Cómo evitar que el coche se estropee si aparcas en la playa
Si viajamos con nuestro vehículo a destinos costeros es importante tener en cuenta una serie de recomendaciones ya que la humedad y el sol pueden afectar al buen funcionamiento diferentes elementos del vehículo
Menos potencia y más consumo: así afecta el calor extremo a tu coche

La playa es el destino elegido por muchos para pasar estos días alejado de la masificación de las ciudades y disfrutar del agua refrescante del mar. Sin embargo, si viajamos con nuestro vehículo a destinos costeros es importante tener en cuenta una serie de recomendaciones para que las características climáticas de esas regiones, acentuadas en verano, no afecten a nuestro coche.
Conviene tener un cuidado extra con nuestro vehículo durante los desplazamientos hacía zonas costeras este verano, donde condiciones como la humedad y el sol pueden afectar al buen funcionamiento diferentes elementos del vehículo.
Por un lado, hay que tener en cuenta que las baterías de coche son elementos muy sensibles a los cambios bruscos de temperatura, sobre todo cuando hace mucho calor. Si se superan los 20º se puede producir un envejecimiento más rápido.
El calor también puede afectar a la presión de los neumáticos y su estado. Un exceso de calor, sumado a un asfalto muy caliente, puede provocar un desgaste prematuro. Por ello, deben ser revisados antes de un desplazamiento largo, sobre todo si el coche ha estado estacionado durante un tiempo.
Las altas temperaturas también pueden alterar a los niveles de los líquidos, que deben también revisados, especialmente el líquido refrigerante, nivel de aceite y limpiaparabrisas.
La sombra siempre está codiciada, pero aún más en la costa
En verano es importante dejar el vehículo en un lugar con sombra, pero en las zonas de playa todavía más. La diferencia de temperatura entre un coche estacionado a la sombra frente al exterior en verano puede ser de 20ºC, este hecho agiliza los tiempos al no tener que espera a que se aclimate el habitáculo antes de subir.
Además, una sobreexposición a los rayos ultravioletas (UV) puede causar que pierda su color y brillo, por lo que es recomendable minimizar la acción de estos con una capa de cera protectora o utilizar una funda aluminizada que tapa de la luz a la vez que reduce el impacto de temperatura.
Cuando llega el calor… revisar los líquidos es clave
Las altas temperaturas pueden poner a prueba los líquidos vitales de tu vehículo y más en las zonas costeras. Es esencial revisar regularmente los niveles y la calidad de los líquidos, como el refrigerante y el aceite del motor, para garantizar un rendimiento óptimo en condiciones extremas de temperatura.
El calor intenso puede causar la evaporación más rápida de los líquidos y aumentar la presión sobre los componentes del motor. Por ello, es clave verificar y rellenar los líquidos adecuadamente antes de un viaje a la playa para evitar problemas graves como el sobrecalentamiento del motor o daños en los sistemas de enfriamiento. Este sencillo mantenimiento protegerá el coche y evitará cualquier contratiempo, según recuerdan los expertos de Oscaro.
Por dentro como por fuera, cuida de la tapicería
En el mercado existen diferentes tejidos y acabados para la tapicería de los coches. Sin embargo, todos ellos tienen un enemigo en común: la arena y el agua. Tras un chapuzón en la orilla del mar, es importante secarse bien y quitarse la máxima cantidad de arena posible.
Este sencillo gesto es importante, ya que la mezcla de ropa mojada y arena puede estropear la tapicería e impregnarla con un desagradable olor a humedad. Es recomendable, sobre todo si el viaje incluye a niños pequeños, utilizar fundas en los asientos para evitar que en caso de que se entre al habitáculo con la ropa mojada no se dañe la tapicería. Otra alternativa, sobre todo si el chapuzón no se tenía previsto, es utilizar toallas, entre la ropa mojada y la tapicería del coche para evitar así el contacto directo.
El salitre, el enemigo silencioso
Las zonas de costa se caracterizan por tener una gran concentración de humedad ambiental. Debido a la cercanía con el mar, la humedad esta compuesta por gran cantidad de sal y salitre, dos elementos que no se llevan bien con la carrocería del coche.
El salitre es un componente que se encuentra de forma natural en la sal y favorece la corrosión de algunos materiales del vehículo como los metales, las gomas o tejidos de la tapicería. Actualmente, los coches vienen con protección para evitar la corrosión, pero no está demás, sobre todo en el caso de las gomas o las tapicerías, tomar algunas precauciones extra. La mejor solución para evitar que el salitre afecte a nuestro coche es lavarlo de manera regular con agua a presión, evitando frotar, ya que de hacerlo podíamos arañar la pintura.
En la zona interior del vehículo habrá que ser un poco más meticuloso a la hora de limpiar la carrocería y gomas, utilizando otros elementos de limpieza como espuma en seco para garantizar que el salitre se ha eliminado por completo.
El aire acondicionado, el gran aliado
Durante el verano, pero más en zonas costeras, es importante prestar atención al sistema de climatización del coche. El gas de refrigeración puede perderse gradualmente debido a pequeñas fugas en el circuito, lo que resulta en un mal funcionamiento del aire acondicionado. Una sencilla comprobación evitará molestias tanto para el conductor como para los pasajeros al garantizar una correcta climatización del habitáculo. Además, el correcto funcionamiento evitará que tengamos que abrir ventanas o puertas para aclimatar el coche en exceso, ayudando a que el salitre y la humedad no impregnen las gomas y la carrocería.
MÁS INFORMACIÓN
De igual manera, es recomendable no forzar el sistema de aire acondicionado con temperaturas muy bajas, por lo general, regular el aire acondicionado de siete a diez grados por debajo de la temperatura ambiente es suficiente para viajar sin sufrir el calor agobiante.
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