Polonia y Grecia, aliados frente a los 'ataques híbridos' de Bielorrusia y Turquía con la inmigración
La crisis bielorrusa está opacando el conflicto entre ONGs y Gobierno heleno por su estrategia para disuadir a los migrantes bajo acusaciones de sistemáticas detenciones administrativas de migrantes y criminalización de trabajadores humanitarios

A miles de kilómetros del epicentro migratorio de la UE en estos momentos, la frontera de Bielorrusia con la UE, el Gobierno griego ha brindado su apoyo a Polonia después de años denunciando 'ataques híbridos' de Turquía: « Grecia apoya a Polonia , su socio ... de la UE y aliado de la OTAN, y condena todos los intentos de instrumentalizar la migración», tuiteaba la semana pasada la cuenta oficial del Ministerio griego de Asuntos Exteriores. Los paralelismos no solo los trazaba Atenas sino el propio ministro ruso de Exteriores, Serguei Lavrov , insinuando que un acuerdo económico como el de Turquía y la UE para contener los flujos migratorios podría ser la 'solución' para el caso bielorruso.
El primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis , en declaraciones para el programa de televisión Good Morning Britain, acusó al gobierno de Bielorrusia de orquestar una catástrofe para obtener beneficios políticos. Mitsotakis también habló de las constantes amenazas de Turquía sobre abrir las puertas de la inmigración para permitir que los migrantes entren en la zona Schengen mientras el ejército griego se encuentra en alerta máxima.
El pasado 9 de noviembre, la guardia costera helena difundió un vídeo de un minuto de dos patrulleras turcas que parecían escoltar un bote de goma con una docena de migrantes. A continuación, se ve a los barcos y el bote dando la vuelta y, según la guardia costera griega , navegando hacia la costa turca.
El mismo día, en un intercambio menos amable que el que ha tenido en el programa de la cadena británica ITV, Mitsotakis defendió airadamente la política migratoria de su Gobierno en un acalorado intercambio con la periodista neerlandesa, Ingeborg Beugel : «Primer ministro Mitsotakis, ¿cuándo dejará de mentir? ¿Mentir sobre las devoluciones en caliente, mentir sobre lo que está sucediendo con los refugiados en Grecia?», le interpeló la reportera.
Con gesto serio, e inglés fluido, el primer ministro griego respondió: «Entiendo que en Holanda se tiene una cultura de hacer preguntas directas a los políticos, lo cual respeto mucho. Lo que no aceptaré es que me insulten a mí o al pueblo griego con acusaciones que no están respaldadas por los hechos». Mitsotakis dijo que las autoridades estaban «interceptando barcos en el mar de acuerdo con las regulaciones de la Unión Europea y habían concedido asilo a 50.000 personas, entre ellas a «decenas de miles de afganos». La popular periodista, residente en Grecia, fue detenida en la pequeña isla griega de Hydra a principios de junio por acoger a un joven afgano. Si es declarada culpable, podría ser condenada a un año de prisión.
Detenciones de trabajadores humanitarios
La crisis entre Polonia y Bielorrusia está opacando el conflicto de alta tensión entre ONGs y el Gobierno heleno por la estrategia de disuasión de migrantes bajo acusaciones de sistemáticas de detenciones administrativas y criminalización de trabajadores humanitarios. Con las nuevas leyes de asilo, Atenas busca acelerar las tramitaciones de asilo y las devoluciones a los países de origen. El pasado junio, el Ejecutivo reconoció a Turquía como «país seguro» para los solicitantes de asilo de Siria, Afganistán, Pakistán, Bangladesh y Somalia
Este martes, Oxfam y el Consejo Griego de Refugiados (CGR) han publicado un informe donde dan cuenta de cómo Grecia, con el apoyo de Europa, está recurriendo cada vez más a la práctica de la detención administrativa de inmigrantes en Grecia.
Según el informe titulado ' Detención por defecto' , al que ha tenido acceso este diario, ambas organizaciones critican el uso excesivo de la detención administrativa de las autoridades griegas con apoyo de la UE con hasta 3.000 migrantes detenidos a fecha de junio de 2021. Oxfam y CGR estiman que 7 de cada 10 migrantes irregulares son puestos en detención administrativa y la mayoría permanece detenida cuando solicita asilo. Especial preocupación despiertan las mujeres embarazadas, niños y grupos de población vulnerable por la falta de acceso a asistencia sanitaria y jurídica. Pese al notable descenso de llegadas bajo el actual gobierno, que los autores del informe vinculan a la pandemia (de hasta un 60% este año), para Oxfam, los intentos de Grecia de hacer de la excepción la norma (el derecho europeo solo contempla estas acciones como último recurso) «suponen una clara violación tanto de la legislación europea como la griega».
En 2016, el número total de personas detenidas fue de 14.864, de las cuales 4.072 eran solicitantes de asilo, según las cifras manejadas por Oxfam y CGR. Tres años más tarde, este número se había duplicado a 30.007, de los cuales 23.348 eran solicitantes de asilo. Estas cifras disminuyeron en 2020 (14.993 personas, de las cuales 10.130 eran solicitantes de asilo).
Papel de las ONGs
Fuentes consultadas por este diario reconocen el papel importante jugado por las ONGs en la cuestión migratoria, sobre todo en el pasado. En cambio, estas mismas fuentes ven comprensible que el Gobierno griego quiera «poner orden» sobre la acción de las organizaciones que tratan con población muy vulnerable.
Sin embargo, es constante el goteo de informaciones sobre las controvertidas prácticas del Gobierno griego, con la connivencia de la UE. Ayer mismo, el Comité Internacional de Rescate publicó un informe donde denunciaba la difícil situación de los menores no acompañados que llegan a Grecia. Según la organización, en los últimos cuatro años, se han registrado 37.000 niños no acompañados en Grecia , pero solo a 469 se les permitió reunirse con sus familias en otras partes de Europa, una cuarta parte de todos los que solicitaron hacerlo. Grecia alega poca colaboración de otros países miembros como razón de estas cifras.
«Va a sonar un poco duro pero la verdad es que Grecia está alineada con las políticas europeas. Fue Europa la que cerró primero las fronteras», relata a este diario la directora de Cáritas Grecia, María Alverti , que cree que «si Europa está cerrando los ojos con lo que hace Grecia, esto quiere decir que Grecia cuenta con el beneplácito europeo».
Como colofón, este jueves comienza en Lesbos el juicio contra dos activistas humanitarios que participaron en rescates de migrantes y solicitantes de asilo que intentaban llegar a Grecia. Sarah Mardini , refugiada siria (25 años) que llegó a la isla griega en 2015, y Seán Binder , un ciudadano alemán de 27, pueden ser condenados a 25 años de cárcel por ayudar a personas refugiadas. Sarah y Seán fueron detenidos en 2018, acusados de numerosos cargos como tráfico de personas, espionaje, uso ilegal de frecuencias de radio y fraude. Ambos pasaron más de 100 días en prisión antes de quedar en libertad bajo fianza en diciembre de 2018.
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