El anestesista español evacuado de Gaza pide que se ponga fin a la «barbarie»: «Están mutilando el alma y los cuerpos de personas que no tienen la culpa»

Médicos Sin Fronteras ha difundido un primer vídeo de Raúl Incertis desde que salió de Gaza en el que vuelve a hacer hincapié en la «insostenible» situación en que se encuentra la zona

Raúl Incertis, el anestesista español evacuado de Gaza: «Es como apagar un incendio forestal con un vaso de agua»

El médico español Raúl Incertis. EFE/ Médicos Sin Fronteras / Red Social X

«Os decimos que estamos bien, estamos descansando en un lugar seguro y que pronto volaremos a nuestras casas«: Son palabras de Raúl Incertis, el anestesista de Médicos Sin Fronteras que se había trasladado a la Franja de Gaza después del aviso de evacuación por parte de Israel el pasado 13 de octubre. El sanitario fue el primer español en ser evacuado de la zona a través del paso de Rafah.

En un nuevo vídeo que ha difundido la organización a la que pertenece, el primero desde que fue evacuado, Incertis ha vuelto a hacer una llamada de atención sobre la trágica situación que atraviesa Gaza, convertida desde el inicio de los bombardeos en «una jaula inhumana». Al mismo tiempo, ha pedido que ese «castigo colectivo, cruel y desmedido» y la pérdida «de vidas humanas« termine ya.

El miembro de Médicos Sin Fronteras desde 2019 ha lamentado que los palestinos se encuentran «insuficientemente alimentados, pasando sed y enfermedades infecciosas»: «Fuimos testigos de cómo miles de personas se abalanzaban sobre camiones de ayuda humanitaria, de la poca que queda», añade en otro punto del vídeo. Los habitantes del lugar, explica, se abalanzaban sobre los camiones «desesperados por conseguir un saco de harina». «La situación, como podéis entender, es insostenible», añade.

En su relato, el sanitario cuenta las historias que fueron recibiendo de los palestinos. Entre ellas, padres que habían perdido a sus hijos, o al revés, y también pérdidas de hermanos o de abuelos. Esa situación también la han atravesado otros compañeros de Médicos Sin Fronteras: «Nuestro compañero Mohamed perdió a su hijo de tres años. Lo tuvo que recoger de los escombros el otro día«, cuenta. Raúl Incertis es tajante: »La vida diaria de nuestros compañeros ahora en Gaza es no saber si les va a caer una bomba encima o no«.

Sin embargo, eso no va a hacer que la organización deje de prestar ayuda allí: «A pesar de estas condiciones tan difíciles, nuestros compañeros hacen lo imposible por ir a trabajar a los hospitales». Unos centros sanitarios cuya situación es también «insostenible», en palabras del anestesista. «No se puede aguantar más», dice, para desgranar que más de la mitad de estos sitios se encuentran «inoperativos»: «La cuenta va creciendo cada día, no quedan fármacos para sedar, ni material quirúrgico para poder operar o hacer operaciones en condiciones de esterilidad».

Incertis también se refiere a la falta de luz o de carburantes en la Franja de Gaza y cómo afecta a los hospitales: «Están racionando las horas de luz a servicios mínimos; solo para la UCI o las urgencias. Se han desconectado pacientes de ventilación mecánica. Las incubadoras corren peligro. Es decir, esto no hay quien lo aguante«.

Los compañeros del sanitario acaban jornadas, que «a veces son de siete días» y ni siquiera saben si van a poder regresar a ver a sus familias si las carreteras han sido dañadas o si hay bombardeos activos: «Es muy peligroso».

En su discurso, el anestesista hace en nombre de Médicos Sin Fronteras «el enésimo llamamiento» para que se ponga fin a la guerra. Una «barbarie» que, denuncia, «está diezmando y mutilando el alma y los cuerpos de personas, de niños que no tienen la culpa de nada». «Por favor dejen entrar más camiones de ayuda, porque los camiones que entran ahora son totalmente insuficientes. Y que dejen entrar a más personal médico y humanitario desde afuera«. Finalmente, Incertis pide »por favor« que se deje salir a los palestinos de la Franja, un »cuello de botella horrible«, »una ratonera«, donde se han visto metidos y »en la que están muriendo«.

Aunque, como él, otros miembros de los equipos hayan sido evacuados, «hay más trabajadores y equipamiento médico» que está esperando para entrar en la Franja. «Volvemos a repetir: se debería permitir salir de la Franja a todo aquel que lo desee, tanto palestinos como personal internacional. Y, en el caso de los palestinos, con las garantías de poder regresar cuando todo esto termine». Asimismo, pide que no se evacúen de los hospitales del norte «Es inviable. Es poner en riesgo la vida de estas personas», termina.

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