al último reportaje comentando que «no hay derecho a que un diario como ABC esté dando información a doble página y durante reiteradas publicaciones del tema asqueroso del padre Marcelino».
Carlos Hidalgo, autor de esta cobertura, se pregunta si «los lectores no deberían preocuparse por que sucedan estas cosas» y afirma que «en ningún momento se ha buscado dar un enfoque sensacionalista a la noticia». De hecho, cuenta Hidalgo, «conocimos los hechos antes de que los publicaran otros medios, pero valoramos con mucho cuidado cómo y qué contar». A lo largo de estas semanas «no hemos revelado el nombre completo del imputado, ni muchas cosas contenidas en el sumario del caso que son difíciles de leer. Hemos buscado en todo momento ahorrar a cualquier padre o madre, a los lectores, los detalles más hirientes del caso y, lo que es más importante, preservar la presunción de inocencia». También señala que «el video de la declaración del sacerdote ante la jueza está disponible en la web de ABC», de manera que puede escucharse también su punto de vista sobre lo sucedido.
Para Hidalgo el interés por seguir con detalle el caso está en las presuntas víctimas «particularmente vulnerables por ser menores de edad, y por haber tenido lugar los hechos denunciados en un entorno del que se espera seguridad, como es un colegio católico». Por último, Carlos Hidalgo apunta que está en contacto con el departamento de comunicación de los Legionarios de Cristo en España, que está agradecido por el enfoque de su cobertura. El interés informativo del caso está justificado, entre otras cosas, por la propia voluntad manifestada por la Iglesia en estos últimos años de enfrentar los casos de abuso de frente y asumiendo la responsabilidad que le corresponde. Que no sea plato de gusto para quien considera que la Iglesia es una fuente de bien, de verdad y de servicio también es comprensible. Pero se haría un mal ejercicio periodístico si en el afán por destacar lo bueno se minimizara el impacto de lo negativo cuando tiene entre sus posibles víctimas a personas vulnerables. La obligación de dar voz a quienes no la tienen es una de las primeras premisas del ejercicio del periodismo, siempre asegurando la salvaguarda de la intimidad de las víctimas y la presunción de inocencia.
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