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La futura autovía Valladolid-Segovia, alternativa para llegar antes y con menor coste a Madrid

MONTS SERRADORVALLADOLID. En julio del pasado año se puso la primera piedra de la que será la segunda autovía de titularidad regional, la Valladolid-Segovia. La CL-601 será autovía en el verano de

En julio del pasado año se puso la primera piedra de la que será la segunda autovía de titularidad regional, la Valladolid-Segovia. La CL-601 será autovía en el verano de 2008, una vez que concluyan las obras actualmente en ejecución para transformar esta carretera de una única calzada en otra de dos, por lo que buena parte de los trabajos serán de desdoblamiento de la actual calzada. De hecho, son pocas las localidades que aún son atravesadas por la actual carretera CL-601, ya que la propia Junta de Castilla y León ha acometido en los últimos años un proyecto para adecuar esta vía de comunicación que permitió desdoblar los accesos a Segovia y a Valladolid desde Aldeamayor de San Martín y acabar con peligrosas travesías y tramos, como el de las conocidas curvas de El Henar.

La que fuera una de las grandes promesas del presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, tanto durante la campaña electoral autonómica como, por supuesto, durante su discurso de investidura va camino de convertirse en realidad. Las obras de los 91 kilómetros que comprende el proyecto de construcción de la autovía Valladolid-Segovia están en ejecución en todo su recorrido ya que el hecho de que el invierno no haya sido especialmente duro, sino todo lo contrario, ha permitido agilizar los trabajos que, según indicaron fuentes de la Consejería de Fomento, van a muy buen ritmo, aunque aún es pronto para hablar de adelanto sobre el plazo previsto -el verano de 2008-, si bien, de mantenerse este ritmo, la nueva vía de comunicación podría abrirse al tráfico antes de lo acordado.

En cualquier caso, el hecho de que la obra se realice mediante un sistema concesional implica que la empresa tenga especial interés por cumplir los plazos -24 y 26 meses para cada uno de los tramos-, ya que hasta que la vía esté en servicio no empezará a cobrar de la Administración regional por la utilización de esta carretera.

Lo cierto es que, como el propio director general de Carreteras, Luis Alberto Solís, insiste en afirmar, se trata de un proyecto cuya ejecución va camino de realizarse en un tiempo récord, ya que, si el compromiso de Herrera en el discurso de investidura se realizó en julio de 2003, tres años después ha sido posible comenzar las obras, a pesar de que no se contaba con ningún estudio previo, y mucho menos proyecto, por lo que todo el proceso administrativo arrancó pasado el verano de 2003.

«Peaje en sombra»

A partir de entonces se realizaron los estudios de viabilidad, económicos, la declaración de impacto ambiental, se sometió a información pública y se convocó el concurso público para adjudicar la realización del proyecto y de las obras mediante el llamado sistema de «peaje en sombra», de forma que las empresa concesionaria se encarga de ejecutar las obras y, una vez abierta al trafico la vía, la Administración regional hará efectiva una cantidad por cada vehículo que utilice la carretera.

Cuando ese momento llegue, la autovía Valladolid-Segovia se convertirá en una nueva ruta para conectar Madrid con Valladolid o, lo que es lo mismo, para ser utilizada por los automovilistas que desde el norte de la península quieran llegar a la capital de España. Será, además, una nueva vía probablemente más rápida si se tiene en cuenta que, como carretera nueva, el trazado y el firme estarán mejor y, además, su nivel de saturación será bastante menor que el que tiene actualmente la A-6 y, porsteriormente, la AP-6 hasta llegar a Villalba. A estas circunstancias hay que añadir que el recorrido es algo menor, como también lo es el coste, ya que la autopista Segovia-Villalba más el peaje de los túneles de San Rafael asciende a 5,05, aunque en el tramo de la autopista existen diferentes descuentos dependiendo de la periodicidad y de las horas en las que se utiliza. Si el recorrido de Valladolid a Madrid se realiza por Tordesillas, el precio total asciende a 8,65 euros. No obstante, más barato resulta si se opta por la carretera N-601 que discurre por Olmedo hasta San Rafael -3,10 euros-, si bien en este caso se trata de una carretera convencional de una sola calzada

Por dos carriles

La alternativa no deja de ser interesante toda vez que el recorrido más utilizado en la actualidad, el más largo, por otro lado, es el que discurre por rutas tan saturadas, pese a estar desdobladas, como las autovías A-62 y a A-6, es decir, desde Valladolid por Tordesillas y Medina del Campo. La ruta más corta, es decir, la de la N-601, por Olmedo, presenta el inconveniente de ser una carretera de un solo carril por cada sentido, excepción hecha de los seis primeros kilómetros, hasta laguna de Duero, y la variante de Boecillo, tramos que, en ocasiones, suponen un embudo.

La nueva carretera, por tanto, permite conseguir el doble objetivo de acortar la distancia y viajar, en todo el recorrido, por doble carril. Previsiblemente, la futura autovía no será una ruta especialmente utilizada, pese a sus ventajas, por los conductores provenientes de otras regiones, acostumbrados a la ruta tradicional, pero la nueva vía autonómica será rentable para aquellos conductores que salgan desde el centro de Valladolid o desde los barrios de la zona oeste, que no tendrán, así, que circunvalar la ciudad por las ronda Norte y Sur, plagadas de cruces al mismo nivel regulados por semáforos, para acceder a la A-62, sin olvidar, por otro lado, que la salida por la N-601, la tradicionalmente conocida como carretera de Madrid, también presenta altos niveles de saturación, desde la calle de García Morato hasta el colegio de San Agustín, en las inmediaciones del polígono de San Cristóbal.

No será esta la única consecuencia de la puesta en servicio de la autovía Valladolid-Segovia. La más evidente será la de conectar dos capitales de la Comunidad Autónoma, por lo que está cada vez más cercana la idea de que todas las capitales de provincia de la Comunidad puedan estar unidas por autovía. Otra de las ventajas añadidas es que, por fin, se acabará con las tres travesías que aún mantiene la actual CL-601, como son Portillo (Valladolid), Pinarejos (Segovia) y Roda de Eresma (Segovia). De hecho, según fuentes de la Consejería de Fomento, las obras, aunque se encuentran en marcha en todo su recorrido, se han concentrado especialmente en la construcción de estas tres variantes, con el objetivo de que puedan abrirse al tráfico en el momento en que estén construidas.

190 millones

La autovía Valladolid-Segovia cuenta con un presupuesto de 190 millones de euros a los que hay que sumar los 120 que ya se han invertido en la mejora de la carretera conforme a un plan anterior y que permitió acabar con las travesías más peligrosas y desdoblar los accesos a Valladolid y Segovia -aún en construcción-.

Las obras se encuentran divididas en dos tramos. El primero, de 49 kilómetros, abarca desde la intersección de la CL-601 con la CL-603, en las inmediaciones de Segovia y hasta el acceso sur a Cuéllar. Tienen un valor de 103,3 millones de euros y un plazo de ejecución de 26 meses. Las ejecutará el consorcio integrado por Sacyr, Itinere Infraestructuras, Construcciones y Contratas Lerma y Río de los Ausines. El tramo contará con 12,2 kilómetros de vías de servicio, así como un total de 15 enlaces y 26 estructuras de permeabilidad

El segundo tramo es de 43 kilómetros y discurre desde el acceso sur a Cuéllar hasta la intersección de la CL-601 con la CL-600, en las inmediaciones de Valladolid. En este caso, las obras las realizará el consorcio que forman Dragados Concesiones de Infraestructuras, Cyopsa Disocia y Caja Duero. Su presupuesto asciende a 91,58 millones de euros y el plazo de ejecución es de 24 meses. La vía dispondrá de 9,44 kilómetros de vías de servicio, con once enlaces y 29 estructuras de permeabilidad.

A estos trabajos se unen los 13 kilómetros ejecutados en la entrada de Valladolid y otros 8,4 kilómetros que se están realizando en las proximidades de Segovia.

La importancia de la nueva infraestructura es tal que, incluso, las Cortes de Castilla y León, por unanimidad de los grupos, instaron al Gobierno central a cofinanciar su construcción, petición que, hasta el momento, no ha obtenido respuesta positiva del Ejecutivo.

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