El expolio de Hugo Chávez: 56.000 millones de dólares dilapidados de fondos secretos
25 AÑOS DE LA REVOLUCIÓN CHAVISTA
El fallecido presidente, durante su mandato entre 1999 y 2013, amasó una fortuna procedente de fondos con dinero público que sólo él controlaba y que se nutrían con los ingresos del petróleo. Hoy pasa por ser el mayor corrupto de la historia de Venezuela
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La ambición y la codicia del comandante Hugo Chávez (Sabaneta, 1954-Caracas, 2013) no conoció límites en sus 13 años de mandato. El 2 de febrero de 1999, juró solemnemente «adecuar» Venezuela a los «nuevos tiempos». Fue el acto fundacional de una dictadura ... que, en los últimos 25 años, ha llevado a la ahora 'república bolivariana' al colapso bajo la mano de hierro de sus dos timoneles: primero, Chávez; más tarde, Nicolás Maduro. Pero ahora que estamos de aniversario, cobra especial relevancia una cifra desorbitada que cuantifica la corrupción del régimen en su primera etapa: Hugo Chávez dilapidó 56.000 millones de dólares de fondos secretos que manejó a su antojo. Lo hizo de manera discrecional, sin control ni fiscalización.
Es la primera vez que se da a conocer esta cifra, que hizo inmensamente rico al fallecido mandatario. Gracias a la investigación del portal digital 'Armando.info', hoy se dispone de la información sobre la cantidad de dinero público que disfrutó el militar y político de forma secreta durante la época de la bonanza petrolera, cuando Venezuela ingresó más de 800.000 millones de dólares. No se sabe en qué invirtió Chávez tanto dinero, pues no hay ninguna obra ni construcción que justifique ese gasto.
El equipo de 'Armando.info' detalla que «la cifra astronómica es de 56.036.854.000 dólares. Redondeando, 56.000 millones. Ese monto fue el que dispuso el presidente Hugo Chávez, por la vía de decenas de 'fondos' que creó con total discrecionalidad y sin control entre 1999 y 2012».
Documentos filtrados
El cálculo de este medio tomó como punto de partida una serie de documentos filtrados desde la sede del Ejecutivo venezolano y compartidos por el Proyecto de Reporte de la Corrupción y el Crimen Organizado (Occrp, por sus siglas en inglés). Se trata de cuatro informes del Ministerio de Planificación y Finanzas, de la Oficina Nacional del Tesoro y del Banco de Desarrollo Económico y Social (Bandes), además de una presentación de la petrolera estatal Pdvsa. Los documentos datan entre 2007 y 2012.
«Los documentos revelan la proliferación de 'fondos' para todo tipo de acciones o proyectos y, a la vez, dan fe de una gestión totalmente a discreción de Hugo Chávez, así como de una administración financiera sin rigor. A partir de estos papeles se identificó la existencia de al menos 40 fondos, pero la cifra expuesta proviene de las asignaciones a 30 de ellos, pues de los restantes 10 no aparece en los documentos disponibles ninguna información sobre montos asignados y mucho menos ejecutados», dice el informe.
La creación de fondos comenzó tan pronto como Chávez se dio cuenta de la flexibilidad que estos podían otorgarle en el manejo del dinero público. Entre los primeros se encuentran el Fondo Único Social, creado en 1999, como «medida extraordinaria» para distribuir recursos a programas sociales y, luego, el Fondo de Inversiones para la Estabilización Macroeconómica, creado en 2001 para ahorrar dólares de la renta petrolera.
La caja chica
Refiriéndose a este último, Chávez hizo un vaticinio o una confesión, quizá involuntaria. «Ustedes todos saben que contamos con esa alcancía que es el Fondo de Inversiones para la Estabilización Macroeconómica. Pues bien, llegó la hora de utilizar parte de esos recursos y para ello fue que nuestro Gobierno activó este fondo y hemos estado fortaleciéndolo (...), son fondos de contingencia que nos permiten disminuir el impacto que puede causar la volatilidad de los ingresos petroleros», dijo el 12 de febrero de 2002. «A partir de entonces, los fondos pasaron de ser una alcancía para contingencia a una caja chica del Ejecutivo», afirman los investigadores.
El economista Asdrúbal Oliveros, director de Ecoanalítica, señala que Chávez diseñó «una estructura perniciosa para manejar con discrecionalidad los recursos del Estado venezolano y, sobre todo, los recursos extraordinarios. La estructura del presupuesto de la nación derivó en desorden, corrupción e ineficiencia del crecimiento de la política fiscal». Para lograr ese manejo, en Venezuela se desconoció de manera abierta lo dispuesto en la Constitución. Oliveros recalca que no hay constancia pública del destino final de todo ese dinero.
La muñeca rusa
El abogado y exprocurador del Gobierno interino que presidió Juan Guaidó entre 2019 y 2020, José Ignacio Hernández, explica que la proliferación de fondos rompió el principio de la unidad del tesoro, una norma esencial para la sanidad en las cuentas públicas, establecida en el artículo 314 de la Constitución Bolivariana. «Chávez manejó 700.000 millones de dólares en ingresos petroleros, y 120.000 millones en ingresos de endeudamiento entre el Fondo Chino y la deuda financiera. Eso te suma 820.000 millones de dólares. ¿Dónde están? Porque no están en obras o en infraestructura o en inversiones», cuestiona el exprocurador.
Hernández refiere que lo conveniente es tomarlos, de forma literal, como cuentas en el extranjero a nombre del Gobierno de Venezuela y no del Banco Central de Venezuela o de la Tesorería Nacional. Las cuentas de esos fondos se radicaban en el extranjero a nombre del Gobierno de Venezuela, «para transformar el mecanismo de los fondos en una especie de muñeca rusa que permitía ocultar unos dentro de otros y despistar, así, cualquier empeño de contraloría».
Maduro toma el relevo
Se trata de «una práctica que, además, continuó Nicolás Maduro cuando se le vinieron encima las sanciones internacionales. Maduro, por un lado, sabía que las sanciones venían y movió las cuentas para operar con opacidad. Y no operó con cuentas de Pdvsa, del Bandes, de Pequiven o de la Corporación Venezolana de Guayana, sino que con Pdvsa creó una red de filiales casi imposible de rastrear. ¿En dónde están estos activos? Principalmente en Asia y Europa: Rusia, China, Japón, España, Francia, Alemania, Italia, Luxemburgo y Bulgaria», añade José Ignacio Hernández. El jurista Zair Mundaray resume así la cleptocracia de Chávez en su cuenta de la red social X: «Es el corrupto de mayor envergadura, no sólo por los groseros montos dilapidados, sino por las consecuencias que ello ha tenido en vidas humanas, en la destrucción del tejido social, de las familias y en el desmontaje institucional».
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La casta chavista
El clan de Hugo Chávez, junto al de Nicolás Maduro, es el más rico y poderoso de Venezuela tras 25 años de dictadura. Chávez tenía un cuaderno donde anotaba el dinero que regalaba a sus familiares, amigos, políticos, artistas y cineastas de Hollywood. La nómina era larga. Incluso, lo comentaba en su tedioso programa 'Aló presidente'. Todos los de su entorno se peleaban por conocer el 'testamento' de su fortuna, pero sólo su custodio y heredero político, Nicolás Maduro, conoce el secreto.
Chávez creció en el seno de un hogar humilde de maestros de escuela en Sabaneta, localidad de Barinas, al oeste del país. Sus padres, Elena Frías y Hugo de los Reyes Chávez, y sus seis hermanos -Adán, Narciso, Asdrúbal, Argenis, Aníbal y Adelis- se enriquecieron de un día para otro a la sombra del mandatario. A su progenitora le encantaba lucir joyas, que nunca pudo comprar con su pensión de maestra, y viajar en avión privado. Hoy la familia Chávez figura como la dueña de la mitad del estado Barinas con haciendas, ganadería, empresas y flota de camiones.
Chávez tuvo dos matrimonios -Nancy Colmenares y Marisabel Rodríguez-, seis hijos -Rosa Virginia, María Gabriela, Hugo Rafael, Rosinés, Génesis y Sara Manuela- y varias amantes. Pero la que más se aprovechó del cargo fue su segunda hija, María Gabriela, quien asumió la figura de primera dama. Estrechó amistad con Cristina Fernández de Kirchner y con empresarios argentinos, hasta el punto de ser conocida como la reina del arroz por una trama corrupta.
Tras la muerte de Chávez, Maduro nombró a María Gabriela para un alto cargo diplomático en la embajada de Venezuela en Washington. La revista 'Forbes' la catalogó como la mujer más rica del país con cuentas que sumaban 4.197.000 millones de dólares en Estados Unidos y Andorra. Hoy mantiene empresas navieras, turísticas y de entretenimiento. La segunda esposa de Hugo Chávez, Marisabel Rodríguez, tampoco se ha quedado atrás en el enriquecimiento por afiliación. Maduro la nombró cónsul en Estambul (Turquía) y, recientemente cónsul general, en Curazao.
Los herederos del clan chavista-madurista se destacan por ostentar costosas joyas de oro, diamantes y esmeraldas, relojes de lujo, carteras de marca, yates, vivir en condominios exclusivos, andar con guardaespaldas y camionetas caras, mientras el 82% de los venezolanos sobreviven con salarios de tres dólares al mes.
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