Francia teme que el atentado de París sea la primera advertencia yihadista antes de los Juegos Olímpicos
El evento deportivo, que se celebrará en 2024, exigirá un despliegue extraordinario de seguridad
Un islamista radical mata a un turista alemán junto a la torre Eiffel y hiere a una mujer
El negocio de los Juegos Olímpicos
Sigue en directo la última hora tras la muerte del Papa Francisco

Un policía vigila los alrededores del lugar donde se produjo el atentado de París
Francia teme un rosario de atentados terroristas islámicos, antes o durante los Juegos Olímpicos que deben celebrarse el año que viene en París, un peligro anunciado el pasado sábado, cuando Armand Rajabpour-Miyandoab, francés de padres refugiados iraníes, mató a un turista alemán e hirió gravemente a otras dos personas, cerca de la Torre Eiffel, al grito de «¡Alá u-Akbar» (Alá es el más grande!).
Varios especialistas que prefieren guardar el anonimato hacen el mismo análisis: «No nos engañemos. Quizá se trate de una primera advertencia de lo que pudiera ocurrir las próximas semanas o los próximos meses, cuando se vayan aproximando los Juegos». Francia es el primer blanco yihadista de Europa desde hace años. Desde el 2012, los radicales se han cobrado en este país 274 vidas. Entre 24 y 25 muertos por año, más de un muerto cada quince días.
Jean-François Ricard, fiscal nacional antiterrorista, confirmó anoche que Rajabpour-Miyandoab había grabado un vídeo anunciando y confirmando su proyecto terrorista. Ese material demuestra que este lobo solitario había jurado fidelidad al Estado Islámico, una de las organizaciones yihadistas más trágicamente célebres de la historia, que sigue teniendo lazos profundos con el régimen de Afganistán. Según Ricard, el asesino ha tenido relaciones personales con otros terroristas autores de varios crímenes.
'Califato' en Europa
Desde hace años, Rajabpour-Miyandoab estuvo en contacto con Abdoullakh Anzorov (el hombre que mató a un profesor de historia, Samuel Paty, en 2020); Larossi Abballa (el asesino de dos policías: Jean-Baptiste Salvaing y su compañera, Vanessa Schneider, en 2016); Adel Kermiche (el islamista que mató al padre Jacques Hamel, párroco de una iglesia en Saint-Étienne-du-Rouvray, en 2016), y Maximilien Thibaut, un yihadista francés huido a Siria, que formaba parte de una célula que proyectaba «instaurar un 'califato' islámico en Francia y otros países europeos».
El fiscal nacional antiterrorista también confirmó la detención y posible imputación por complicidad en delitos terroristas de varios miembros de la familia franco-iraní de Rajabpour-Miyandoab
Fichado, siguiendo ‘cuidados’ médicos y psiquiátricos, que abandonó voluntariamente, Rajabpour-Miyandoab ya fue condenado en 2018 a cuatro años de cárcel, firme, y otro año de prisión, con remisión de pena, por participar en un proyecto de acción violenta en el barrio de negocios de la Défensa (Hauts-de-Seine), al oeste de París. Tras cumplir esa pena, el yihadista volvió a matar este sábado.
Sus primeras declaraciones confirmaron una personalidad delirante y ultra peligrosa. Rajabpour-Miyandoab reconoció ser el autor del crimen, justificándolo con afirmaciones de este tipo: «Estoy harto de ver morir a los musulmanes, en Gaza y en otros lugares. Francia es cómplice de Israel. Hay que actuar».
«Estoy harto de ver morir a los musulmanes, en Gaza y en otros lugares. Francia es cómplice de Israel. Hay que actuar»
Rajabpour-Miyandoab
Autor del crimen
Mientras la Policía judicial continúa investigando, fuentes próximas a la instrucción han revelado que, en verdad, Rajabpour-Miyandoab cambió una o varias veces de nombre. Oficialmente, estaba reconocido como Armand, nacido en Francia el mes de marzo de 1997, en Neuilly-sur-Seine (Hauts-de-Seine), hijo de padres iraníes que huyeron del Irán de los ayatolás. Sin embargo, varios testimonios parecen demostrar que este individuo también se hizo llamar Imán en muchas ocasiones, en privado, en público y en las redes sociales.
Una lucha de todos
Desde Berlín, el canciller Olaf Scholz, ha subrayado la dimensión europea de la amenaza yihadista, declarando: «Este crimen atroz nos recuerda e ilumina las imperiosas razones que nos obligan a luchar juntos contra el odio y el terror».
En el terreno político, el centro derecha próximo a Macron, la derecha tradicional, la extrema derecha, el PS, el PCF y los ecologistas denuncian con energía muy semejante el crimen yihadista. La extrema izquierda de La Francia Insumisa, liderada por Jean-Luc Mélenchon, por el contrario, ha preferido insistir en el «tratamiento psiquiátrico» que había seguido el asesino, pidiendo que no se hagan «amalgamas políticas» y evitando la denuncia clara del yihadismo islamista.
.
Ver comentarios