Polonia levanta el 'Escudo del Este'

«El 'Escudo del Este' no es ya sólo un plan, una suposición, una resolución del Consejo de Ministros, sino una realidad«, ha dicho, en referencia al nuevo sistema de fortificaciones, obstáculos e infraestructura militar para asegurar la frontera polaca frente a Bielorrusia y Rusia. El proyecto, elaborado por el Ministerio de Defensa y el Estado Mayor del Ejército polaco, blindará una sección de unos 800 kilómetros a lo largo de la frontera oriental y septentrional del país.

Está previsto que las obras finalicen en 2028 y cuentan con un presupuesto de unos 2.300 millones de euros. Incluirá la construcción de fortificaciones militares y barreras físicas, sistemas de vigilancia del espacio aéreo de última generación y equipos y sistemas electrónicos. Los primeros ejercicios de prueba de elementos comenzaron en el campo de entrenamiento militar de Orzysz, sobre supuestos como el cruce de la frontera polaca por fuerzas enemigas, el intento de superar una zanja antitanque y una barrera de erizos de hormigón por parte de soldados enemigos, el establecimiento de contacto de fuego y un intento de sortear la barrera.

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«Se trata de una empresa conjunta, no sólo polaca, sino también combinada con los esfuerzos de los Estados bálticos cuando se trata de la Línea de Defensa del Báltico», ha comentado Tusk, «nuestro derecho y nuestro deber es proteger la frontera polaca y europea, y su seguridad no será objeto de negociación».

Polonia está recabando todavía el apoyo presupuestario de la UE para este proyecto y Tusk ha logrado „que los británicos cooperen también con nosotros«. La ministra alemana de Interior, Nancy Faeser, que el pasado miércoles visitó el paso fronterizo de Połowce-Pieszczatka junto a su homólogo Tomasz Siemoniak, elogió a Varsovia por su lucha en la frontera contra la inmigración ilegal. «Soy consciente de que en las condiciones actuales esta es una tarea enorme que merece nuestro respeto», dijo. El polaco Siemoniak señaló por su parte que están «haciendo todo lo posible» para que la frontera oriental sea «estrecha y segura, para que las fronteras internas de la UE no vuelvan a surgir». Expresaba así su esperanza de que los controles introducidos por Berlín en la frontera con Polonia terminen cuanto antes.

Ambos discursos pasaban de la inmigración a la defensa sin línea definitoria y confluían en la necesidad de que esta frontera «sea estrechamente vigilada no sólo por nuestros servicios sino también por los de los países de la UE y la OTAN». Y especialmente reseñable fue la sugerencia de la ministra alemana, aparentemente dispuesta a desplegar fuerzas de Frontex a lo largo de esta frontera: «Me imagino a Frontex prestando apoyo también aquí, donde participaría un gran número de policías alemanes».

El 'Escudo del Este' es más que una barrera más o menos militarizada, es el símbolo de una reformulación de la política polaca de Defensa, como ha quedado en evidencia en la XXVI Conferencia y Exposición Internacional de Seguridad Fronteriza InSec 2024, celebrada en Varsovia y a la que asistieron más de 200 representantes de servicios e instituciones responsables de la seguridad de las fronteras polacas, incluida la guardia de fronteras, la policía, las fuerzas armadas polacas y las empresas de armamento que suministraron el equipo. La agresión híbrida, el tráfico de inmigrantes ilegales que Bielorrusia empuja desde hace más de un año hacia territorio polaco, se ha convertido en el principal tema de debate público en Polonia.

«Somos conscientes de que esta conferencia se celebra en el contexto de una crisis muy grave en las fronteras de la UE, con especial énfasis en la amenaza que representan Rusia y Bielorrusia para los países de Europa del Este», afirmó en su discurso introductorio el expresidente Bronisław Komorowski, «somos conscientes de que esta amenaza forma parte de un proceso mucho más amplio creado por el movimiento natural de muchos países hacia Europa, hacia el mundo occidental».

Los expertos hablaron principalmente sobre el plan para crear una nueva formación basada en la Guardia de Fronteras, siguiendo el modelo del Cuerpo de Protección de Fronteras de entreguerras, que gestionaría la infraestructura de seguridad del 'Escudo Este' y tendría poderes y tareas mucho más amplios que los que tienen actualmente los guardias de fronteras. Se habló de la compra de nuevos vehículos aéreos no tripulados y el desarrollo de las redes TIC necesarias para dar servicio a las personas que cruzan la frontera polaca.