BMW

Jaguar E-Type

Se cumple medio siglo de vida del para muchos automóvil más bello jamás construido, y sin duda uno de los más deseados del planeta.

E.C.
madrid Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La marca británica ha previsto una completa agenda de eventos para celebrar el 50 Aniversario del E-Type, entre otros con actos en el Salón de Ginebra, en el Festival de Velocidad Goodwood Revival, en el Concurso de Elegancia de Pebble Beach y en el viejo y legendario trazado de Nurburgring.

Cuando apareció el 15 de marzo de 1961 en el Parc des Eaux Vives de Ginebra, su diseño trascendió todo lo visto en la automoción. Sirva como ejemplo que su planta y proporciones, o la puridad de sus líneas le permiten estar permanentemente expuesto en el Museo de Arte Moderno de Nueva York.

Una referencia

Y es que el E-Type marcó todo un estándar por diseño y prestaciones. Muchos de sus rasgos llegan a los actuales modelos de la firma británica: coches que exhiben una incomparable combinación de rendimiento y prestaciones, confort, tecnología a la última y diseño tan premiado como acreditado.

Medio siglo de progreso no ha mermado el simbolismo del E-Type, opina Mike O’Driscoll, director general de Jaguar Cars y Presidente de Jaguar Heritage. El coche causó sensación cuando fue lanzado, y se mantiene como el Jaguar más icónico, simbólico y duradero. El E-Type es, sin duda, uno de los más excitantes legados de Sir William Lyons, genio fundador de la marca.

En su dilatada trayectoria, el E-Type ha contado con ilustres propietarios como George Best, Brigitte Bardot, Tony Curtis y Steve McQueen, convirtiéndose en sinónimo del automovilismo deportivo de los 60 junto a iconos de la época como los Beatles y la minifalda. Es imposible omitir el impacto que causó cuando fue desvelado en 1961. Su impronta incluso anticipa el trabajo estilístico de cara a los Jaguar del futuro.

Muy rápido

Capaz de alcanzar 240 km/h, costaba una parte del precio que marcaban sus rivales, lo que le convertía en un súper deportivo incluso asequible. Rápidamente se convirtió en icono, y se mantuvo en producción durante 14 años en distintas evoluciones; lo hubo coupé y descapotable.

Tal fue la sensación que causó en la prensa especializada al ser mostrado por primera vez que el propio Lyons encargó al jefe de pruebas de la marca, Norman Dewis, llevar desde Coventry a Suiza una segunda unidad conduciendo toda la noche. Hasta Enzo Ferrari aseveró que era el automóvil más bello del mundo.

Su mecánica de 6 cilindros en línea había permitido a la marca a 5 victorias en Le Mans en la década de los 50. En 1961, y con 3,8 litros, desarrollaba 265 CV/353 Nm, lo que le convertía en el deportivo de serie más rápido del momento, una marca que ya había logrado su predecesor, el XK120.

Cuando llegó al mercado, costaba 2.644 euros, equivalentes a 44.500 euros de hoy. Su escultural fisonomía era obra de Malcolm Sayer, ingeniero aeronáutico responsable de los victoriosos diseños de los primeros ganadores de Le Mans en los grupos C y D. Fue el deportivo de su tipo más vendido, con más de 70.000 unidades fabricadas.

Ver los comentarios