Mireia Belmonte, Nadadora

Comenzó a nadar por recomendación médica, pero pronto vio que la competición, sobre todo contra sí misma, era lo que la empujaba a ser mejor. Tenía el talento, pero sobre todo Mireia Belmonte posee una capacidad fuera de lo común para sobreponerse a las dificultades, sin importar lo duro que sea el camino. Es alérgica al cloro, una característica que otorga todavía más valor a todo lo que ha conseguido. Consiguió dos platas, en las pruebas de 800 libres y 200 mariposa, en los Juegos de Londres 2012. No se contentó con eso y siguió batallando contra las rivales, contra sí misma y contra una lesión en los hombros que le alteró su preparación, para lograr un bronce en 400 estilos y el ansiado, y trabajado, oro en 200 mariposa en Río 2016. Tiene, además, trece medallas mundiales. No es solo lo que gana en la piscina, sino todo el ejemplo que aporta a la sociedad y a los jóvenes que quieren ser como ella. No es nada fácil, acierta a decir la nadadora. Pero para Mireia Belmonte (Badalona, Barcelona, 1990) nada hay más atractivo que empujar los límites humanos para llevarlos más lejos.

- Después de dos platas en Londres se propuso ir a por el oro y lo logró en Río 2016, lo máximo. ¿Cómo espera que sea su 2017? ¿Se puede mejorar algo tan bueno?

-Como deportista que ha competido por tercera vez en unas olimpiadas, alcanzar el oro olímpico para mí y para el país que represento es uno de los logros con los que mayor satisfacción pude tener y ofrecer en 2016. Y como deportista altamente competitiva, aspiro a que en 2017 siga siendo el reto de mis marcas olímpicas, y que esto suponga satisfacción y alegría a mi país.

-¿Cómo se afrontan un nuevo año y las nuevas metas que llegan en este curso, con la satisfacción y la responsabilidad de un oro olímpico en el palmarés?

-Sin duda, un oro olímpico te lleva a esforzarte más si cabe en los entrenamientos con el fin de igualar o superar los éxitos deportivos de 2016.

-¿Qué planes tiene para este nuevo año y cuáles son sus objetivos más destacados en el calendario?

-El reto más inmediato del año 2017 es el Mundial de Budapest (se celebrará en julio), en el que aspiro a seguir manteniendo el nivel competitivo alcanzado en Río. Lo haré con esfuerzo, tesón e ilusión porque en el deporte las medallas son parte del bagaje, son algo que una va acumulando como historia personal y deportiva. Competir sigue siendo el reto diario que tenemos todas aquellas que consideramos que el deporte es una superación constante.

-¿Qué le gustaría que la gente hubiera aprendido de su ejemplo hasta llegar al oro en Río y pudiera poner en práctica en su día a día?

-Ganar una medalla no es fácil, te mides con otras deportistas muy buenas y con apoyos económicos y de mejores medios que los que existen en nuestro país, por una pura lógica de ranking de países. Lo grande del deporte es que la fortaleza y la certidumbre en una misma son el mejor apoyo para alcanzar la gloria olímpica.

-¿Qué le pide a este año?

-Deseo que sea un buen año 2017 en lo personal y en lo deportivo.