Señales que alertan de la necesidad de revisar los frenos del coche

El sistema de frenos del vehículo interviene directamente en la seguridad de a bordo. Aunque su papel fundamental es retener la fuerza del motor para reducir la marcha, también entra en juego durante algunas maniobras.

Algunas señales nos advierten del peligro, ya que si detectamos alguna de ellas es posible que los frenos no funcionen correctamente y sea necesario realizar una revisión del sistema.

El pedal del freno es el mejor «chivato». Cambios en la resistencia del pedal a la pisada es un signo evidente de que algo no va bien. Si encontramos una respuesta muy dura debemos revisar el estado de la pastilla de freno. Por el contrario, si lo que encontramos es el pedal demasiado blando el origen está en el líquido de freno y debemos proceder a rellenarlo hasta el nivel óptimo o a su renovación, aunque no se haya consumido del todo, ya que puede haberse ensuciado alterando la efectividad del mismo.

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Desde Oscaro nos explican además que deberemos estar atentos a la aparición de ruidos. Si al pisar el pedal del freno del vehículo aparece un chirrido, no hay duda, ¡hay que cambiar las pastillas! El sonido proviene del roce del testigo metálico que tienen para advertir al conductor de la necesidad de la sustitución. Imposible hacer oídos sordos ante esta alerta sonora tan desagradable. Si la pastilla no ha desgastado hasta llegar al testigo puede que se hayan cristalizado por inclemencias y cambios de temperatura o frenadas bruscas. Se recomienda realizar el cambio de pastillas nada más detectar estos ruidos, ya que, de lo contrario, podría llegar a afectar a los discos de freno y generar una avería mayor.

Si en un terreno donde aparentemente el vehículo debería responder con normalidad el sistema de frenado no ofrece garantías, entonces debemos revisar el estado de las pastillas de freno y proceder a su recambio lo antes posible. La aparición de esta señal advierte de un estado de desgaste avanzado que compromete la seguridad durante la conducción.

Atención igualmente a posibles vibraciones extrañas: en ocasiones, los discos pueden sufrir deformaciones debido a la exposición a temperaturas altas (entre otros motivos) llegando a doblarse. Esta transformación de los discos ocasiona vibraciones tanto en el pedal como en el propio vehículo. Si esto aparece, no lo dudes, ¡cambia la pieza! Recuerda que es conveniente sustituir discos y pastillas al mismo tiempo para una óptima eficacia y respuesta.

Finalmente, debemos supervisar los testigos de la pantalla del cuadro de mandos de nuestro vehículo, ya que nos ofrece información muy valiosa de casi todos los sistemas. Cuando estemos llegando al límite del líquido de frenos o las pastillas empiezan a no funcionar correctamente, aparecerán señales luminosas que nos indicarán que ha llegado el momento de revisar y actuar.

Es importante saber interpretar correctamente los testigos del vehículo, sobre todo cuando nos ponemos al volante de uno nuevo. Conocerlo bien es crucial para llevar a cabo un correcto mantenimiento. Sin exigencias técnicas en mecánica, solamente es necesario prestar atención a las respuestas y señales del coche.