La designación como terroristas a los cárteles de la droga abre la posibilidad de una intervención militar en México

La determinación suma tensión al momento actual entre ambos países, especialmente si se considera que hace dos semanas Sheinbaum volvió a reclamar que EE.UU. explique su papel en la captura del capo Ismael 'El Mayo' Zambada, que tuvo lugar a mediados del año pasado. Las circunstancias de ese arresto, dijo la mandataria, todavía «no han sido aclaradas».

Trump ha dicho que México está «manejado por los cárteles» y ha señalado la participación del crimen organizado en la epidemia de fentanilo que azota a las principales ciudades de EEUU.

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Para el Gobierno mexicano es una situación compleja porque el partido gobernante tiene un discurso nacionalista y soberanista que choca con la intención de un mayor intervencionismo por parte de Washington.

Por otra parte, en las últimas semanas el gobierno mexicano ha mostrado una estrategia más hostil hacia el narco, al impulsar arrestos, decomisos de cargamentos de fentanilo y extradiciones para que los capos sean juzgados en los tribunales de EEUU.

«Bajo las órdenes que firmaré hoy designaremos a los cárteles como organizaciones terroristas extranjeras. E invocando la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798 daré orden de usar el completo e inmenso poder de autoridades federales y estatales para eliminar la presencia de pandillas y criminales que traen crimen devastador a tierra estadounidense, incluyendo nuestras ciudades y vecindarios», expresó mientras era aplaudido por buena parte de los presentes, incluso políticos del Partido Demócrata.

Trump también recalcó su intención de renombrar el Golfo de México. «En poco tiempo cambiaremos el nombre del Golfo de México al Golfo de América y restauraremos el nombre de un gran Presidente, William McKinley, al monte McKinley, donde debería estar y donde pertenece», dijo.

A principios de este mes, Trump lanzó la idea de cambiar el nombre del cuerpo de agua que forma la costa a lo largo de cinco estados del sureste, diciendo que sentía que «Golfo de América» tenía un «hermoso sonido».

Como presidente, Trump puede tomar la decisión de cambiar el nombre del cuerpo de agua, aunque otros países no tienen que adoptar el nuevo nombre.