La victoria de los populares avala la estabilidad de la Unión Europea

Hasta el grupo socialista ha reconocido claramente que los populares han sido los vencedores y que «respetamos el mecanismo del 'spitzenkandidat'», lo que significa que aceptan también apoyar a Von der Leyen cuando esta venga al Parlamento a pedir su investidura. El actual portavoz popular, Manfred Weber, ha celebrado que el suyo sea el único partido del bloque de la mayoría que aumenta el numero de diputados y también ha reclamado el respaldo de socialistas y liberales para Von der Leyen. Los liberales han sido muy castigados y especialmente en países clave como Francia, por lo que Weber ha reclamado expresamente al presidente francés Emmanuel Macron que confirme «si acepta a Von der Leyen», después de una larga campaña de rumores sobre supuestas operaciones políticas para desbancarla alentadas desde París.

La propia Von der Leyen se ha declarado dispuesta a «construir un bastión contra los extremos, de la izquierda y la derecha», dijo en Bruselas la candidata cristianodemócrata a presidir de nuevo el Ejecutivo comunitario, cuyo partido habría obtenido 191 de 720 escaños de la Eurocámara. «Hoy es un buen día para el PPE, hemos ganado las elecciones europeas, los votantes han reconocido nuestro liderazgo en los últimos cinco años», dijo Von der Leyen desde su cuartel general de campaña en la capital belga y no desde la sede del Parlamento, para preservar todavía su condición de candidata, aunque siga siendo la presidenta de la Comisión con plenos poderes.

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Los primeros datos que había publicado el propio Parlamento Europeo basados tanto en datos reales y sondeos a pie de urna le otorgaban 186 diputados al grupo popular, que volverá a ser el mas importante de la Eurocámara con diferencia, seguido del de los socialistas, que a pesar del aumento en el numero de escaños pierde once y se quedaría en 133. Los liberales de Renew han perdido una veintena de representantes, aunque mantienen el tercer puesto, por delante del grupo de Conservadores y Reformistas, en el que milita Vox, y que adelanta claramente a los Verdes con 71 diputados. Los ecologistas se quedan con apenas 52, con una veintena menos de representantes y también por detrás de los extremistas radicales de derecha de Identidad y Democracia (ID). Se queda más o menos donde estaba, aunque hay que decir que lo hacen a pesar de que durante la campaña expulsaron al socio alemán (AfD), que pasa al paquete de una cincuentena de eurodiputados que pertenecen a partidos que no tienen afiliación europea y que se van a mover entre los grupos o quedarse en el de No Inscritos en el que ya hay otro medio centenar. Del modo en que se organicen estos diputados puede depender algunas cosas, pero no se avizora ningún terremoto político.

Allí donde se esperaba (Austria, Holanda, Bélgica o Italia) los partidos de derecha radical han tenido buenos resultados. A pesar de los buenos resultados de su partido en el conjunto del país, el primer ministro liberal belga Alexander de Croo ha reconocido entre lágrimas la victoria en Flandes de los dos partidos nacionalistas que militan en la extrema derecha, la Nueva Alianza Flamenca (NVA) y el Interés Flamenco (Vlaams Belang), y que le han derrotado incluso en su propio distrito electoral. Pero a cambio en Hungría un partido disidente del hegemónico Fidesz de Viktor Orbán y que podría entrar en el grupo popular, ha logrado poner en problemas al dirigente europeo más recalcitrante.

Y sin embargo, las relaciones políticas con la derecha radical no parece que vayan a cambiar. Ursula von der Leyen ya ha dicho que quiere trabajar «con todos menos los extremos» y los socialistas insisten en que no colaborarán con el PPE si estos pactan con los populistas del ECR de ID, mientras que Weber insiste en que su intención es «aceptar que el PPE invite a integrarse a otras fuerzas» en sus filas.

Entre estos límites Von der Leyen tendrá que fijar un programa que satisfaga al mismo tiempo los intereses de su partido y los de los que le tienen que apoyar y en medio está el Pacto Verde, que es a la vez el proyecto más ambicioso de la Comisión y el más criticado por los sectores afectados. Los agricultores sobre todo, que han pasado de ser el sector donde más interviene la UE y les dedica el 30% de su presupuesto, a ser los principales opositores a estas políticas.

Por el contrario, se espera que Von der Leyen cumpla su promesa de crear por primera vez el puesto de comisario de la Defensa, que será una decisión histórica, a la altura de los gigantescos desafíos que tiene que afrontar la Unión den todos los sentidos..