Más de 100 gazatíes muertos durante un reparto de ayuda humanitaria
Israel cuestiona la cifra y atribuye la mayoría de las víctimas a una estampida provocada por saqueos
Los muertos en Gaza superan los 30.000, según el Ministerio de Salud de Hamás
Más de un centenar de palestinos perdieron la vida a primeras horas de este jueves y varios cientos más –las cifras varían, según diversos medios, entre 300 y 700–resultaron heridos este jueves durante una entrega de ayuda humanitaria en la Ciudad de Gaza, en lo que, según denunciaron las autoridades de la Franja, controladas por Hamás, ha sido una «atroz masacre». El incidente causó la mayor pérdida de vidas civiles en semanas y fue condenado por el presidente palestino Mahmoud Abbas como una «fea masacre llevada a cabo por el ejército de ocupación israelí contra personas que esperaban camiones de ayuda en la rotonda de Nabulsi».
Los equipos médicos dijeron que no podían hacer frente al volumen y la gravedad de las lesiones, y decenas de heridos fueron trasladados al hospital de al-Shifa, que sólo está parcialmente operativo después de los ataques israelíes a las instalaciones a principios del conflicto.
Sin embargo, Israel cuestionó las cifras compartidas por los funcionarios palestinos y solo se responsabilizó por una decena de muertes.
Según la información que maneja el gobierno israelí, a las 4 de la madrugada, hora local, 30 camiones con ayuda humanitaria cruzaron desde Kerem Shalom. Se dirigían a los refugios del norte de Gaza. Y, mientras el convoy avanzaba, cientos de personas que intentaban obtener ayuda en medio de la grave crisis humanitaria que azota el enclave rodearon los vehículos, provocando una estampida en la que hubo decenas de muertos y heridos, algunos de ellos atropellados por los camiones.
Algunas de esas personas habían abrieron fuego contra los vehículos y los saquearon.
Docenas de palestinos se apresuraron a subir al último camión del convoy y comenzaron a avanzar hacia las fuerzas israelíes que controlan la zona. Los soldados, que se sentían amenazados, dispararon tiros de advertencia al aire y luego dispararon contra aquellos que representaban una amenaza y no se alejaron.
La investigación preliminar del Ejército de Israel apunta a que al menos diez de las víctimas fueron tiroteadas por sus fuerzas durante el suceso.
Para el ministro de Seguridad Nacional, el ultraderechista Itamar Ben Gvir, el incidente es «otra razón clara» para detener por completo el envío de ayuda, puesto que «no sólo es una locura mientras los rehenes siguen secuestrados en la Franja», sino que también «pone en peligro» a los soldados de las Fuerzas de Defensa de Israel.
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) anunció la semana pasada una pausa en la entrega de ayuda alimentaria en el norte de la Franja de Gaza citando motivos de seguridad y afirmó que sus convoyes habían sido asaltados por «grupos de personas hambrientas», incluidos intentos de estas personas para subirse a los camiones. Así, afirmó que otra de las entregas «hizo frente a un caos total y violencia a causa del colapso del orden civil».

Peligran las negociaciones
A raíz de la tragedia, Hamás advirtió a través de un comunicado que las negociaciones para un posible alto el fuego en la Franja de Gaza «no son un proceso abierto a expensas de la sangre del pueblo». «El enemigo asume las consecuencias de un fracaso de las negociaciones si sigue con los crímenes contra el pueblo [palestino]». De igual forma, el grupo también solicitó una reunión «urgente» del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para «adoptar decisiones que obligan a la entidad criminal –en referencia a Israel– a detener la matanza en masa y la limpieza étnica en Gaza».
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo este jueves que un alto el fuego entre Israel y Hamás «probablemente» no se alcanzará de aquí al lunes. Asimismo, indicó a los periodistas antes de viajar a la frontera con México que Washington verificaba las «versiones contradictorias» del tiroteo. A la pregunta de si le preocupaba que este episodio complique las negociaciones, Biden respondió: «Sé que así será».
Las negociaciones se intensifican para una nueva tregua, dos semanas antes del comienzo del ramadán, mes sagrado musulmán. Biden había dicho a inicios de esta semana en Nueva York que tenía esperanza de que se alcanzara un «alto el fuego para el próximo lunes».
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