La depreciación del bolívar castiga los intereses españoles en Venezuela
La devaluación el bolívar llevada a cabo por el presidente venezolano Hugo Chávez tiene en vilo a casi un centenar de empresas españolas con intereses en el país. Telefónica, BBVA, Repsol o Mapfre

La devaluación el bolívar llevada a cabo por el presidente venezolano Hugo Chávez tiene en vilo a casi un centenar de empresas españolas con intereses en el país. Telefónica, BBVA, Repsol o Mapfre tendrán problemas para repatriar sus beneficios obtenidos allí. El entorno de hiperinflación que vive el país -del 30,9% en 2008 y del 25,1% en 2009- acentuado por el nuevo tipo de cambio, puede llevarse por delante las ventas de actividades vinculadas al consumo como las de Inditex y Teka o al sector servicios en el que se encuadran varias empresas turísticas, según alertaban ayer los analistas.
Además de la cuenta final del resultado, se van a ver perjudicados las cifras de ingresos, inversiones, dividendos e incluso recursos propios, haciendo de la inversión en Venezuela una auténtica aventura trufada de riesgos, un factor más que propicio para ahuyentar a la bolsa. «El impacto en los activos de las filiales venezolanas es que hoy valen la mitad», afirma un analista de BNP Paribas Fortis.
Telefónica y BBVA
La entrada en vigor ayer del nuevo cambio de moneda tuvo efecto inmediato en las acciones de Telefónica -bajaron un 3,2% al cierre- como consecuencia de los 700 millones de euros en beneficios que según los analistas recorta de un plumazo la nueva medida de Chávez.
Banco Provincial, filial venezolana de BBVA -también cedió en bolsa un 0,68%- aporta un 5% al beneficio neto del grupo. Varios expertos estiman que el nuevo escenario recortará en un 50% la contribución de Venezuela a los beneficios del grupo, hasta el 2,5% del total. Otras cotizadas mantuvieron el tipo con la respiración cortada a la espera de ver si el susto cala o no en el mercado. Quien si podría ver afectadas su volumen de ventas es Inditex. La depreciación de la moneda local en un 50% expone al gigante textil a una espiral de inflación. La compañía que dirige Amancio Ortega posee 25 tiendas franquiciadas en total, 11 de Zara, 11 de Bershka y 3 de Pull and Bear. Lo mismo sucede con Teka, la compra de electrodomésticos puede verse frenada. La caída de PIB y el menor poder adquisitivo de los venezolanos afectarán al consumo. El sector turístico representado por Viajes Iberojet, Hoteles Hesperia, Sol Meliá, Air Europa e Iberia podrían perder clientes, sin embargo el peso del negocio venezolano es relativamente pequeño.
Las que se salvan
La preocupación no es pequeña. Repsol, Iberdrola o Mapfre se mueven rápido para minimizar el impacto y se adelantaron a cualquier oscilación en los mercados bursátiles apelando a la seguridad que les confiere tener sus contratos firmados en dólares y contratados seguros que garantizan el cambio de divisa.
Todos los ojos permanecen fijos en ellas porque la contribución del país a su cuenta de resultados tiene un gran peso. Estas medidas, adoptadas hace tiempo, demuestran que las compañías españolas ya saben a que atenerse cuando los negocios se firman con Chávez. No es la primera vez que el líder bolivariano trata de jugar sucio.
Santander, que cobró la nacionalización del Banco de Venezuela en diciembre pasado, se libra por los pelos de sufrir ahora los rigores de la incertidumbre. Tanto Elecnor -con un contrato para construir cuatro subestaciones- como Iberdrola Ingeniería y Construcción -que levantará una central de ciclo combinado- se han descolgado de la polémica. Sus contratos se desarrollan bajo un precio establecido de antemano que se cobra en dólares.
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