Trump sorprende al enviar a un emisario a negociar con Maduro
El líder chavista habla de «un nuevo comienzo en las relaciones», pero la Casa Blanca niega que le reconozca legitimidad
El emisario de EE.UU. regresa con seis compatriotas liberados por el régimen como muestra de sus gestiones
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Donald Trump ha abierto un canal de comunicación con la dictadura de Nicolás Maduro, replicando la estrategia que Joe Biden utilizó en 2022 cuando envió a un asesor a Caracas con el argumento de negociar la liberación de presos estadounidenses retenidos por el régimen. ... Sin embargo, Trump va más allá: además de buscar excarcelaciones, pretende que el gobierno chavista acepte la repatriación de venezolanos indocumentados con antecedentes penales o acusados de delitos graves.
Richard Grenell, enviado de Trump para misiones especiales, viajó este viernes a Caracas con un encargo específico. Grenell no forma parte del equipo diplomático ni se coordina con el secretario de Estado, y según la portavoz de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, su misión está claramente delimitada: «Número uno, garantizar que los vuelos de repatriación de miembros del Tren de Aragua, ciudadanos venezolanos que han infringido las leyes de nuestro país, aterricen en Venezuela. Como dije en este mismo podio hace unos días, esperamos que todas las naciones de este planeta cooperen con la repatriación de sus ciudadanos, y por eso Grenell está en Venezuela para asegurar que esto continúe. Y en segundo lugar, Grenell está en Venezuela para garantizar que todos los detenidos estadounidenses en Venezuela regresen a casa».
Fuentes diplomáticas avanzaron a ABC que Grenell, que ya se vio con jerarcas chavistas en 2020, iba a viajar a Caracas con ese fin.
En todo caso Nicolás Maduro, que recibió a Grenell en el palacio de Miraflores, saludó la visita como «un nuevo comienzo en las relaciones bilaterales», según un comunicado oficial. En el encuentro participaron también la vicepresidenta, Delcy Rodríguez, y el jefe del Parlamento, Jorge Rodríguez.
Tras su visita a Caracas, el enviado de Trump publicó en la red social X una fotografía dentro del avión de regreso acompañado de quienes dijo que son «seis ciudadanos estadounidenses», liberados por el régimen y de los que no aportó la identidad. «Acaban de hablar con Donald Trump y no podían dejar de darle las gracias», aseguraba en el mensaje que publicó con la imagen, un gesto con el que buscaba demostrar que sus gestiones en la capital venezolana habían dado los primeros frutos.
We are wheels up and headed home with these 6 American citizens.
— Richard Grenell (@RichardGrenell) February 1, 2025
They just spoke to @realDonaldTrump and they couldn’t stop thanking him. pic.twitter.com/sCvCO4HQQv
El viaje, sin embargo, ha generado preocupación entre numerosos republicanos, sobre todo en Florida, donde el voto venezolano es clave. El senador Rick Scott expresó su inquietud en X: «Espero que durante la visita de hoy, Richard Grenell se enfoque exclusivamente en exigir la liberación de los estadounidenses secuestrados, garantizar que Maduro reciba de vuelta a los matones y delincuentes en nuestro país, y encontrar un nuevo destino para Maduro, Diosdado [Cabello] y cualquier otro miembro de este régimen de criminales, para que se reubiquen lo antes posible».
Espero que durante la visita de hoy, lo único en lo que se centre @RichardGrenell sea exigir el regreso de los estadounidenses secuestrados, asegurar que Maduro devuelva a los matones y a los miembros de las pandillas de nuestro país, y encontrar un nuevo país para que Maduro,… https://t.co/91lLM2sgBi
— Rick Scott (@SenRickScott) January 31, 2025
El día que volvió a la Casa Blanca, ABC preguntó a Trump si sigue apoyando la salida de Maduro del poder, pero no se pronunció. «Dejaremos de comprar crudo venezolano», se limitó a decir. «Veremos». Ayer insistió en que no permitirá la compra de petróleo y aprovechó para atacar a su antecesor: «Biden fue y compraron millones de barriles de petróleo. No voy a permitir que vuelva a pasar algo así de estúpido». Sobre la visita de Grenell al palacio de Miraflores, afirmó que «se está reuniendo con muchas personas diferentes».
La portavoz de la Casa Blanca fue tajante cuando se le preguntó ayer si este contacto implica un reconocimiento de Maduro como presidente de Venezuela, tras el fraude electoral del pasado julio: «Absolutamente no».

Máxima presión
En su primer mandato, Trump implementó una política de máxima presión contra el régimen, imponiendo sanciones que afectaron a sectores clave de la economía venezolana, especialmente el petrolero. Estas medidas buscaban forzar una transición democrática que no se produjo.
Durante su primer mandato, el presidente Trump implementó una política de máxima presión contra el régimen de Maduro, imponiendo sanciones que afectaron sectores clave de la economía venezolana, especialmente el petrolero. Estas medidas buscaban forzar una transición democrática en Venezuela que no se produjo.
Este mes, Maduro asumió un tercer mandato presidencial tras unas elecciones fraudulentas en julio de 2024, cuyos resultados fueron rechazados por Estados Unidos y otros países, que reconocieron al líder opositor Edmundo González Urrutia como presidente electo. En respuesta, Estados Unidos, bajo Joe Biden, y la Unión Europea impusieron nuevas sanciones a funcionarios venezolanos, acusándolos de represión y manipulación electoral.
La reunión entre Grenell y Maduro podría indicar un intento de reactivar el diálogo entre Washington y Caracas. Es una vía de diálogo que ya intentó Biden. Grenell se vio recientemente con Trump en el Despacho Oval, y publicó una imagen de él mismo con Trump con el mensaje: «Está centrado en lo que es mejor para los americanos».
Por ahora, al menos en apariencia, el viaje a Caracas no ha generado fricciones ni con la diplomacia estadounidense ni con Marco Rubio, quien, como senador fue un crítico feroz de Nicolás Maduro y su permanencia en el poder. Mauricio Claver-Carone, responsable de América Latina en el Departamento de Estado, ha sido tajante al rechazar cualquier interpretación de este contacto como una concesión: «Venezuela debe aceptar la repatriación de pandilleros indocumentados sin negociación posible» y «los rehenes estadounidenses retenidos en el país deben ser liberados de inmediato».
Claver-Carone subraya que la postura de Donald Trump respecto a Venezuela «no ha cambiado» y sigue basándose en el «no reconocimiento de elecciones fraudulentas y la necesidad de un cambio democrático real». Los dos ejes de la negociación son claros: «el retorno de migrantes y pandilleros venezolanos» y «la liberación inmediata de los rehenes estadounidenses, sin intercambios ni concesiones».
En 2022 el principal asesor de la Casa Blanca para América Latina, Juan González, encabezó la primera misión de alto nivel de Washington a Venezuela en años, un movimiento que muchos interpretaron como un intento de acercamiento con el régimen de Maduro. Sin embargo, su viaje estuvo marcado por la controversia debido a la informalidad con la que fue presentado: una imagen en Instagram con la frase «Operación Belieber» provocó indignación entre la diáspora venezolana y sectores críticos de la Administración Biden.
Política de diálogo
Durante su gestión, González promovió una política de diálogo con Caracas que resultó en varias concesiones unilaterales, incluyendo el levantamiento de sanciones a figuras clave del chavismo, la liberación de los «narcosobrinos» de Cilia Flores y la excarcelación de Alex Saab, considerado testaferro de Maduro. Estas decisiones fueron recibidas con escepticismo por parte de la oposición venezolana y de figuras dentro del propio gobierno estadounidense, especialmente fiscales que habían trabajado en causas contra el chavismo.
Durante el primer mandato de Trump, Grenell ya participó en contactos informales con el chavismo. En 2020, se reunió en secreto en México con Jorge Rodríguez, uno de los principales dirigentes del régimen, en un intento por negociar la salida de Maduro del poder. Aquella gestión, aprobada por la Casa Blanca pero desconocida por el Departamento de Estado, no tuvo éxito.
Grenell es un diplomático y estratega político estadounidense que ha ocupado varios cargos clave en la administración de Trump. Fue embajador de Estados Unidos en Alemania entre 2018 y 2020 y, posteriormente, director en funciones de Inteligencia Nacional, convirtiéndose en el primer funcionario abiertamente gay en ocupar un puesto en el gabinete presidencial.
También fue enviado especial de la Casa Blanca para las negociaciones entre Serbia y Kosovo. A lo largo de su carrera, Grenell ha sido un gran aliado de Trump y ha desempeñado un papel activo en la política exterior estadounidense, a menudo actuando como intermediario en negociaciones sensibles fuera de los canales diplomáticos tradicionales.
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