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El último gran trabajo de Rafael que dio lugar a su obra más perfecta y exuberante

La logia de Cupido y Psique, una de las últimas grandes obras de Rafael Sanzio en la Villa Farnesina.

Andrea Blez

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El 6 de abril de 1520 el mundo del arte quedaba conmocionado con la perdida inesperada a la edad de tan solo 37 años de Rafael Sanzio. La crónica de Vasari así lo establecía, y establecía que su muerte se debía a “excesos amorosos” que le llevaron a sufrir de fiebres agudas y ser tratado con sangrías, pero que dieron con su fallecimiento tras 15 días de lo que actualmente han considerado sería una enfermedad venérea que habría contraído sin tener anteriormente problemas de salud conocidos.

Rafael Sanzio dejaba entonces una brillante obra que lo ha establecido como ‘artista universal’ y que se consagró en Roma y el Vaticano en el siglo XVI, donde compitió con Miguel Ángel. En la Ciudad Eterna fue enterrado siguiendo sus deseos en el Panteón, en cuya tumba se puede leer en un epitafio: “Aquí descansa Rafael, por quien la Naturaleza, madre de todas las cosas, temió ser vencida y morir con su muerte”.

Rafael Sanzio y el encargo en la Villa Farnesina

En 1508, Rafael llegó a Roma ya como artista consagrado para llevar a cabo el que fue su primer encargo oficial, la decoración de las Estancias Vaticanas con tan solo 25 años, tras haber aprendido de los mejores exponentes de la pintura en las ciudades de Perugia, Siena o Florencia habiendo crecido en la incipiente Urbino y en la que había heredado el taller de su padre, también pintor.

El que había sido considerado niño prodigio de la pintura llevó a cabo entonces su obra más conocida, La escuela de Atenas, lo que le daría reconocimiento, y a pesar de que la mayoría de su carrera se dio en el Vaticano, también le daría pie a llamar la atención de civiles, y sería en 1511 cuando recibió el encargo del banquero Agostino Chigi para que decorara su villa construida a orillas del río Tíber en el barrio de Trastevere.

Es la ahora conocida como villa Farnesina porque la vivienda fue comprada por el cardenal Alessandro Farnese en 1580 y acabaría formando parte de la herencia de los Borbones que reinaban en Nápoles y Sicilia a través de que esta llegó a Isabel de Farnesio, y fue restaurada por Salvador Bermúdez de Castro y Díez en el siglo XIX, que residió en ella durante varios años.

La logia de Cupido y Psique, el último gran trabajo de Rafael

En su trabajo en la villa Farnesina, en la entrada principal de la vivienda que Agostino Chigi concibió como un lugar de ocio y placer se puede apreciar la que es considerada su última obra, la Logia de Cupido y Psique, donde dejó demostrar su talento sin la atadura de los temas eclesiásticos y desarrollaría su técnica al máximo.

En la Logia de Cupido y Psique se representa el mito de estos dos personajes, a través del que Rafael dejó ver su pasión por la cultura grecorromana, que fue a más desde su vivencia en Roma, gracias a que pudio estudiarla en profundidad en el Vaticano, en el que uno de sus trabajos fue catalogar la colección de mármoles antiguos a petición del papa León X.

Esta última gran obra de Rafael Sanzio que sería la logia de la villa Farnesina se desarrolló entre los años 1511 y 1518 al ser paralela a su posición en el Vaticano, y en ella se puede apreciar al artista en su máximo esplendor, al dotar de sus pinturas de mayor imaginación, con más luz que en sus obras en la Santa Sede y con personajes más exuberantes. Es por ello que es una de sus creaciones más destacadas.

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